Mesura y falta de mesura en el foro de Tercetos

[Luis Carril]

Apuesto a que fue totalmente ajeno a la intención de su gestador, Luis Corrales, pero el foro de Tercetos (ejemplo de cómo la necesidad crea al órgano), que en ocasiones aprovechan los haijines para exponer los trabajos que consideran demasiado alejados del haiku, ha devenido también en un lugar en donde esperan determinados participantes a hacer el suficiente acopio de méritos que les permita obtener el acceso al foro de Haikus.

Debo confesar que tal aspiración me parece muy comprensible, muy humana y sobre todo muy legítima. Pero también me parece que colocarla en el primer lugar de las aspiraciones de un haijin es absurdo. Todos perdemos la perspectiva a veces, y lo que es peor, no siempre somos capaces de darnos cuenta y de detenernos a recuperarla. Respiremos tranquilamente y hagámoslo. ¿Qué es el foro de Haiku? El foro de Haiku es cierto subapartado de cierto apartado de cierta página de internet creada –con todo su cariño- por cierto particular. Ni más ni menos. Si empleamos todo nuestro esfuerzo en conseguir acceder a ese inexplicable Valhalla, ¿cuánto de esfuerzo nos queda para poner a disposición del estudio, de la práctica y del amor al haiku? ¿Acaso no era eso de lo que se trataba?

Por Dios, espero que nadie advierta en mi continuación asomo alguno de soberbia, pero os voy a pedir que me dejéis jugar al venerable anciano oriental -tan alejado, en todos los sentidos, de lo que soy- y me permitáis ya no contar sino al menos balbucear una historia. Tal vez me ayude a explicarme un poco más.

Imaginemos a dos haijines. Imaginemos su labor a lo largo de una estación, digamos una primavera. Uno, ha recopilado, durante ese tiempo, veinte haikus, ya sean meros esbozos, ya perfectos perfiles siguiendo el dictado del inusual susurro de las musas. Otro, ha recopilado ciento veinte. Durante esa primavera, un haijin ha empleado su tiempo dedicado al haiku manteniendo vivas en su memoria y en su corazón, las emociones de los momentos que sugirieron sus haikus, ajustando a ellos las palabras, las siempre esquivas palabras. Otro ha aprovechado su tiempo para escribir sin respiro un haiku detrás de otro. Al final de la primavera, un hajin ha obtenido cinco buenos haikus, el otro, también. Pero al empezar el verano, el primer haijin será mejor que el segundo, habrá crecido como tal, tendrá la sensibilidad un grado más aguzada, la expresión otro tanto más diestra. Como buen haijin, estará un paso más cerca de la vida y del mundo. El segundo haijin, esperará que después del verano, el azar le eche una mano en su burdo “prueba y error, prueba y acierto”. A cada estación que pase, la diferencia entre un haijin y otro se irá irremediablemente acrecentando. Y no tanto porque su número de haikus satisfactorios difiera sustancialmente, sino porque el primero será el único de los dos que haya sacado verdadero provecho, como persona, de la venerable tarea de ser haijin.

Saludos a todos.

[Viento]

Amén.

[Luis Emilio]

Pal, tienes toda la razón.
Yo siempre pienso que Basho nunca necesitó que alguien le diera el " título de jaijín" , simplemente se dedicó a observar el mundo y a escribir, a ver el universo en una gota de agua.

De todos modos, día tras día vemos como jaijines con diploma colocan en el foro de haikus ¿poemas? que nadie entiende o que no tienen sabor de haiku.

Lo mejor es ser humilde , como decía el canónigo Ceferino Pómoro ( citado por el "maistro")
Mi humildad es mi orgullo.

a bientot