Hola, gente. Quisiera añadir a nuestra muestra de asombros afines un poema de Jorge Guillén que me causó una honda impresión que no me ha abandonado desde que lo leí, hace ya años. Jorge Guillén, en mi opinión, se distingue especialmente en la pulcritud y precisión de su expresión. No tengo dudas de que, en ese sentido, hubiese sido un excelso haijin. Pero lo que nos importa, el asombro, esa fase previa a la escritura, también parece en este ejemplo estar extraordinariamente cerca de aquellos de los que el haiku se nutre. No sé, hay algo que no, pero que sí. Supongo que, de algún modo involuntario por parte del autor, este poema tiene haimi o algo de sabor muy parecido. ¿No creéis? Tanto si sí como si no, espero que disfrutéis de...
PERFECCIÓN
Queda curvo el firmamento,
compacto azul, sobre el día.
Es el redondamiento
del esplendor: mediodía.
Todo es cúpula. Reposa,
central sin querer, la rosa,
a un sol en cenit sujeta.
Y tanto se da el presente
que el pie caminante siente
la integridad del planeta.
Un abrazo.
Asombros afines: Jorge Guillén.
- Luis Carril
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Querido Luis: te agradezco profundamente la posibilidad de leer este poema maravilloso que no conocía.
Y tanto se da el presente
que el pie caminante siente
la integridad del planeta.
Es difícil decir bien lo que el poeta dice, y creo que tal vez más difícil aún sujetándose a la rima.
Creo que es un buen ejemplo de "asombros afines", como has dado en llamar a estas cosas...
De todos modos, el asombro es un estado vital tan potente y hermoso...Es más, yo creo que el agradecimiento, -otro estado que me parece maravilloso-, es si no hijo, medio pariente del asombro...creo que plenitud-milagro-asombro-agradecimiento- están emparentados como emociones, que tal vez se nutran de la misma raíz.¡Tantas cosas son hijas del asombro que no es para asombrarse que no solo el haiku lo sea!(je)...En fin, sin tantas vueltas, la poesía "no-haiku" también se nutre del asombro, como en este caso.Tal vez, acaso el misticismo, la filosofía e incluso la ciencia sean hijos del asombro...
Nunca olvidaré a una querida profe de filosofía que en su primera clase nos recordaba que para Sócrates, el niño y la mujer eran los grandes protagonistas del asombro, y por lo tanto de la filosofía...
Muy bueno tu aporte!
Hasta la próxima y un abrazo
Y tanto se da el presente
que el pie caminante siente
la integridad del planeta.
Es difícil decir bien lo que el poeta dice, y creo que tal vez más difícil aún sujetándose a la rima.
Creo que es un buen ejemplo de "asombros afines", como has dado en llamar a estas cosas...
De todos modos, el asombro es un estado vital tan potente y hermoso...Es más, yo creo que el agradecimiento, -otro estado que me parece maravilloso-, es si no hijo, medio pariente del asombro...creo que plenitud-milagro-asombro-agradecimiento- están emparentados como emociones, que tal vez se nutran de la misma raíz.¡Tantas cosas son hijas del asombro que no es para asombrarse que no solo el haiku lo sea!(je)...En fin, sin tantas vueltas, la poesía "no-haiku" también se nutre del asombro, como en este caso.Tal vez, acaso el misticismo, la filosofía e incluso la ciencia sean hijos del asombro...
Nunca olvidaré a una querida profe de filosofía que en su primera clase nos recordaba que para Sócrates, el niño y la mujer eran los grandes protagonistas del asombro, y por lo tanto de la filosofía...
Muy bueno tu aporte!
Hasta la próxima y un abrazo
el ruiseñor/ unos días no viene/ otros dos veces (Kito)
- Luis Carril
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Hola, Claudia. Sí, parece como que el agradecimiento fuese la consecuencia normal después del asombro en la gente de bien, ¿no? "Gracias por ésto".
En cuanto al poema, es un placer poder compartirlo con vosotros. La verdad es que me fascina desde hace ya muchos años. Esa brevedad y esa concisión refiriéndose a un asombro de tamaño planetario, encajado, como bien dices, en una rima tan grácil, es realmente impresionante. En general, apuesto a que su libro "Cántico" hará sentirse en sintonía con él a cualquier haijin.
Un abrazo.
En cuanto al poema, es un placer poder compartirlo con vosotros. La verdad es que me fascina desde hace ya muchos años. Esa brevedad y esa concisión refiriéndose a un asombro de tamaño planetario, encajado, como bien dices, en una rima tan grácil, es realmente impresionante. En general, apuesto a que su libro "Cántico" hará sentirse en sintonía con él a cualquier haijin.
Un abrazo.