Noviembre 2010

[Elías]

Arbol sin hojas
-en el rincón vacío
la luz del día.

Recuerdo este haiku. Me parece extraordinario. Cómo tras dos versos que abundan en la nada (sin hojas y vacío) irrumpe esa “luz del día” llenándolo todo. Lo leo y lo releo…

mar entre rocas
el salto de un gorrión
a contraluz

Si el haiku tiene algo de fotografía, ésta es la clara demostración. Ese olor a salitre, la espuma entre rocas, el sol al fondo…toda esa inmensidad, para ser testigos de algo tan minúsculo como un pequeño salto de un mínimo gorrión…


Cae la nieve-
sobre todas las lápidas
el mismo blanco.

Posiblemente un haiku filosófico. La muerte todo lo iguala. Y si algo queda después, lápidas de ricos y lápidas de pobres, ahí está la Naturaleza y su nieve para volver a igualar. Fantástico.


Cerezo en flor.
Son dos los jilgueros
pero uno no canta…

El arranque con todo el simbolismo que en Japón tiene la flor del cerezo y la continuación, que parece encerrar un guiño al gran Kïto, nos llevan a penetrar en un ambiente de los clásicos, ¡qué regusto!


Otro domingo...
¡tantas flores abiertas
en el jardín materno!

Se parte de la rutina para dar de bruces con el haiku ¡sorpresa! La Naturaleza es cíclica, repetitiva, pero siempre nos reserva infinitas y maravillosas variaciones. Las sociedades, suelen crear desarrollos rutinarios, pero en cada cual está el captar todas esas infinitas y maravillosas ocasiones únicas.

sólo el ladrido:
en el zaguán oscuro
un perro negro

Las clásicas grullas blancas sobre la nieve, percibidas hoy como los más comunes perros negros en la cotidianidad de un zaguán. Son de nuevo los clásicos, y como ya se dijo, no seguimos su camino pero sí que buscamos lo mismo que ellos.


Lluvia !
Se mueve en la pared
la enredadera

La inmutable y sólida pared, se ve precedida de la fluida lluvia y seguida de la creciente enredadera. Una pared “emparedada” por pura naturaleza, para mostrarnos una extraordinaria imagen

Arrecia el viento;
se cruzan en el aire
hojas y gorriones.

Marca de la casa, con un primer verso que ya debiera tener copyright ; ) . ¡qué decir! Una maravilla

La tarde oscura...
el mugir de una vaca
entre la niebla

Oscuridad, niebla, y una gigantesca vaca de la que no se dice nada visual. Pero está, porque se oye. Si el haiku tiene mucho más que una fotografía, ésta es la clara demostración.

Entre la hierba
la mirada del perro
hacia el ganado.

No es lo que la haijin ve o siente, es lo que percibe que ve otro. Se crea un juego visual, donde la cabeza va girando del encuadre al sujeto, y del sujeto a objeto de la acción.

Río somero;
los troncos para leña
han retoñado.

¡Qué importante es el manejo perfecto del lenguaje en el haiku! Las palabras somero, tronco, leña, retoñado… suenan recias al tiempo que con algo de “solemnidad natural”. Seguramente porque todas sus vocales son fuertes, ni una débil. Y luego, la reiteración final en las “eñes”, que parecen invitar a vivir el momento del rebrote. Magnífico lenguaje para explicar la vida que puede volver a dar algo superficial. ¡uffffffffffffffffff!

Viento de otoño-
Los ciervos tumbados
en la pradera

¿Qué es el haimi? Pues esto. Uno lee esto y se te hace un nudo en el estómago, un pellizco que te produce escalofríos. Un universo de sensaciones en 17 sílabas, Casi nada y casi todo.


Gracias por compartir todas estas maravillas. Un abrazote, Elías