Abril 2010

Haikus destacados por los participantes del foro
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Elías
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Abril 2010

Mensaje por Elías »

Hebras de musgo
en el pico de un mirlo.
Se nubla la tarde

Zoom inverso. De menso a más. De una pequeña hebra en un pequeño pico de un pequeño pájaro, a la grandeza de un nublo. Las cosas bien hechas, acaban funcionando. ¡qué gran haiku!


Canto de tórtola
La rana en el estanque
cambia de loto

…Rana …estanque … loto… pero el sonido no viene de la zambullida o el cambio de la rana, sino del aire, de una tórtola. Podría firmarlo seguramente cualquiera de los grandes clásicos


Pescado limpio-
en el agua del balde
brillos de escamas.

Más que el pescado limpio, brillan las escamas que se le han quitado. ¡cómo me gustan este tipo de haiku, de faenas del día a día en el que solo los y las grandes haijin acaban reparando!


Agua veloz
en la orilla los juncos
sin movimiento.

En su día hablé de la percepción de un agua quieta aunque el junco que flotaba iba rápido. Aquí la percepción es la más racional, la que la naturaleza ofrece y el gran haijin nos cuenta. Directo de la vida

un bol de arroz
por alguien ofrecido
sobre la roca

su segunda lectura me ha impactado mucho más que la primera y la sexata aún más que la quinta. ¡es tan pero tan sugerente! Igualmente podría haber sido escrito por uno de los grandes clásicos. Fantástico

Agua de río
reflejando la luz
de la mañana

El río será el mismo, pero la mañana es otra y el agua también es otra. El reflejo a cualquiera le podría parecer que es el mismo de todos los días. No lo es. Es maravillosamente diferente. Y afortunadamente, tenemos quien nos lo cuente


Serenidad.
Ha crecido un poco más
la luna de hoy

Un maravilloso haiku de Frutos también tiene por verso esa “SERENIDAD”. La Luna cambia. A más, amenos… y reparar en ello es cargar de haimi el haiku.

Con el aroma
de las flores aún
el viento helado

La Naturaleza no se rige, afortunadamente por las Matemáticas. A veces los kigos se cruzan. A veces provocan estas sensaciones tan poco esperadas… y tan maravillosas

En el paseo,
la sombra distinta
de un árbol torcido.

Seguramente son decenas de maravillosos árboles los que la gente ve y disfruta en ese paseo. Al haiku se rescata no ya el árbol que está torcido, sino su mísera sombra. ¿se le puede pedir más?

De vuelta a casa,
en esta parte del campo
no hay amapolas.

Vive el campo. Lo disfruta. Todo cuanto le ofrece. Y si no lo ofrece, es capaz de echarlo de menos. Con la sencillez con que un niño lo explicaría. Puro haiku


Oscurece...
Uno a uno los pájaros
bajan al río.

Al atardecer son frecuentes las bandadas de pájaros. La aproximación al río, se produce con cierto orden, que a veces la Naturaleza no entiende de sobresaltos. El haijin tampoco y nos lo enseña y reseña con este sosiego…

A media luz.
Entre estantes, las canas
del zapatero

¿Habrá algún zapatero joven o todos se hacen ya zapateros en la vejez? Bueno, bromas aparte, este haiku que apreciera urbano, casi de interior y lejano de la Naturaleza, por contrario nos mete de lleno en ella. El paso del tiempo. Media luz, pero las canas se ven, entre las líneas rectas de las estanterías por las que el tiempo no pasa, el zapatero se llena de callos, arrugas y canas. ¡extraordinario!


El buey viejo
en sus ojos el reflejo
de este crepúsculo.

Los ojos son la expresión misma de la vida. Por sí mismos. Aquí, quien escribe les suma algo que le llega de fuera. A su vejez, otra, la del día. A esto quizá le llaman wabi-sabi.

cafetal en flor -
el brillo en los ojos
del cafetalero

Más brillos en los ojos. En esta ocasión, habrá quien piense en repetición cafetal-cafetalero, personalmente creo que no hace sino añadir carácter al haiku: naturaleza mediante, el trabajador se siente orgullosos de su trabajo, y esa reiteración se carga de sentido. Aún queda trayecto hasta llegar el olor del café de madrugada…

Otro pueblo
de ventanas oscuras.
Vuelta a casa.

Son grandes rasgos que convierten las cosas en escasas o pequeñas. Las ventanas de un pueblo, ¿son oscuras o claras? ¿quién repara? Pues un haijin a quien le genera un estado de ánimo, al entrarle por los ojos determinadas tonalidades que se repiten, curiosamente, en algunos pueblos. No es uno. Es otro.

noche de abril -
escribiendo sobre la luna
con luna llena

Posiblemente Abril sea de los 12 meses, del que más se escriba. La Luna es continua fuente de inspiración. Escribir sobre La Luna con ella en el firmamento, pareciera obvio, pero, aquí la maravilla, el haiku sorprende. Reitera y sorprende. Hila muy fino la haijin y acaba por brindarnos esta maravilla

Tarde nublada,
todo el color prendido
en las begonias.

Ante la grandeza gris de toda una tarde, TODO un color reflejado en unas simples plantas. Cuánto color puede llegar a ser un poquito de color y qué difícil es contarlo tan bien….

Interminable
La mañana de lluvia
en ese charco

La lluvia suele acabar en charco y el charco es pura lluvia. Medir el tiempo por lo que ocurra en un charco, a base de llover, solo lo puede hacer quien es capaz de tener la sensibilidad de manifestar todo el tedio y cansancio de un año de lluvias y lluvias a través de palabras reiterantes: interminable-lluvia-charco. Sencillamente transmite, emociona, pega bien de lleno.

Un abrazote
Crepitaciones / La niebla está calando / en el rescoldo
de Mavi
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