Voy en el metro, una vagonera* sordomuda pasa dejando sus productos en los regazos de los pasajeros o, en su defecto, en sus mochilas; su semblante es serio. En la siguiente estación se sube otra vagonera, es una mujer de origen indígena, con su bebé en su espalda; ella también tiene una expresión seria. Pero cuando ambas se encuentran sucede la magia: se sonríen. La mujer sordomuda acaricia al bebé de la otra mujer. Sus duras condiciones de vida se olvidan por un momento, bromean un poco.
Conmovido hasta por la escena, se me ocurre:
Dos mendicantes
se encuentran en el metro
Y se sonríen.
*Vagonera, ro: así se les llama, coloquialmente, a las personas que se ganan la vida de manera informal en los vagones del Metro de la Ciudad de México.
Felicidad y zozobra
Felicidad y zozobra
Profundamente emocionado por seguir vivo, hora de remendar mis ropas.
Santôka
Santôka