Marzo 2010

Haikus destacados por los participantes del foro
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Elías
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Marzo 2010

Mensaje por Elías »

Bien, pues aunque no puedo participar mucho últimamente, no dejo de leeros; y con mucho retraso, pero no quiero dejar de comentar algunos haiku, como casi siempre…

Al galope...
El barro de primavera
golpea en las panzas


No se le puede pedir más, lo tiene todo. Un haiku que bien puede servir para explicar qué es un haiku y todos sus componentes. La tierra, que nos sugiere firmeza, es levantada en forma de barro (¡de primavera!) por el caballo para que choque contra él mismo … y vuelta a la tierra. Y queda casi todo dicho pero sin decir, pura sugerencia.

aún helado,
el viento arrastra
una flor de jacaranda


Si fuera de Vivaldi… en tan poco espacio quedan sugeridas las 4 estaciones. Y todo sin perder coherencia interna en su composición, ni coherencia externa en su mensaje. Una joyita.

Dentro del huerto,
el vuelo ondulante
de unos jilgueros


El haijin no subió sus haiku, pero me permito rescatarle éste. Sencillo, directo, sin más adorno ni pretensión que pegarnos un pellizco que nos levante del asiento. Y así fue.

Escampa.
Una cigüeña camina
con las alas abiertas


La lluvia que va a menos y el volumen de la cigüeña a más. ¿alas para volar? El tealle no se escapa, sólo camina. ¡qué forma de contar qué imagen!

Baja la marea;
del muro de bambú
cuelgan las algas.


Doble sorpresa. La del haiku en sí, y el de la procedencia: un haiku de “mareas” de este haijin es para tomar nota. Y es que el buen haijin lo es aquí y en Japón. Buenísimo

noche sin luna -
a la luz de la vela
crecen las sombras


De fuera hacia dentro, de grande a pequeño, oscuridad – luz – sombra, quietud y sombra creciendo. Contrastes y encuadres con los que el haijin se maneja siempre a gusto. Y quienes lo leemos, también

Tras la lluvia
los árboles de nuevo
en los charcos


También anda fino el haijin, no deja mes sin perla de campo abierto. La idea que siempre viene a la cabeza del árbol que te protege de la lluvia, queda sustituida con la de que el mismísimo árbol está dentro del charco. ¡De nuevo! Tan sencillo y tan impactante…

Sala de espera.
En un tiesto reseco
dos brotes verdes


No son pocos los haiku que hay de salas de espera. Proporcionan mucho juego a los haijin: un tiempo a veces con nervios, que viene de maravilla para observar y escribir. Este es extraordinario, la naturaleza se abre paso en cualquier lugar y en cualquier ambiente. Y ese tiesto reseco… ¡que bueno!

Faroles rojos
en la noche sin luna
los pies descalzos


Contrastes aparentemente inconexos que prestan los hilos para evocar una historia, una escena, a cada lector, Y resulta.

en la quietud del día
un batir de alas
mece unas hojas


De la quietud absoluta, se pasa a la energía de un batir, para acabar en la suavidad de un “mecer” que es, paradójicamente lo que le da fuerza al haiku. Como siempre, muy en la línea de haijin, ¡tan evocador!

Atardecer.
Entre sombras del cerro
rompen las olas


Imágenes que transmiten a la perfección a grandeza de una determinada zona geográfica. Sin grandilocuentes descripciones, con la extraordinaria sencillez de un extraordinario haiku.

polvo de nieve-
resuenan los crujidos
de cada paso


Ni color, ni frío, ni bolazos.. sólo el crujir en cada paso. La percepción y observación como primera y principal herramienta de haijin

¡cuánto silencio!
ni el canto del canario
este domingo.


El silencio como reivindicación; que puede hacer que hasta un casi siempre agradecido trino, se extrañe pero no se eche de menos. ¡qué sutileza y qué forma de contar sin contar!

Poco a poco
la pradera se llena
de gorriones


Flora y fauna en perfecta sintonía. ¿haiku visual? Se nota el frescor de la hierba y so oye el piar de gorriones. El aquí y el ahora completándose poquito a poquito

Dos colibríes...
luz rosada en la senda
que lleva a casa


Para el haijin, nunca el camino es dos veces igual. Sonidos, piedras, plantas, siempre varían. Aquí la haijin rescata animales y luces, que igualmente jamás serán iguales.

Abre una flor.
El fresco de la noche
en el follaje


Ya comenté cosas en su día. Hoy, aunque la haijin no lo subió a selección, lo rescato, como guinda de la colección. Es pura evocación. Flor-noche, fresco-follaje... sensaciones de las que a uno le resulta imposible escapar. El aquí y el ahora se hace especialmente patente.

Felicidades y gracias a todos y todas
Crepitaciones / La niebla está calando / en el rescoldo
de Mavi
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