Enero 2008

[Miraalsur]

De Palmira: Por esa mirada llena de ternura que la lleva a plasmar momentos como el de este haiku. Una mirada que ya había percibido en otros de la misma autora que me llamaron la atención por lo mismo (el color de una pared después de un derribo, una entrada antigua de una sección de cine en un bolso que hace tiempo que no se usa…). Y por su forma de tratar el paso del tiempo: con nostalgia pero sin tristeza.

Resbala el viejo,
el niño con caricias
lo tranquiliza.



De JL. Vicent: En el siguiente haiku me parece que se palpa una cualidad del haijin que ya lleva mucho trecho recorrido en el arte de prestar atención. No debe resultar nada fácil, a no ser que se lleve entrenada la mirada, estar en un entierro (donde las emociones están a flor de piel o se está por compromiso y se quiere uno ir lo más rápido posible) y darse cuenta de que el enterrador tiene una suela despegada.

Cerrando el nicho,
la suela despegada
del enterrador



De Santiago Larreta Irisarri: Este haiku de Santiago nos muestra otra de las cualidades del haijin que es la paciencia, o como leí en el libro de Alberto Silva algo así como “ese invertir el tiempo en algo que aparentemente no nos da retribución alguna”. Transmite paz, tranquilidad, y ganas de sentarse a ver un atardecer olvidados del mundo.

atardeciendo
y el caracol, al fin,
junto a la piedra



De il.balan: Aquí el haijin se ha dejado atrapar por la seducción que ejercen las sombras, me lo imagino (y me permite verlo a mi también) hipnotizado frente a ese dibujo en la pared blanca que le está ofreciendo el destino. Un buen haiku de luz y sombra.

muro encalado -
la sombra de un pájaro
en la de un árbol


De Rodolfo Langer: Me transmite mucha ternura. Veo un viejecito con su bastón haciendo su paseo de todos los días y acompañado de su mundo de recuerdos. Y ese “recuerdos” que es algo subjetivo lo engarza de una forma tan natural que deja de ser algo subjetivo y se llega a materializar en algo que hace compañía, que camina al lado.

tras el bastón,
va siguiendo el rastro,
de sus recuerdos



De Radoslav Ivelic: Algo vivo muriendo y el sol inmutable. Este haiku de Radoslav me parece una maravilla, toca un tema que nos impone como es que todo siga su curso como si nada hubiera pasado cuando alguien muere… Un tema que sentirlo frente a la muerte de un
ser querido o imaginando el día de nuestra muerte puede que se dé, pero ante la muerte de un pez es mirada de haijin.

En el anzuelo
aún se agita el pez
y brilla al sol.



De Luis Emilio: Luis Emilio crea una atmósfera sin fisuras, algo inquietante… Quizás por el silencio me imagino que es de noche. Lo que ha logrado Luis Emilio al conseguir esa atmósfera de misterio creo que no es nada fácil y creo que es un elemento muy interesante del haiku.

en el silencio,
el ruido de una moto,
ladran los perros.




De Jorge Moreno Bulbarela: ¿Qué ha querido transmitir el haijin con este haiku? ¿Tal vez que estamos tan alejados de la naturaleza que no la tenemos para nada en cuenta, hasta el punto de que podemos decir al mismo tiempo que hay una salamanquesa en la casa y que la casa está vacía? ¿Haiku para que nos detengamos a pensar? Al menos a mi me ha hecho pensar.

casa vacía -
una salamanquesa
en la alcoba



De Viento: ¿Por qué al ver las pitas se le quita el hambre al haijin? No lo dice, no lo sugiere, no logro intuirlo y es cuando me doy cuenta de que eso poco interesa, porque este haiku tiene un “algo” que atrapa, y cuando es así para qué buscar explicaciones.

antes de ver
las pitas bajo el sol
estaba hambriento




De Maramín: Un bálsamo. Algo que nuestra convulsa sociedad necesita. Nos llena de paz ese ambiente que transmite Maramín; un ambiente que no necesitamos buscar lejos, lo podemos encontrar en el salón de nuestra casa. Cosas que a veces se nos olvidan, pero allí está el haijin para recordárnoslas.

La luna llena,
olor a crisantemos
en el salón



De Rafael Costa: Sensibilidad y ternura es lo que emana de este haiku de Rafael. Ha pintado un bello cuadro porque ha realizado una excelente descripción que va más allá de una mera descripción.

Lluvia en el prado,
las vacas cabizbajas
unen sus cuerpos.


De Orzas: le encuentro algo de magia a este haiku de Orzas, y hablo de magia cuando percibo algo que no se deja atrapar del todo y mucho menos explicar y que aparentemente es tan sencillo. Creo que la magia, o esa parte inasible que tienen algunos haikus, hace que no los podamos olvidar.

Tarde de invierno,
en un nido sin pájaros
caen las hojas.



De Gustavo Scarone: Sinceridad mana de todo este haiku o senryu o lo que sea, tanta sinceridad que he sentido envidia. Creo que la sinceridad a la hora de escribir haiku es algo sumamente importante. Gustavo lo ha conseguido de manera sobrada.

ocio infinito.
en una reposera
toda la playa



De M.Asunción: ¡Cuántas veces levantando la mirada al cielo vemos un avión y seguimos por unos segundos su estela! A veces, quizás, nos preguntemos adónde irá, otras sólo quedamos suspendidos de la “magia” que le impide caerse, esa ciencia que a veces puede dar vértigo, pero ahí está el haijin para mostrarnos dónde asirnos, dónde está lo eterno, lo que da paz.

Aquel avión
suspendido en el cielo
Atardecer


De María: en la estación del frío y en el invierno de la vida, María ve el sol, y lo ve porque es una realidad. Haiku tierno y sugerente.

porche de invierno -
en el pelo de la abuela
rayos de sol



De Mavi: Tocar el tema de la muerte no es fácil. Más difícil aún es tocar el tiempo previo de deterioro que nos encamina hacia ella, pero Mavi lo hace sin dramatismo, sorprendiéndose frente a algo como el estremecimiento de un cuerpo al asearlo, el cuerpo que aún responde cuando quizá ya su mente haya dicho basta. Creo que es muy propio del mundo del haiku ese tener muy presente la muerte.

Cercano a su fin
un cuerpo que aún se eriza
al asearlo



De Raijo: El poder de descripción de Raijo es un lujo; os puedo asegurar que si se cruza por mi camino un gato haciendo arcadas no pasará desapercibido. El poder de un haiku que describe algo impactándote es que nunca podrás pasar eso, vivirlo, sin prestarle atención. Y de eso se trata de “vivir atentamente”.

Por la cornisa,
un gato con arcadas
de trecho en trecho




De Pintura: Una mezcla muy interesante la de este haiku de Pintura. La desolación de un árbol sin hojas entre la tibieza de un sol de mañana y la del calor de esos gorrioncillos. Esa mirada que ve a parte de la naturaleza cobijando o acompañando a otra parte de la naturaleza me parece de lo más sugerente. Veo este haiku como un cuadro.

Sol de mañana:
en el árbol sin hojas
los gorrioncillos.


De Arthus: Este haiku de Arthus me dio una bocanada de liviandad. Asocié la sensación que me producía su lectura con una nube y cómo me pareció de lo más curioso me pregunté por qué. Y fue cuando me di cuenta de que la rama moviéndose delicadamente, el vuelo del gorrión, todo era como muy etéreo.

estremecida
la rama abandonada-
voló el gorrión



De Carlos: Haiku que atrapa, sugerente, y con un kire que es para analizar, pues produce un efecto mágico (difícil de explicar). Un acierto esos gerundios seguidos y la puntuación.

Por donde quieren
mis piernas, caminando,
lloviendo.


De Jordi Climent: De este haiku de Jordi lo que me ha impactado es el acierto del último verso “muerden la luz” , en teoría sería una metáfora porque la luz no se puede morder, pero está encajado dentro de una descripción tan buena que uno no lo ve como metáfora sino que ve la imagen. Me parece un logro excelente.

mar transparente -
las pinzas del cangrejo
muerden la luz