Febrero 2007

Haikus destacados por los participantes del foro
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Mavi
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Febrero 2007

Mensaje por Mavi »

Selección de febrero de 2007


Día invernal.
En el aire el reclamo
del afilador.


(J. L. Vicent)


Destellan chispas
sobre el rostro arrugado
del afilador


(Barbarroja)

Dos haikus muy sensoriales y de metro roto que tienen como protagonista al afilador, un ser de aura tan mágica que recuerda a los personajes de los cuentos. El primero muestra un clasicismo sin complejos; el segundo es un contraste entre niveles de materialidad.



junto a la fuente
el ánfora rajada,
moja la piedra.


(Rodolfo Langer)

De las piedras donde se apoyan los cántaros ya llenos, una se ha humedecido por mor de una grieta en el barro; tan natural y tan accidental como eso. Sentir la piedra, su color, el cambio al recibir el agua rezumada.Y decir solamente lo que puede decirse, para que el haiku no se arruine bajo el peso de nuestras ganas.



sin esperarlo,
los últimos charcos
se llenan de sol


(Viento)

La búsqueda de un estilo y el deseo de aportación son interferencias de las que todo haijin debe abstraerse continuamente. Algunas muestras de Viento como “Árbol caduco” o “Cuatro molinillos” están muy depuradas. Pero este haiku de charcos es además delicioso.



Se calla el perro,
tan sólo queda polvo
en el camino.


(Orzas)

De los numerosos haikus que cuentan historias, los que las cuentan bien son excepcionales. Y éste de Orzas es impecable: Perro-camino, polvo-silencio, callar-quedar, el prodigioso mundo de las oposiciones cruzadas.



pasa de largo
y entre rocas la tortuga
boca arriba


(Heras)

Especialmente en los seres con caparazón, la muerte puede quedar oculta por el gesto. Es difícil saber si lo que el agua trae es ya el cadáver de una tortuga. Contamos, eso sí, con unas pocas certezas: que la corriente anima todo lo que arrastra, que lo vivo tiende a oponerse a ella y que la muerte es en la naturaleza sólo un signo a interpretar entre otros signos: una trayectoria lineal y boca arriba que ya está durando demasiado.



puesta de sol-
en la basura
moscas y sombras de moscas


(I.L. Balan)

Mucho más grandes que las moscas, esas sombras que el sol paulatinamente alarga. El autor vuelve a trabajar con acierto la proyección descomunal de lo pequeño.



peral pelado
vino a posarse el cuervo
en una estaca


(Nanook)

¡Qué oculto está el secreto de este haiku! Tan bien enterrado que sólo podrá verlo quien tenga la suficiente paciencia como para esperar a que le salgan brotes a la estaca.



Tarde de viento,
el sol y la moscarda
sobre un cojín


(J.L. Vicent)

La luz, la mosca, un instante a resguardo del movimiento continuo del mundo, reposando sin peso al alcance de la vista... Y el regalo que es para el haijin tener eso: Una mirada que poner sobre las cosas.



Montes adentro;
recubierta de hielo,
señal de hielo.


(Luis Carril)

Una señal, una convención establecida entre los seres humanos y para los seres humanos... Aguzar el ojo y la mente y atravesar el hielo que la recubre para encontrar que, a fin de cuentas, el signo a descifrar era la noticia misma del hielo.



Castran las cepas
a pie de viña ardiendo
los rastrojos.


(Barbarroja)

Castrar la vid, eliminar su brote ineficaz, vigoroso pero improductivo. La violencia de la palabra no puede obviarse. Y es crucial. El haijin nos obliga a “entrar” por ese verbo para entender que lo que arde y se extingue por momentos era poco antes expansión ingobernable de la energía vital.



viejos hogares-
oscurece sus muros
el temporal


(Jordi Climent)

Una impresión de frío y abandono recorre estas diecisiete sílabas. Nos conmovemos ante la forma en que la tempestad ataca la vejez de las casas: Muros decrépitos que cobijan de la inclemencia, oscureciéndose y oscureciendo nuestras vidas.



Maceta en mano,
toda la calle huele
a menta fresca.


(Palmira)

Y, para acabar, un haiku aromático que nos recuerda hasta qué punto pueden ser intensas las sensaciones en el marco de la ciudad. Una maceta mecida al ritmo de nuestra marcha por calles de tiendas, coches y asfalto recalentado. Por donde pasamos, el aire parece renovarse, purificarse. Nos entra en los pulmones este haiku que quiere convertirse en medicina.


Gracias por compartir vuestros trabajos en el Foro. Que el mes de marzo nos sea igualmente propicio.
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