El silencio de Año Nuevo

[Mercedes Pérez]

EL SILENCIO DE AÑO NUEVO

No podía haber sido mejor. Al abrir los ojos y a pesar del cansancio que arrastro después de tantos días de festejos, comilonas y una fuerte gripe, hoy, día uno de enero de otro año más, ha amanecido soleado, y este acontecimiento tan aparentemente normal, me ha hecho sentir un gozo indescriptible, como si esos primeros rayos de sol del año, cayeran sobre nosotros llenos de bendiciones y buenos augurios. Parece increíble que la sola presencia del sol, sea capaz de borrar de un plumazo todos los negros pensamientos, las malas sensaciones que el cansancio y la gripe han dejado en mi cuerpo.

Por las mismas ventanas que quedaron a medio cerrar y un tanto churretosas, después de contemplar los Fuegos artificiales que de forma desordenada iluminaron el cielo al poco de las 12 de la noche pasada, ahora entra el sol, dibujando rayas en las flores diminutas que adornan la funda de mi edredón de plumas. Me arrebujo en él y me quedo mirando no sé dónde, un rato que deseo prolongar todo lo posible.

Los restos de la fiesta de anoche están desparramados por los rincones. Copas de cava medio vacías, turrones mordisqueados y cuencos con restos de uvas. Se ve que no todos fueron capaces de acabarlas junto a las campanadas del reloj de la Puerta de Sol.

Quiero empezar el año caminando por la dehesa, huir del caos que se ha apoderado de la casa en tan solo unas horas y nada más salir al jardín, soy consciente que por primera vez en muchos días, no hay ruidos; las bocinas estridentes, las voces nerviosas de los padres desentrenados, la lotería con sus niños de San Ildefonso, todos parecen dormidos. Hasta los perros han dejado de ladrar después de tanto estrés con el suplicio de los petardos.
Me emociona ese espacio que dejamos vacío, dando un respiro para que otras cosas más armónicas, lo llenen, aunque sólo sea por un leve instante. ¡Qué lujo perderme en ese maravilloso silencio en el que sólo se oyen las voces de los pájaros!

Ayer estuvo lloviendo casi hasta la media noche y la lluvia brilla en el verdor de los pinos y las encinas, más aún con este sol que hace de ella, la lluvia, el mejor de los adornos navideños. Ningún artificio humano podrá nunca igualar esa luz atrapada en las gotas de lluvia que temblorosas se van desprendiendo poco a poco, llevando dentro ellas el sol hasta la tierra.

Algunas nubes comienzan a aparecer en el horizonte. Vienen de dónde suelen venir las nubes en esta época del año, del Noroeste. Al contemplarlas me detengo en los montes que se ven nevados y me gusta que aun de lejos, pueda ver la nieve.

El frío empaña mis ojos con lágrimas que enturbian levemente el camino embarrado que transito. Me hace gracia escuchar el ganado hambriento que bala y muge. Ellos no entienden de fiestas y hoy la comida de apoyo, se retrasa.

Ya estoy cerca de “mi roca”, esa que el zorro y yo visitamos de vez en cuando y desde la que contemplo los montes y escucho los pájaros. El hijo de mi hermana me preguntó que por qué era mi roca y le dije que un día la encontré y me di cuenta que me gustaba mucho su forma de tortuga. En realidad, ella me eligió a mí y me da permiso para que la corone y me siente en ella a disfrutar de lo que allí se siente. Tiene algo especial esa roca.

Llevan mucha agua los arroyos y las torrenteras que se pierden entre la hierba que reverdece a pesar del invierno. Debajo de los zarzales brilla su discurrir y mientras miro como se mueve, sonora, entre la penumbra de un ramaje lleno de púas, veo que como sale a la luz del camino sin mostrar temor alguno, un gazapillo, y detrás de él ¡una cría de visón!. No puedo creer lo que ven mis ojos. ¡Están jugando juntos! Esta imagen de pronto se me antoja de cuento idílico, irreal, infantil, soñada… Pero allí están los dos, delante de mí jugando, saltando con una inocencia que me conmueve el corazón y me hacen sentir de nuevo, una privilegiada. Siguiendo la inercia de su juego, vuelven a meterse entre las zarzas y sin poderlo evitar, les pierdo de vista. No importa. En mi retina quedan mientras viva, sus correteos de fábula en la primera mañana de Año Nuevo.



Sol de Año Nuevo;
con el corazón henchido
miro las nubes.




Saludos, Mercedes

[Maramín]

Entre otras cosas me ha admirado el jugueteo de esas dos crías, parece irreal...

Excelente el senryû de cierre.

[Mercedes Pérez]

Gracias Maramín, sí que fué algo sorprendente ser testigo de algo así. Gracias también por lo que comentas del Senryû aunque yo más bien lo calificaría como haiku intimista, sin estar tampoco muy segura de ello, porque verdaderamente a veces es complicado distinguir. En este caso, no había intenciones de dobles sentidos, ni ironías ni nada parecido, así que creo, que se trataría mas bien de un haiku intimista. No sé si estaré en lo cierto.

Un saludo, Mercedes :wink:

[jorgebraulio]

Mercedes
tu prosa es transparente. Logras que uno vea cada escena, que sintamos ese silencio inefable de tu Año Nuevo.
Y de senryu, nada. Fuiste notaria de lo que tu corazón sintió sin pedirte permiso.

Saludos desde La Habana

[JL.Vicent]

Mercedes, comparto al cien por cien lo que afirma jorgebraulio. No es ni será nunca senryû lo que se escribe desde el corazón; ni siquiera creo que el haiku de colofón a tu haibun sea exactamente intimista en el sentido japonés. Pero vuelvo a repetir que estoy con jorgebraulio en que no es senryû; pues el senryû lo es sobretodo porque al margen de que puedan intervenir asuntos humanos o sociales del tipo que sean, interviene el pensamiento, la idea, el juego de ironizar, burlar, satirizar...; porque para iron¡zar o simplemente bromear, se requiere idear, pensar la estrategia del sentido que vamos a darle a los acontecimientos y a los sucesos humanos. Pero ni siquiera podemos confundir "haiku filosófico" con "senryû". Se puede hablar de variedad del haiku: profundo, leve, triste, gozoso, delicado o satírico e incluso tomar plenamente los rasgos del senryû.
Felicidades por tu haibun y por el silencio de Año Nuevo.

Salud

[Mercedes Pérez]

Gracias Jorge Braulio y JLVicent... :D Me alegro que deis vuestra opinión que me ayuda con su perspectiva....

Muchas gracias de nuevo, por vuestras palabras de aliento.

Con cariño, Mercedes :wink:

[Elías]

Mercedes, me parece sencillamente impresionante, sobrecogedor ... emocionante. No quisiera ser pesado ni excederme de calificativos. Posiblemente emocionante, sí, sea lo que más se acerca a lo que me ha hecho sentir.
Personalmente, aunque es posible que la parte del jugueteo animal sea la más impactante seguramente para ti que tuviste la suerte de vivirlo, son las dos terceras partes primeras del haibun las que me pusieron los vellos como escarpias (que decimos por la tierra). Lo churretoso de las ventanas o el arrebujamiento en el bendito edredon de plumas, para salir, muyyyyy despacio, paso a paso, por el jardín, calles y hasta la dehesa y su, perdón, tu roca. Se palpa el silencio, se siente el respirar de los perros al fin doblados, su vaho...
La tierra, los vegetales, los animales, las nubes... no hay detalle del que no disfrutar. Tanto detalle, lo habitual, es que diera cierta sensación de abigarramiento, de amontonamiento.... y sin embargo es justo lo contrario: salir de los restos de la fiesta a la libertad... a la Naturaleza. ¡Qué sensación!
Sobre el haiku... empleas unos términos que me traen circunstancias muy particulares, y por tanto no sería imparcial. Dejo a buenos expertos su opinión. Si bien, sinceramente, cuando uno está ante un hermosísimo pastel, me importa poco si la guinda es roja o verde. Me has emocionado y eso, no es poca cosa.
Un abrazote y gracias.

[Hadaverde]

Me ha emocionado profundamente tu haibun Mercedes. Gracias por compartir ese maravilloso silencio de año nuevo.

Un beso.

[Mercedes Pérez]

Gracias Elías y Leticia por vuestras palabras. La verdad es que me alegra mucho poder compartir con gente tan maja como vosotros estas experiencias tan íntimas.

Con cariño, Mercedes :wink:

[Juan Carlos Moreno]

Mercedes.-

Una prosa con sabor haiku estupenda. Me ha tenido todo el rato prendido de cada línea, de cada letra. Transmites con acierto colores,sonidos, sutilezas; abundantemente. Da ganas de visitar esa dehesa y recorrer esos rincones y sentarse en esa roca con forma de tortuga...

Me ha gustado mucho

Un Abrazo :wink: