Diciembre 2007

Haikus destacados por los participantes del foro
Responder
Avatar de Usuario
Luis Corrales
--------------------
Mensajes: 307
Registrado: 15/Nov/2006 00:42
Ubicación: Viena, Austria
Contactar:

Diciembre 2007

Mensaje por Luis Corrales »

Comienzo la última selección del pasado año con mi más sincera enhorabuena a los participantes del foro, pues si fuésemos rigurosos y tuviéramos el tiempo preciso habría que destacar aquí el 80% de los poemas que son depositados en el Buzón del Mes. Me limitaré a los que más me han impactado.

sólo se ve
su pico abierto -
canto de pájaro


Un canto sordo de pájaro y un haiku lleno de misterio y encanto: ¿Es un trino inaudible? ¿Está el cantor demasiado lejos? Nos quedamos en todo caso prendados de su pico abierto.


El San Damián
junto a un orinal,
en el cambalache.


Recupera de forma sencilla una visión característica del mercadillo o de las tiendas caóticas: la mezcla inevitable de objetos de la más diversa índole, que en ocasiones cobra un sentido repentino a los ojos del poeta avezado.


El perro cojo
va dejando sus huellas,
un niño salta.


Interesante confrontación entre el perro cojo y el niño juguetón. Es curiosa la forma en que se han plasmado poéticamente las dos cadencias: la del perro -dos versos, un lento "va dejando"- y la del niño -un verso, final rápido y abrupto-.


Día de nieve -
un camino de huellas
que no regresan.


Bella estampa por la que termina asomando el estado de ánimo del poeta, subrepticiamente, con melancolía contenida.


jardín helado
saltando el gorrión
no deja huella


Tan sencillo y tan encantador... Al descubrir que el gorrión sobre el piso helado no deja huellas, volvemos a ser niños y a nacer a la poesía.


La casa en sombras.
Detrás de la persiana,
voces de niños.


Conseguida atmósfera de contrastes: lo oscuro, explicitado; lo luminoso, encarnado en los niños.


Golpe de viento.
Aparece la luna
entre las sábanas.


Como un milagro, como si un golpe de viento pudiese lanzarnos la luna a la cama. El buen haijin no necesita decirlo, tan solo sugerirlo con una simple constatación de dos sucesos simultáneos.


el acebuche...
se deshace el granizo
en la calzada


Maravillosa combinación de elementos. Tras los puntos suspensivos, nuestra imaginación se apropia del acebuche.


De nuevo viento,
y en las ramas del chopo
no quedan hojas.


El viento, incansable, volviendo al chopo ya desnudo. Una delicia.


En el arroyo,
vierte la tierrecilla
de sus zapatos.


Amable imagen de ¿la amada? ¿De un niño? Crucial uso del diminutivo.


Tendiendo ropa,
la braga de mi nieta
sólo una pinza.


Podríamos discutir si se trata de un haiku feísta o no. Yo me inclino por que no: la sonrisa que me provoca, la mirada cariñosa y el regusto tan amable me lo impiden.


El potro junto a la hoguera
El olor del polvo al quemarse


El milagro de estar vivo y de tener la capacidad de deleitarse con el acontecimiento mínimo y sagrado.


Cielo cubierto;
levantado el tablacho,
mea en la acequia


La poesía más esencial habla a través de ese mear, término que no podemos ahorrarnos si vamos a hablar de ello. Un haiku excepcional.


sin desparramarse
la orina del perro
sobre el asfalto


Equilibrios sorprendentes. Buena captura feísta.


La suciedad
debajo de las uñas...
Mi anciana madre


Hay una belleza escondida en las cosas cotidianas, antes de calificarlas como bonitas o feas. Para el haijin, su capacidad de descubrirla le lleva por caminos contrarios a lo establecido, a lo que damos por sentado. Cuando consigue romper el muro de lo convencional, entonces nos estremece.


El roquerío,
en él un árbol seco-
lejos, el bosque.


Imagen estupenda, la pequeña historia de un árbol fracasado, apartado del resto del bosque.


Alba invernal
la mitad de la cama
sin deshacer


Historia abierta, contada en tres versos. Muy sugerente.


amanecer:
la sombra del automóvil
se pasa el alto


Perspicacia sensorial en esta pequeña infracción: ahí está el poeta, para hablarnos de una sombra.


Frío aguacero.
El olor del bosque
llena la choza.


Los olores incontenibles que nos llenan por sorpresa, incluso en la ocasión menos propicia para nuestra sensibilidad. Pero ahí es donde nace este buen haiku.


sin amanecer,
se desliza la bruma
sobre el pantano


Como una sombra viva, latente, misteriosa y volátil, esta bruma que solo vive de la noche.


Helor del huerto
El filo de la azada
rebota en la tierra


Si hubiera sonidos esenciales de la tierra que nos sostiene, este se contaría entre ellos. Así se expresaría esa tierra dura, áspera, fría y vieja. Un haiku que atraviesa nuestros sentidos para posarse en la parte de nuestro corazón que guarda las cosas verdaderas.


Termino esta selección con una modesta petición: Al margen de que cada poeta tiene su estilo propio, a veces inconfundible, a los seleccionadores a los que nos gusta realizar la selección sin ir leyendo los nombres de los participantes (con independencia de que estos sean o no mencionados luego) nos ayudaría que no se utilizasen estilos de escritura reconocibles como negritas, separadores, colores de letra, espacios o saludos. Es decir, colgar los poemas con los mínimos adornos. Es por supuesto solo una sugerencia.

Gracias por vuestros haikus y hasta la próxima,

Luis
Responder