Marzo 2008

Haikus destacados por los participantes del foro
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Luis Corrales
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Marzo 2008

Mensaje por Luis Corrales »

A continuación, mi selección personal de los poemas presentados en marzo.


el olor del espliego
borra el peso
de este mundo.


Si bien no sé si lo clasificaría como haiku, bebe de una actitud vital que encontramos en muchos autores clásicos de haiku: la mirada sensorial que termina por provocar un arrebato poético-filosófico que implica a nuestra percepción global del universo. Muy hermoso en cualquier caso.


a pocos metros
solo los graznidos
entre la niebla


Tan lejos, tan cerca, que diría Wenders. Unos cuervos ausentes del poema que se hacen presentes a través de los sonidos, pues la mirada del poeta no termina de conformarse con el gris homogéneo de la niebla.


antes de llover
la última hormiga
con su hoja


Un haiku curioso y conmovedor. La última hormiga, ¿valiente, torpe, lenta o despreocupada por ser la última? -cuya insignificancia solo es tal a través de una mirada convencional- convertida en protagonista del poema.


Casi pisa una flor
que otros ya pisaron
sobre la acera


Cómo no recordar aquí el estupendo haiku de Luis Carril: "Casi pisar / un charco, y no pisarlo: / la luna en él". Aquí se añade el dramatismo de la flor ya pisoteada e ignorada por todos menos por el haijin, que siempre anda con los ojos bien abiertos.


jacaranda en flor -
a la sombra
un mendigo orinando


Contraste y feísmo conviven en este haiku rico en imágenes. Muy sugerente. De lo mejor del mes.


frío nocturno -
una arañita y yo
compartiendo el cuarto


¡Nada más y nada menos! Como Issa Kobayashi, que encontraba compañía en las moscas, o Frutos Soriano, que reparaba en minúsculas lagartijas. Delicioso haiku.


la niebla avanza -
un canario se posa
en el guayabo


De nuevo un haiku de niebla, casi como contrapunto al anteriormente comentado. El "duende" de este haiku reside, creo, en esa sorpresiva alianza de colores, como si una parte de la naturaleza, por arte de magia, se rebelase para no convertirse en gris.


Entre los charcos,
la boca del hormiguero:
sin tierrecilla


Remite al auténtico misterio de la naturaleza. Por su simplicidad, una haiku casi incomentable, y sin embargo...



Gracias por vuestros poemas y un saludo,

Luis
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