Este mes de marzo han brotado miríadas de haikus cual floración de primavera. Fue laboriosa la selección tanto por la cantidad como por la calidad de los haikus publicados. Pero bueno, aquí están los que a mi humilde entender reúnen las mejores condiciones de excelencia. En todo caso, gracias a todos los participantes por las aportaciones, sugerencias, propuestas, correcciones… un auténtico tesoro de belleza contenida en tan parcos versos. Gracias mil.
Paco Ayala “Lentisco”
SELECCIÓN DE HAIKUS DEL MES DE MARZO DE 2024
Fresal en flor.
Hacia la alcachofera
los saltitos de un mirlo
Hikari
Vida a raudales: lo vegetal y lo animal en conjunción; quietud y movimiento en conjunción; agricultura y naturaleza indómita en conjunción. Así sea.
Cerrajas en flor.
En la sombra de un olivo
nace el cordero
Piluca C.P.
La flor amarilla exultante de la cerraja, el sobrio y oscuro olivo… el alumbramiento del cordero. La perfecta armonía de la naturaleza expresada y aunada en el instante.
grazna la urraca-
en el parque ese olor
del arroz caldoso
JL.Vicent
¡Qué profusión de sensaciones! El graznido del ave, el olor, el sabor incluso del arroz… la magdalena de Proust rescatando la memoria perceptiva del niño interior que contempla, se asombra y escribe…
Primeros calores-
Suben dos mariquitas
por las espigas
Encarna
Este albor de la vida que renace cada ciclo de primavera. Observar cómo late y se manifiesta en lo minúsculo, en la pequeñez de lo simple, en el germen de la totalidad. He ahí la mirada atenta del haijín.
tras el cabezo
las ruinas de un corral -
encaña el trigo-
Benrû
Lo que termina y lo que empieza. La ruina y el brote. En la soledad del secano, en comunión con el pasado extinto, la herencia y continuidad de lo sembrado que encaña hacia el fruto maduro…
Amanecer -
Del trino al chillido
un mirlo en vuelo
Gorka Arellano
Transición. Del amanecer al pleno día que despunta. Del leve trino al brusco chillido. Todo en tránsito, como el vuelo, como el despliegue incesante del tiempo que todo lo muda. La maravilla que acontece y nos acontece si estamos despiertos.
lirio de agua,
huele el perro la orina
del peregrino.
Bibisan
En este peregrinar sin apegos, ligero de equipaje, sin certezas preconcebidas de la existencia, el grácil lirio convive con el perro ordinario; el agua límpida con la orina excrementicia. Pura realidad que no puede menospreciar el haiku.
Orinar de noche.
El reclamo de un mirlo
en el limonar
Mavi
El acto fisiológico de orinar, producido en la noche, añade a la escena un ingrediente de intimidad que, unido a la llamada del mirlo en el contexto hortelano del limonar, trasciende lo escatológico en sagrado. Sutileza mística en lengua llana aureolada de sensaciones auditivas, olfativas, visuales, táctiles incluso. Un haiku redondo.
El búho ulula.
Los juncales se mecen
entre la niebla.
Felisa Zicari
Dotar al haiku de cierto halo de misterio sugerido es un factor que pondera, a mi juicio, el aware. Tal aquí: el ulular del búho (esa aliteración onomatopéyica…), la inquietante mecedura de los juncos, la niebla envolvente… Yugen en estado puro.
Un extracto de la selección se publica también en los perfiles de la comunidad en redes:
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