Julio 2008

Haikus destacados por los participantes del foro
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Luis Carril
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Registrado: 11/Ene/2007 15:37
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Julio 2008

Mensaje por Luis Carril »

Queridos amigos:

Debido sin duda a las vacaciones habéis sido inusualmente pocos –en comparación con otras épocas del año- los que os habéis animado a enviar vuestros trabajos a este foro. Pero me gusta pensar que no es por pereza vacacional por lo que los ausentes no han escrito, sino porque están recopilando haiku tras haiku en sus lugares de reposo. Pocos, sí, pero muy buenos, lo cual me propongo demostrar a continuación.

Quisiera comenzar con la colección de María. Toda ella me resulta interesante, pero me gustaría destacar un haiku que contiene una característica por la que siento debilidad: un kire brusco.

Brotes de higo
Se va ocultando el sol
entre los cerros


En alguna ocasión me he visto envuelto en un interesante debate sobre el kire y su poder con otros compañeros. Opino que un buen haiku no se asienta únicamente sobre un buen kire. Incluso hay haikus que no lo tienen, o que es muy tenue. Pero creo que un buen kire mejora mucho a un buen haiku. Con “kire brusco” me refiero a aquel que une (¿divide?) dos contenidos sin nexo aparente, los frota, los hace saltar chispas. Bueno, si el haijin ha estado acertado. Si no, no sucede absolutamente nada. En el caso que nos ocupa, María lo consigue. Me parece ésta del kire brusco una senda muy interesante en la que explorar. A ver si alguien más se anima en el futuro.

Muy interesante también la colección que envía Carlos, de la que podría destacar el haiku que comienza con Noche de San Juan, por su enorme plasticidad y acierto a la hora de combinar los elementos fríos, blancos, que en él aparecen, como contraste precisamente con la noche del fuego por antonomasia. Pero al final que quedo con el candor de

Agua de mar
en el cubo del niño,
de vuelta a casa


Adorable, aunque yo creo que ganaría quitándole la coma.

Me han gustado los haikus de Radoslav Ivelic que comienzan con los versos Sobre la tumba, y sobre todo La luna llena, en donde se hace evidente la sensibilidad del haijin, cuando se dedica a eso tan complicado –por tan sencillo- de estar.

Tarde de julio,
poco a poco la sombra
cubre el estanque.


Un haiku de libro, que comparte con nosotros el amigo Orzas. Impecable en lo formal, destila generosidad, humildad, gozo, plenitud, calma. Es el relato de un suceso colosal, con colosales protagonistas, pero con un tempo pianísimo. Es sosegada, pero intensamente bello. Y por encima de todo, despide de un indudable haimi, que gana con cada paladeo. Maravilloso.

Palmira nos inquieta con el haiku que comienza con En la penumbra, pero el haiku que me gustaría destacar de ella es

Mientras discuten,
el canario en su jaula
canta más alto.


porque es un haiku me atrevería a decir que típico dentro del repertorio de la autora. Es decir, un episodio cotidiano elevado a la categoría de arte al modo en el que el haiku consigue esto. Contiene gran cantidad de narrativa y, además es que estoy seguro de que su génesis es auténtica, vamos, que eso es lo que Palmira ha presenciado. Excelente.

Creo sinceramente que Gustavo Scarone es un haijin en continuo progreso. Toda su colección, sin destacar un haiku por encima de los demás, me parece plena de acierto y corrección. Enhorabuena, Gustavo, a seguir así, amigo.

Otra colección compacta y muy interesante es la que envía Mercedes Pérez. Si no me equivoco Mercedes no lleva demasiado tiempo compartiendo sus trabajos con nosotros en el Rincón. Pues bien, en este tiempo viene consiguiendo algo sumamente difícil: asimilar la ortodoxia del haiku, y a la vez, mostrar una definida personalidad en sus creaciones. No sé si esto es bueno o es malo, pero parecen los haiku de un haijin veterano, cuando se olvidado ya de las reglas que primero ha tenido que aprender. Echadle si no me creéis de nuevo un vistazo a haikus tan personales como Olla en remojo, Abuela y nieta, y Solo el verdín.

Y bueno, si es que esto importa para algo, a continuación quisiera confesar que mi colección favorita de este mes ha sido la de un verdadero veterano en el Rincón, que no es otro más que Jordi Climent (con el que puedes intercambiar, María, haikus de cormoranes, pues tiene uno genial, ya verás). La colección parece un dokujin temático de la luna, ¿no? Me fascina la idea que nos presenta esa de que la luna entra en las casas. Siempre me han gustado las sensaciones primarias, aquellas que nos asaltan cuando nos alejamos de nuestras comodidades modernas, y nos vemos devueltos al mundo como lo que somos: primates superiores, animales, grandes monos. Se interrumpe el entramado eléctrico, se va la luz y... ¡oh, la luna entrando en nuestra caverna! El que más me gusta es

primer café
alumbra la cocina
la luna llena


en donde la luna parece que juega el papel de compañera, en lugar de cuerpo celeste. Es amistosa, está de parte de esa persona que madruga, que necesita un café para ponerse en marcha, probablemente a trabajar, y que prefiere su luz genuina a la fría y obediente luz eléctrica. Me encanta. Me pregunto qué opinaría Ken Loach.

Con toda seguridad yo sé muy poco de esto como para sostener la siguiente afirmación, pero ahí va: Santiago Larreta nos envía mejores haikus mes a mes. Ea, esa es mi sensación. En constante progreso, se maneja cada vez con más desenvoltura y madurez como haijin. Y no me refiero a sus selecciones, sino a sus contribuciones diarias. De su envío me quedo con su simpático

todos los días
pase aprisa o despacio
me ladra el perro


A mi amigo mexicano Israel le tengo que agradecer el que haya puesto en palabras algo que he experimentado muchas veces y en lo que no había reparado hasta que él, que todo lo puede hacer haiku, lo hizo haiku:

noche de estío-
el sonido de dos grillos
como uno solo


Bueno, es de estos haiku tan perfectos que piden que no se les comente demasiado, ¿no? Simplemente quiero decir, a título personal, que en mi imaginación el acompasamiento de los grillos ha sido gradual y será sólo momentáneo, así es como me lo ha hecho recordar/imaginar este haiku maravilloso. Ahí queda.

Konstantin Dimitrov presenta, otra colección interesante y muy personal, como en él es habitual. Haikus como los que comienzan con la humareda, los dos senderos, tormenta de julio, así lo atestiguan. Llegados aquí, y en contra de mi costumbre, me gustaría entrometerme en el siguiente haiku:

brisa de monte
un buho cruza la luz
de la farola


porque, sin poder explicármelo muy bien a mí mismo, me da la sensación de que el primer verso no hace justicia a los fantásticos dos últimos. No sé qué os parecerá a vosotros o al propio Konstantin.

Alejandro Pintado ha rescatado de un campo encharcado una maravilla:

Campo encharcado-
La garza estira el cuello
hacia las nubes


y nada más. Punto. Ha hecho lo que tenía que hacer un haijin: dejar constancia de ese enigmático gesto por parte de tan bello animal en un haiku para mí perfecto.

Al trasluz rojo
de la blusa tendida
la luna ondea


Brillante. Genial. Animaría a Mavi a que compartiese con nosotros el proceso de gestación de esta delicia. Me intriga saber si ha debido “tallar” la expresión o si ha sido fruto espontáneo de la inspiración. ¡Mavi, cuéntanoslo, por favor! ¡Cómo lo haces! Fijaos qué detalle tan concreto se expone aquí: la luna ondea porque se ve a través de una blusa roja y traslúcida y sopla algo de viento. Yo lo he dicho en unas 30 prosaicas y torpes sílabas. Mavi ha compuesto con ello una de las más bellas estrofas de la literatura mundial, ya sabéis, de 17 sílabas y eso. Un haiku.
Humoradas aparte, de maestra.

Y ya por último, quisiera destacar también los haiku que comienzan con los versos en el bochorno, de Antonio, con un cierto sabor a Issa; entre las grietas, de Luis Emilio; y vuelta ciclista, de José Luis Vicent, por la agudeza sensitiva que demuestra el haijin.

Y bueno, me despido con una recomendación: no hagáis demasiado caso de todo lo que he escrito, excepto cuando os pido que tengáis presente que escribir el haiku es sólo el último paso de un saludable paseo.

Hasta el mes que viene, un fuerte abrazo.

Luis.
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