Abril 2011

Haikus destacados por los participantes del foro
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Elías
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Abril 2011

Mensaje por Elías »

No he leído los siguientes haiku o tercetos en sus foros correspondientes. Disculpad si repito o contradigo lo ya dicho en ellos.

Aves migratorias.
Se deshace la espuma
entre las piedras


Lo que a mi me viene a la cabeza: Una extraordinaria imagen. Juega con algo tan sólido y permanente como las piedras, con algo tan efímero como la espuma y con lo que se va… pero para volver, como son las aves migratorias. Del cielo lejano a lo que hay en los pies. Y llega, y mucho

Luz de otoño...
En la rosa china
un abejorro


Un marcado kigo que invita a pensar en tonos grises y hojas muertas para de repente meternos de lleno en la viveza de la rosa y un abejorro lleno de movimiento, sonido y color en ella. Impactante

Bajan girando
hasta el verdor del pasto
las hojas muertas


Hay imágenes de la naturaleza que son tan haiku, que nos vuelven, pero ésa es la maravilla del haiku: la mirada del haijin y la recreación del lector hacen que cada vez sea nueva, por matices, ¡tan diferente el asombro!
Lo muerto se mueve girando, lo vivo está tan quieto… ¡qué cosas tiene esta naturaleza!

la misma hora –
desde el mismo agujero
el grillo de ayer


El androcentrismo en el que solemos vivir, nos lleva a pensar que los ritmos circadianos pertenecen a esfera humana. Hasta los microbios los tienen. Y hasta las personas los podemos relacionar con los de un grillo. El suceso (biológico) que no para de asombrarnos por cotidiano que sea…

restos de lluvia –
la luz del día
suspendida en una gota


Es lo que ve, contextualmente, el haijin. Y por eso lo cuenta así. Toda la inmensidad de la luz del día, está ahí, en una gota. Suspendida. Sutil y receptivo como pocos

Canta un pájaro;
el agua negra de la poza
ha florecido.


Me permiten si no hablo ni de la poza ni del haiku propiamente dicho. Para mi este haiku daría para un debate. Imagino que un haiku es un haiku, en principio un texto que puede leerse ajeno a quien lo escribe. O tal vez así debiera ser. El problema es cuando se conoce la naturaleza del (la) haijin. ¿Un mismo haiku sería “diferente” si uno sabe que lo ha escrito Bashô o si sabe que lo ha escrito Kikaku? Por poner ejemplo. Quiero decir: Este haiku sin firma es lo que es. Si lo hubiera hecho yo, quien me conozca diría: el desastre de Elías ni se tomó la molestia de poner el nombre del pájaro. Pero en este caso, el que se diga “canta un pájaro” supone mucho más que lo que parece. El primer verso gana en matices, pese a lo que pudiera parecer. Si no se pone el nombre es porque el pájaro se oía y no se veía, y su canto tampoco era del todo reconocible, lo que abre mucho más cómo terminar de cerrar el lector el haiku. Lo dicho, me quedo pensando ¿un haiku es siempre el mismo haiku o podría variar según la naturaleza conocida de quien lo escribió?

a media noche...
el perfil de un caballo
contra las rocas


Es una imagen ciertamente enigmática, casi turbadora, pero al mismo tiempo y esa es su fuerza, llega muy auténtica. No se habla de sombras, es el perfil, en silueta, de algo veloz como un caballo sobre las contundentes rocas… se lee muy abierto pero la imagen se acaba pronto por cerrar.

Atardecer,
va menguando el verdor
de la montaña.


La luz del día cambia. Los colores no son, no existen, son reflejos de la luz y siempre dependerán de ésta, y ésta del momento en que la Naturaleza nos la quiera brindar. Matices, ¡tan del haiku!

caen los pétalos
de la flor del membrillo:
día de lluvia


El tiempo hace caer la flor del membrillo. Pero una imprevista lluvia hace caer no la flor, sino los pétalos de esa flor. Las inagotables formas de suceder las cosas y la incomparable manera de ser percibidas y transmitas de tan extraordinaria manera.

Ladera abajo,
los pequeños torrentes
cruzan la senda.


La montaña, la lluvia… no son motivos del haiku. Sí los pequeños torrentes que cruzan la modesta senda. Uno casi salta por no pisarlos imaginándolos. Sencillo, directo, vivido… cómo me gusta.

hierba amarilla –
vuelan sobre el barranco
los zopilotes


De la situación a la sensación. El haijin nos transmite lo que vive, esa especie de fotografía, que finalmente acaba por tomar vida en el lector genera un sensación, la de vivirlo… inequívoca señal del éxito, de que los tres renglones han llegado bien dentro.

Mejillones lavados.
En mis manos vacías
olor a mar


He llegado a dejar de comprar unos mejllones (choros) porque tenían demasiadas “barbas”. Pero alguien ha convertido un acto doméstico y habitualmente pesado en una evocación de la naturaleza. El chip no lo dominamos, sencillamente se activa o no, y en las circunstancias más inesperadas. Me gusta ese ir del fregadero al mar por medio del olfato.

Senda con grava,
al crujir de los pasos
ladran los perros.


Los perros recogen los agudos mucho más allá de lo que lo hacemos humanos. Para nostros hasta casi musical el sonido de las piedrecillas de grava unas con otras, resulta llamativo y hasta molesto para los perros, que se prestaron pronto a llamar la atención. Las sensaciones del caminante vinculadas a la reacción de los perros y percibidas al tiempo… y debo ser perro perdido porque ¡cómo me llegan esos pasos por la grava!

Gracias a todos y todas por estas cosas que tanto nos hacen disfrutar. Un abrazote
Crepitaciones / La niebla está calando / en el rescoldo
de Mavi
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