Octubre 2007

Haikus destacados por los participantes del foro
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María
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Octubre 2007

Mensaje por María »

Agradezco a Luís su ofrecimiento para seleccionar y comentar los haikus de este mes. Pasados los primeros instantes de susto he de decir que ha sido una grata experiencia y que he disfrutado mucho haciéndolo.


Aquí están las propuestas que más me han gustado. He elegido las que más me han emocionado e impactado, de una forma u otra . Los comentarios que hago son la forma de trasmitir lo que me ha llegado de cada una.

viento en contra
aún así
la mariposa

(Ib.Balan)

Me parece un haiku precioso, lleno de encanto y de ternura. Cuanto más lo leo más me conmueve. Un ser tan frágil como la mariposa y sin embargo, a pesar del viento en contra, a pesar la adversidad, ahí está. Una delicia.


Otros dos del mismo autor:

día nublado -
junto al camino ladra
un perro sin sombra




cuarto vacío -
las sombras de los clavos
en los muros



El primer haiku me sugiere mucha soledad, pues así me imagino al perro: solo, perdido en un día sin sol … y que por no tener, no tiene ni sombra.
En el segundo, la sombra contribuye, por el contrario, a aumentar la sensación de vacío.




mirando las nubes
como cambian
solo eso

(Santiago Larreta)


Solo eso, y nada menos, diría yo. Lo que me transmite este haiku sobretodo es presencia, contemplación, un estar ahí serenamente.




tan alta tapia
preguntadle al cuervo
qué hay más allá

(Santiago Larreta)

A veces pensamos que el mundo acaba donde acaba nuestra percepción de él. Pero ¿qué es lo que puede ver el cuervo y nosotros no? Misterio.



tarde sin viento
peinando la arena
del jardin

(Santiago Larreta)

Un haiku apacible que me trasmite mucha calma y serenidad. ¡Cuánta inocencia y cuánta ternura puede haber en los gestos sencillos de la vida!


lluvia otoñal,
la mariposa oculta
bajo una hoja.

(Maramín)


por las rendijas
se cuelan los gorriones
gotas de otoño

(J. L. Vicent)

Ambos haikus están llenos de candidez. Me despiertan ternura.



el tren se aleja...
aún queda la hierba
entre raíles

(J. L. Vicent)

Este haiku me sugiere dos cosas:
Una, la fuerza de la naturaleza frente a la mano del hombre.
Y otra, las sensaciones que perduran tras el adiós.



ya sólo queda
de los días felices,
la foto ajada.

(Luis Emilio)

Me remite al paso del tiempo, a lo efímero de la existencia. Un objeto nos recuerda lo lejos que quedan aquellas vivencias que, seguramente, un día creímos que durarían para siempre. Y sin embargo, descubrimos que no es así, que todos los estados son transitorios y que todo se va transformando.



cartón mojado
cubriendo a la mendiga,
toma su forma.

(Maramín)

Un haiku duro, que nos muestra otra cara de la realidad. Al igual que estos otros:


Mujer sin pecho,
en su mano un sostén
con su relleno.

(Rafael Costa)



pichón sin plumas
estrellado en el piso,
nido vacío.

(Rodolfo Langer)


De diferentes formas la vida nos puede presentar su lado más difícil y más amargo. Sobrevivir a la enfermedad puede ser en ocasiones una cuestión de decisión propia. Pero no siempre en la vida se tiene la oportunidad de sobrevivir, como en el caso de esta cría de pichón.



la media luz,
los verdes de los árboles
en verde oscuro.

(Maramín)


según me alejo
se van volviendo azules:
grandes montañas

(Luis Carril)

El aspecto de las cosas va cambiando a medida que otros acontecimientos también cambian - la luz, la distancia -. Así, nada es lo que parece.



txirimiri-
la mañana
sin sobresaltos

(Arthus)

Un día gris en el que, aparentemente, no pasa nada.
Un haiku puede tener la capacidad de remitir al lector a lugares y vivencias que forman parte de su historia. En este caso, el tixirimiri me remite a los años vividos en una ciudad, en la que esa llovizna acompañaba gran parte de los días.



La hormiga coge
la cáscara de pipa.
Canto de grillos.

(Pintura)

Una cáscara de pipa puede ser muy grande para una hormiga. Y a pesar de lo complicado que puede parecer la escena, el haiku desborda naturalidad y sencillez por todos lados.



luna plena -
algunos nísperos
ya están maduros

(Jorge Moreno Bulbarela)

Sencillez, contemplación, serenidad.


cae la bruma
entreabren sus alas
dos mariposas

(Salinaro)

Me pregunto que extraña relación hay entre la bruma y el hecho de que dos mariposas entreabran sus alas, Al igual que los dos anteriores me hace recordar los procesos sencillos y, a la vez, maravillosos de la vida.



Madrugada:
una flor se marchita
en el florero.

(Pintura)

Un haiku que me produce nostalgia y melancolía cuando lo leo. Al igual que este otro de Jordi:


día de otoño -
en las aguas del puerto
se hunde el verano

(Jordi Climent)




Nace un bebé.
Se marchitan las flores
del cementerio.

(Pi)

Los opuestos, los contrarios, los polos, la vida y la muerte, formando parte de una misma unidad.



Trueno lejano,
pasan a ras de suelo
las golondrinas.

(Orzas)

Cuando leo este haiku casi puedo sentir en mi piel la tormenta que se avecina, el olor de la tierra, el color del cielo, el sonido del vuelo de las golondrinas. Es un haiku con movimiento y que va directamente a los sentidos.

Y lo mismo me sucede con este otro del mismo autor:



Noche de viento,
en la alcoba se agitan
sombras de ramas.


Una maravilla.



De M. Asunción elijo estas dos propuestas:

Tras la lluvia
la luna nos persigue
de charco en charco



Calle tras calle
la estrella solitaria
a nuestro encuentro



Decir, sin más comentarios, que ambos poemas me resultan encantadores.



algas en la orilla
fieles a la forma
de la última ola

(Luis Carril)

¡Cuánta dulzura y cuánta añoranza tiene este haiku! Y a medida que lo voy releyendo se van acentuando aún más estas sensaciones. Precioso.



por la ventana
de un hotel de una estrella
constelaciones

(Luis Carril)

Me gusta el contraste entre la modesta estrella del hotel y la inmensidad de las constelaciones. Parece decirnos que el universo está ahí, al alcance de todos y que da igual desde dónde se mire, que es el mismo universo para todos.



Balsa de riego.
En la calma, el zumbido
de las libélulas.

(Palmira)

Me sugiere una escena llena de luz y me transmite serenidad cuando lo leo.



Parece quieta
mientras va desdoblándose
la hoja nueva.

(Palmira)

Hay sucesos que parecen imperceptibles a simple vista y que, sin embargo, están ocurriendo sin que la mayoría de las veces nos demos cuenta de ello. En este haiku la autora nos muestra uno de esos preciosos momentos: el desdoblamiento de una hoja nueva en un movimiento que parece inexistente. Un haiku maravilloso.



De pronto, el fuego
desmoronado en brasas
ya entrada la noche

(Raijo)

Cuanto más leo este haiku, más me gusta. Tiene toda la calidez, la calma, la apacibilidad que produce el estar al lado del fuego. Me transmite también la sensación del paso del tiempo, ese momento en que uno toma conciencia de que el tiempo ha pasado muy deprisa. Una preciosidad.



leve temblor -
atrapó el vuelo de la hoja
la telaraña

(Jordi Climent)

Me gusta mucho este haiku. Un hecho que puede parecer insignificante y pasar desapercibido cobra aquí todo el protagonismo y toda la fuerza por el empleo de palabras que muy acertadamente ha elegido el autor.




un suave rumor
recorre la plaza.
las hojas secas

(Gustavo Scarone)


Es un haiku muy sugerente. El suave rumor del primer verso recorre todo el haiku, acentuándolo al final al identificarlo con las hojas secas.



pace el rebaño-
las manos y el mentón
sobre el cayado

(Sergio Abadia)

Una imagen que me devuelve a mi infancia y me trae los sonidos, los colores y los aromas del campo.



Diseminadas,
manchas de polvo
al rato de chispear

(Raijo)

Un hecho puede provocar la reacción de otros, como en este caso. Como en la vida misma.



Amanece
en la calle vacía
olor a pan.

(Carlos)


Encantador. Este haiku me hace revivir al leerlo una escena cotidiana: el olor de la panadería de mi calle y el frescor de la mañana cuando salgo de mi casa cada día.




Y esto es todo, amig@s.
Ha sido un placer leer y comentar vuestros haikus. ¡Muchas gracias!

M. Elsa Pascual
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