Un perro

Exposición, intercambios y comentarios de poemas haiku
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Luelir
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Mensaje por Luelir »

Hola Mavi.
Si lo de JL., lo había entendido al revés.

Sobre el Haiku de Momiji han pasado varios años y algo se mueve en el Haiku, pero quiero señalar que en el de Arce existe un detalle que por momentos y, aun pareciendo similar al de Hicari, no lo es.
En el de Felix comienza por un "también" y esta palabra puesta al principio del Haiku hace referencia a otra acción similar que no está pero que la sugiere y enfrenta al Haiku que nos propone Momiji. Esta es la gran diferencia entre los dos poemas.

Un abrazo.
Luelir
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Barbarroja
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Mensaje por Barbarroja »

Buenas tardes compañeros.

En este debate surgido a raíz del haiku de Hikari, me encuentro un poco entre las dos tierras o planteamientos que defienden Luelir y Mavi. Por un lado estoy de acuerdo con lo que creo que Mavi ha querido decir con eso de que "un gesto es un haiku". Un gesto puede reunir todas las condiciones para llegar a ser un haiku, lo que evidentemente no quiere decir que cualquier gesto pueda convertirse en un haiku. Por otra parte también entiendo lo que creo que quiere decir Luelir en cuanto a que determinados gestos pueden no reunir los requerimientos mínimos para hacer de él un haiku. Un gesto puede resultar irrelevante, puede manifestar una falta de tensión o contraste, y en consecuencia el haiku seguramente adolezca de ese pellizco, sorpresa o aware tan característicos del género. Creo que con el haiku de Hikari pasa un poco esto, que resulta ser un gesto tan minimalista, tan depurado que al lector le falta un asidero, un punto de referencia desde donde poder hacerlo suyo e interpretarlo. El haiku está ahí, inmaculado, tanto que al lector le resulta imposible mancharse las manos.

A ver qué opinan otras voces.

Un saludo a todos compañeros
Vivir en la miseria
el agua fluye.

Taneda Santôka
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JL.Vicent
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Mensaje por JL.Vicent »

Respecto al tema del gesto en el haiku, también sería interesante determinar si es solo propiamente respecto a lo humano o no. Y no he podido evitar el recuerdo de este hilo y la recopilación de Barbarroja.

http://www.elrincondelhaiku.org/foros/v ... highlight=

También hay que distinguir la importancia del gesto cuando este muestra lo natural e intrínseco tanto del ser humano como de cualquier otra especie animal; y así mismo el cómo se integre este en el conjunto del haiku. Pero una cosa sería que el haiku en cuestión emplee la contraposición de imágenes, que muestre claramente dos polos, y otra es que el haiku focalice en extremo el aware, el gesto propiamente, sin más. La belleza resultante no sería tanto una cuestión de corrección téncica del haiku en sí como de la plena captación de la esencia pura de una expresión no verbal —gestual— de los seres vivientes.

A veces un haiku como el que compartió la compañera Hikari, es suficiente para conmovernos a unos y otras veces un haiku como el suyo puede adoptar otras formas, otros awares. Como ensayo pongo un ejemplo:

Un perro vuelve
la cabeza hacia el amo -
Las amapolas

Pero según este, que no es más que una posibilidad entre un millar, no parece querer señalarnos, o dejarnos a solas, con la plenitud de un gesto completo, sino con otra cosa, con esas flores según este ejemplo.

Gracias a tod@s por vuestros aportes.

Salud :wink:
Cuando sobre la tierra todos reconocen la belleza como belleza, así queda constituida la fealdad. Lao-Tse
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Hikari
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Mensaje por Hikari »

Buenos dias compañer@s, deciros que sigo los comentarios tan ricos aportados por vosotros y estoy sorprendida de la vueltas que se le pueden dar a un haiku o terceto. Sigo aún sin saber lo que es, cada comentario que leo me parece acertado y cada uno descubre más cosas sobre este camino.
Por aportar alguna cosas más del momento que viví y siguiendo el hilo de J.L. el cual parece que me haya leído el pensamiento, ya que ayer quise aportar otra versión o versiones del haiku, que en ésta ocasión no publiqué como otras veces hago cuando tengo dudas, pero el lugar donde me encontraba no me permitía disponer de ordenador sólo del movil, así que lo dejé para hoy.

Estos son los borradores que tengo de ese momento, aparte del ya publicado:

Por el camino,
hacia el amo alejado
se gira el perro

Antes de seguir...
adelantado el perro
mira hacia el amo

Un perro vuelve
la mirada hacia el amo
Las madreselvas

Las madreselvas
Hacia el amo alejado
se gira el perro

Las madreselvas
Adelantado el perro
mira hacia el amo

El por qué descarté estas versiones pues sería un poco largo de explicar, pero entre ellas: por depurar, porque alguna se podía malinterpretar, porque las madreselvas estaban...pero también había el aire, el atardecer, otras flores y plantas, el camino etc., por ser fiel al aware, porque lo que me impactó y me hizo sentir la relación del perro con su amo que no al revés; fue ese giro de cabeza del perro, para establecer contacto con su amo, antes de continuar oliendo las madreselvas entre otras plantas.
Para transmitir lo que sentí era importante poner ese "y después sigue" porque el estado del perro no era igual antes y después de esa mirada.

Tampoco se ha hablado del otro elemento que surge en el haiku: el amo (¿tiene la misma relación que el perro con él?, ¿el amo miró al perro a su vez o no lo hizo? ¿también él había perdido de vista al perro?)
La duda de la versión que puse en tercetos fue ese tercer verso, ya que con los dos primeros no la tuve.

El motivo de publicar esta versión?... pues realmente después de dejar reposar esas otras que he puesto, releerlas, recrearlas y sabiendo que en el haiku el hecho de haberme decidido por poner la versión de las madreselvas hacía que cumpliera los requisitos de las dos imágenes...mi intuición me dijo que debía dejarlo tal cual y publicarlo en tercetos.

Un perro vuelve
La cabeza hacia el amo...
y luego sigue


Puede que no sea un haiku o puede que sea un haiku sin pellizco... para mí no es importante ya que el hecho de haber sentido ese momento me ha dado una nueva perspectiva de la relación entre los perros y los amos y ésta es una una vivencia que nadie me puede quitar.
Yo tengo un perro que tiene quince años y aunque le quiero y disfruto de mi relación con él, no fue hasta que no observé ese otro perro con su amo que no fui consciente de la dependencia y el desvalimiento de los perros sin su amo a través de esa gesto mínimo y esa mirada que como un hilo invisible los enlaza.
He tenido que salir del haiku y mirarlo desde fuera para poder razonar y exponer esta reflexión que comparto aquí.

Sobre el debate me surgen varias preguntas:
¿Todos los haikus cumplen todas las premisas de lo que es un haiku?
¿ Hasta que punto el haijin está obligado o no, a ser fiel al momento vivido y a lo que quiere comunicar para que entre en la categoría aceptada por una mayoria de lo que es un haiku?
¿Tienen sorpresa todos los haikus que nos conmueven?

Recuerdo algunas cosas que dice Vicente Haya en su libro “Aware”
-Lo mínimo que sucede tiene una importancia capital. pag.54 (salvando todas las distancias con el haiku que pone de ejemplo en ese apartado).
-Se trata de captar la invisible relación entre las cosas. Pag.237 (“para los orientales el mundo es relacional” “lo que no está relacionado simplemente no existe”
-El primer requisito de un haiku es la inocencia. Pag.31

Y muchas otras condiciones elementales del haiku que Vicente Haya nos enseña en ese libro de una manera tan hermosa, las cuales no siempre cumplen todos y cada uno de los haikus que nos conmueven, siempre a mi parecer.

Muchas gracias Luelir, Mavi, J.L., Barbarroja, por todas las aportaciones y lecciones que hay en cada comentario, suponen un valioso enriquecimiento para todos los que seguimos este camino y nos invitan a seguir profundizando en él. Es un placer leeros.
Un abrazo!

:D :D
"Un poema puede sugerir un instante. Y en ese instante está el universo entero."
Chantal Maillard
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JL.Vicent
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Mensaje por JL.Vicent »

:) Lo que debes tener claro, Hikari, es que los 88 puntos fundamentales que establece Haya en ese libro para entender el haiku …, no te cabrían en un solo haiku…, y no te digo más. :lol: :lol:

Salud y gracias por las explicaciones; como ya mencioné antes, para mi al menos, tu haiku llega y conmueve. :wink:
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Luelir
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Mensaje por Luelir »

Como realizas preguntas quiero contestarte desde lo que percibo, hasta hoy, que es un Haiku.

Todos los Haikus, en castellano, deben cumplir aquello sin lo cual deja de ser Haiku. Lo esencial del Haiku, a mi parecer, contrastado con Haijines de Japón es:

• En tanto que poesía debe tener métrica y ritmo. Ellos hablan de 5/7/5 moras equiparables a nuestras sílabas. ¿Es posible en castellano? La respuesta es si. Que hacemos Haikus con otros ritmos también es cierto, pero tendremos que tener claro hasta dónde nos podemos separar y poder mantener el criterio de que con esa nueva métrica sigue siendo Haiku.

• El Kigo para los japoneses es esencial debido al cómo nació el Haiku del Hokku, primera estrofa del Renga. Posiblemente, aunque no lleve Kigo (mu-kigo), siempre que el objeto de ese Haiku sea la naturaleza, puede ser suficiente, para no ser tan esclavos de las tradiciones japonesas.

• El Kire, es la pieza fundamental del Haiku, es ese corte que enfrenta, relaciona (tu dices: “para los orientales el mundo es relacional” “lo que no está relacionado simplemente no existe”) las dos imágenes que llevará todo buen Haiku.

• La otra pieza fundamental que engarza todo lo vivido y que deseamos trasmitir es el castellano, nuestro lenguaje.
Debemos cuidarlo al máximo, ser muy exigentes en la exactitud de lo que pretendemos trasmitir, si podemos eliminar un verbo mejor. Quiero decir que debemos trabajar mucho más y mejor el lenguaje que empleamos.

Existe la otra parte fundamental del Haiku que no depende de nosotros, el lector. Escribimos Haikus para su lectura, no es necesario decirlo todo para que cualquier lector lo vea y sienta de inmediato. Si sugiere mucho mejor, porque da lugar a la intervención del otro, del lector. Y por supuesto, puede haber en un mismo Haiku múltiples impresiones, incluso no sentidas por el que lo escribió, pero esta es otra de las grandezas del Haiku.

Todo lo demás puede o no estar en un Haiku; como bien dice JL. “tantas” no cabrían en un solo Haiku. Son cualidades que los estudiosos del Haiku han encontrado aquí y allá leyendo cientos de Haikus, esta ha sido la labor del lector, pero lo esencial que no lo único, a mi parecer, es lo expuesto en los puntos anteriores.

Como puedes comprender, está esquematizado, pero, al menos para mi, si contiene lo anteriormente dicho será un Haiku y muchas veces, un gran Haiku. El Haiku da para muchas horas de conversación pues tiene ¡tantos matices!, pero ha de tener aquello por lo que es Haiku y no puede ser otra cosa. En la búsqueda de lo esencial estoy, estamos, pero al hilo de tus preguntas he querido encender este pequeño candil.

Preguntas también si ¿Tienen sorpresa todos los Haikus que nos conmueven?. Seguro que si, pero también te pueden conmover poemas que no son Haiku aunque contengan su apariencia y puede haber Haikus que a un determinado lector no le conmuevan.

El momento vivido siempre se puede trasmitir en forma de Haiku, lo que no significa que sea fácil conseguirlo. Y otra cosa, si llegara el caso de no poder realizarlo en forma de Haiku, existen mil formas de trasmitirlo, ¿qué importa el cómo se trasmite si uno ha decidido exponerlo a los demás?

Deseo, Hikari, te sirvan mis cavilaciones.

Un abrazo y gracias a tu Haiku que ha permitido expresarme.

Luelir
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Mavi
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Mensaje por Mavi »

Me incorporo tras las vacaciones y es un gozo ver que seguís con los aportes a este haiku de Hikari. Muchas gracias a tod@s, compañer@s; y a ti, Luis, en particular, por el repaso de conceptos relativos al haiku. Nunca está de más.

Hay, sin embargo, un par de cuestiones de fondo que se me han ido haciendo evidentes a lo largo del tiempo y que me gustaría comentar. Cuando me hablan de "los haijin de Japón" o de "los propios japoneses", esas cuestiones me vienen siempre a la mente, porque me pregunto: ¿de qué haijines y de qué japoneses me están hablando? Me resulta evidente que con esa expresión se me quiere presentar un principio de autoridad pero... obviando un par de cosas:

Por un lado, la declaración de Matsuyama (https://haikunversaciones.files.wordpre ... uyama1.pdf ) donde se afirma literalmente que "obligar la forma fija del haiku japonés y las técnicas anexas en otros idiomas es una tontería". ¿Y por qué? Pues porque se considera en tal declaración que cada lengua debe buscar su camino en el haiku, respetando únicamente que "debe ser de forma corta y tener un espíritu esencial de haiku". Ni métrica fija, ni kire, ni kigo... "la forma de condensar el propio idioma". Aunque no coincido con otras afirmaciones de esa declaración, sí me parece que lo citado es de interés para el debate sobre la forma en castellano. Los japoneses estarían reduciendo los requisitos a dos: brevedad y sabor a haiku. Y esto puedo compartirlo sin ningún problema.

Por otro lado -mucho más serio para mí que lo anterior- no deberíamos obviar la diferencia entre nuestra cultura y la japonesa. Habitualmente olvidamos que sus "conceptos" son distintos a los nuestros en consistencia y densidad; que lenguaje-pensamiento-realidad... se dan entre sí en la lengua de Bashô de manera tal que "lo conceptual" no es al pensamiento japonés lo que es a nuestra manera -platónica- de aprehender la realidad mediante ideas fijas e inmutables. Esto se manifiesta innumerables veces en la conversación con los japoneses si no haces preguntas unívocas (como solemos hacer, seguramente por deformación cultural). Si preguntas, por ejemplo, si el haiku es zen, los japoneses asienten. Si la pregunta implica que el haiku no es zen, también asienten. ¿Podemos entender nosotros qué significa que la respuesta sea A y B? Para nosotros, esos conceptos que llamamos "pilares del haiku" son de hierro: para el pensamiento japonés son de bambú y quizá ni siquiera eso. Quizá sea más apropiado decir que son de viento en el bambú.

Desde que leímos aquello de Bashô (El asunto del pino / apréndelo del pino,/ y el del bambú / del bambú) debimos cuestionarnos nuestras herramientas para pensar el haiku. Al martillo todo se le vuelve clavo. Solo del bambú, dice el maestro, se aprende lo que sea el bambú. Ningún concepto, ningún maestro, sino el bambú. Pues lo mismo para toda conceptualización sobre el haiku. Por eso -y acabo ya- lo que ciertos aspectos del haiku tienen de excelencia o no, se verá en el haiku que hacemos, y no en lo que decimos que el haiku es. Y por eso te animo de corazón, Luis, a hacer variantes de este haiku de Hikari (en mi humilde opinión, lo es) y a publicar también tus propios haikus aquí: esa es la tónica -junto con la cortesía- del trabajo que hacemos entre tod@s los compañer@s. Porque es del haiku y no de los conceptos (aunque nunca estén de más) de donde aprenderemos adecuadamente lo que sea que debamos aprender.

Abracicos y muchas gracias_()_
La verdad es una tierra sin senderos. Jiddu Krishnamurti
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Luelir
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Mensaje por Luelir »

Un perro vuelve 
la cabeza hacia el amo 
y luego sigue...

Pues si que va a dar de si el haiku de Hikari. Me alegro de todas formas, porque de esta manera es posible contrastar diferentes visiones o modos de entender el Haiku en castellano. Y digo, en castellano, porque definitivamente nos hemos desenganchado de hablar del Haiku en japonés del que poco podíamos comentar al no conocer su idioma y poder beber en sus fuentes sin intermediarios. Dicho esto, Mavi, sí quiero decir algo de tus primeros entrecomillados que citas pero que después obvias hablar. No, no es un argumento de autoridad, aunque podría serlo, dado que el grupo de Japón con el que mantenemos relación y citaba, es la Asociación del Haiku de la ciudad de Yamaguchi. No, no es todo Japón, sabemos por ellos que existen mil escuelas de Haiku, cada una de ellas queriendo llevar el agua a su molino, pero al menos es una fuente directa. Es poco, es verdad, pero…

Y ahora, por partes, como buenos platónicos, aunque podría discutirse eso que dices de “a nuestra manera -platónica- de aprehender la realidad mediante ideas fijas e inmutables.”, lo de “fijas e inmutables” es de nuestra cultura pero llegó mucho después con las descendencias del Génesis. Lo de “fijas e inmutables” como algo de nuestra cultura para enfrentarla a la de Japón es débil porque también es de nuestra cultura la llamada “duda metódica” que popularizó Descartes aunque la idea fuera de un desconocido como el nacido en Tuy, Francisco Sánchez el Escéptico que decía ”… En consecuencia, retorné a mí mismo, y poniendo todo en duda como si nadie hubiera dicho nada jamás, comencé a examinar las cosas mismas, que es el verdadero saber. Analizaba hasta alcanzar los principios últimos. Haciendo de ello el inicio de la contemplación, cuanto más pienso más dudo ...» Este pensamiento lo hago mío también en el haiku, pero “algo” habremos de pensar en el haiku, en castellano, para que sea haiku y no otra cosa.

En mi anterior comentario repasaba efectivamente los conceptos básicos que, a mi entender, debe contener todo haiku para que lo sea, matizaba la métrica y el kigo a fin de adaptarlo a nuestro idioma y resaltaba el kire como parte fundamental del haiku, No, no es una casualidad y ¡qué le vamos a hacer!, en algo o en alguien nos tendremos que apoyar para saber si vamos equivocados o no; por ello hice referencia a la Asociación del Haiku de la ciudad de Yamaguchi, sin nombrarla, y en lo relativo al kire en el haiku hemos aprendido de: UDA Kiyoko, Presidente de asociación de Haiku moderno (Gendai Haiku), Hasegawa Kai del grupo Gendai Haiku, El Manual de Haiku (William J.Higginson) y para terminar con el kire, Michael Welch Dylan nos dice: “Un haiku también se centra en la estructura de una pausa o cesura ("kire" en japonés). Al yuxtaponer dos elementos o partes crea una chispa de energía, como el vacío en una bujía. Los dos elementos de un buen haiku pueden parecer ajenos a primera vista, pero si el lector se detiene en ellos lo suficiente, se puede notar una reverberación”.

Reducir el haiku a lo que afirmas “Los japoneses estarían reduciendo los requisitos a dos: brevedad y sabor a haiku. Y esto puedo compartirlo sin ningún problema.”, me parece cuando menos incompleto y poco definido. Para comenzar niego la mayor: “Los japoneses estarían reduciendo los requisitos a dos” (los japoneses no , algún japonés, puede) y segundo: ¿qué brevedad, cuánta brevedad?. Al menos en castellano no tenemos dificultad alguna para trabajar con la métrica del 5/7/5 como ellos. Y “sabor a haiku”, llevo años intentando que alguien me lo pueda explicar, ¿cómo le podemos decir a los que comienzan a escribir haikus que se sabe si es haiku cuando tiene sabor a haiku?. Porque soy miembro de un taller de haiku, en el que la teoría saldrá, si sale, después de realizar cientos de haikus es por lo que no puedo decir a un novicio en haikus lo del “sabor a haiku” sin intentar definirlo. Si alguien nos pidiera explicar qué es una manzana, lo podríamos realizar acudiendo a su química, que es radicalmente distinta de la de otros frutos, por su forma y, al menos, por aproximación a otros sabores conocidos por el que nos pregunta, pero definir una manzana para el que no la conoce, diciendo que es una fruta redonda con sabor a manzana, pues eso. Así en el haiku, si hablamos de su “sabor” habremos de referirnos a “algo” por lo que es haiku y no puede ser otra cosa. En eso estamos.

Para terminar, me pides que publique mis haikus en el Rincón, hace años expliqué aquí el motivo por el que no publicaba, el principal porque el Grupo HAIKUNVERSACIONES absorbe todo mi tiempo en el tema haiku, (esta última incursión ha sido por la amabilidad de los Administradores de esta página que me invitaron a realizar la selección semanal; al leerlos y estudiarlos decidí intervenir). De todas formas soy de los que opina que para saber de haiku hay que hacer haikus, efectivamente lo otro son teorías que, a veces, descarrilan justamente porque escriben de haiku sin hacer haikus. Los míos y los de mis compañeros de HAIKUNVERSACIONES los podéis leer en: https://haikunversaciones.wordpress.com (apartado, HAIKU DEL GRUPO)

Me pides también que realice variantes del haiku de Hikari; en este tema, en el taller, somos muy cuidadosos y solo cuando, después del estudio de cada haiku, alguien nos pide ayuda para su modificación, lo intentamos. Hikari nos presenta varios borradores y su explicación:

De ellos puedo deducir el siguiente haiku sin separarme de sus palabras:

Las madreselvas.
Al volver la cabeza
ve al amo y sigue.

…, pero al llevar rima asonante entre los dos primeros versos y tres verbos, no me satisface.

Prefiero:

Campo de flores.
Se gira hacia su amo
y luego sigue.

He quitado la rima y ampliado el escenario (había otras flores y plantas, dice Hikari). Ahora solo hay dos verbos. No digo “perro” pero lo sugiero al estar en el campo y hablar de su amo.

Como ves (veis) es una solución que no sé si refleja lo que pretendía Hikari. Este es siempre el problema de las dos miradas, la del escritor y la del lector. Si las dos están presentes puede haber una interacción, en un foro es más complicado. Sí puedo comentar que ahora este Haiku, tiene dos imágenes, que hay una sorpresa, que no lo dice pero supone que un perro olisquea las flores. Tiene 5/7/5, kigo de primavera y kire, tiene lo esencial para ser un Haiku. Claro que después hemos de sentir emoción. La del autor siempre estará presente porque nos la muestra, la del lector no siempre y tampoco con igual intensidad entre ambos o entre diversos lectores.

Es largo el escrito y lo siento, pero os envío un fuerte abrazo. Y gracias nuevamente a Hikari que nos ha permitido mantener esta conversación.
Luelir
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JL.Vicent
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Mensaje por JL.Vicent »

Estupendo sería, compañer@s, que os animaseis al intercambio de ideas y pareceres; a compartir y a investigar en la construcción y el desarrollo del haiku japonés escrito en español. Luelir, gracias por tu aporte y extensión, que sabes que aquí nos complace y mucho el diálogo enriquecedor, a pesar —o probablemente por ello mismo— de la diversidad de pareceres y tendencias respecto al haiku.

Me gustaría compartir aquí con tod@s los compañer@s un extracto del prólogo de Justino Rodíguez en su "Selección de jaikus" de Yosa Buson, (en Hiperion), que me parece muy enriquecedor y al mismo tiempo esclarecedor para la comprensión del fondo del poema haiku y su nativa filosofía; en principio tan distinta a la nuestra. Cierto es que muchos de nuestros niponólogos se lucen más como traductores que como instructores de haiku para hispanohablantes…, pero vaya es lo que tenemos. Sí puedo afirmar y congratularme, como es en el caso de Justino entre otros, de ser unos excelentes introductores de la esencia del haiku, de sus fondo filosófico, ya que no se han preocupado a su vez de instruirnos de un modo academicista. Pero con algunos de sus profundos comentarios de este y de otros autores, de obras de aquí y de allá, podemos entrever vislumbres de qué es lo que da el así denominado sabor a haiku. Porque si he entendido algo del fondo de la filosofía oriental respecto a el haiku japonés, es que la cuestión de los conceptos difiere en gran medida respecto a nuestra tradición occidental. En oriente, China, Japón…, no existe una Lógica como disciplina filosófica particular. Suele decirse, en general, como en el Fausto de Mefistófeles, que quien mejor domina las reglas abstractas de la lógica no es el mejor pensador… Y también es verdad que los orientales no elaboraron una metafísica como es el caso de los occidentales. Esto es historia. Como es historia que en nuestra tradición filosófica, hubo una transición desde la vertiente ontológica, propia de Parménides, Platón y Aristóteles…, a otra de interés epistemológica con la llegada de Descartes y posteriormente con Hume y Kant. Pero este no es el sitio ni el momento para adentrarse en tanta pedantería académica y menos por parte de alguien como yo que aun siendo "filósofo" por formación, no se dedica profesionaalmente a la materia.
Estoy entrando en el tema de la naturaleza porque soy consciente de que tener un concepto claro de ella es una condición necesaria para comprender la filosofía y la poesía orientales.
El concepto griego (y oriental) de fisis está más próximo al de "aire" y al de "fuelle" que al de "matriz" de donde nacen todas las cosas. En China y en Japón a este aire o "éter" lo llamarán ki; es el que creó este espacio vital separando, como si fuera un globo, los cielos de la tierra. Da, además vida y existencia a todos los sertes, y será el aliento que devolveremos al espacio cuando pongamos fin a nuestras vidas.
Así, pues, la naturaleza es inconsistente, volátil, caprichosa. Las mejores metáforas serán las nubes, el agua del río, etc. El poeta procurará captar el cambio más mínimo quer ocurra a su alrededor y tratará de interpretarlo en esa nueva circunstancia para darnos la verdad oriental, la única aceptable en Oriente.
En occidente, el concepto de natura se suele interpretar con un deseo de afirmar las cosas, de poner debajo de cada una de ellas un ancla, de asegurarlas. El concepto posterior de sub-stare o substancia, sería el fruto de ese esfuerzo. Es decir, en Occidente se nota un hambre anti-natural de seguridad, de apoyo. Debería haber citado antes los versos de Machado:


…¿Cuál es la verdad,
el río que fluye y pasa,
donde el barco y el barquero
son también ondas de agua;
o este soñar del marino
siempre con ribera y ancla?


Sí, yo me refería a esta ancla. El pensamiento occidental presume de descansar sobre robustos pilares. De ahí, la seguridad de nuestras miradas, el gesto confiado de nuestras manos y ese recalcar, a veces dando puñetazos sobre las mesas, nuestras afirmaciones. Nos hemos dejado llevar del deseo de “ribera y ancla” y hemos apuntalado la naturaleza. De natura naturante, algo que nace, la hemos convertido en “naturada”, naturaleza creada, usando razonamientos sospechosos como motor inmóvil, causa increada, etc. El intento ha sido fructífero: el ansia de ancla es ya fe inamovible. Nos hemos apartado de la arena y nuestros pies nos aseguran que pisamos roca.
La verdad, para nosotros, consiste en captar esa realidad inalterable y fija de las cosas, haciendo que coincida con ella. Creemos que los cambios que les puedan ocurrir a los seres, cualquiera que sea su grado, son externos a ellos, no pudiendo llegar a su substancia. Es decir, son accidentes, periféricos, sin trascendencia apenas.
Sin embargo, para los orientales la verdad es más bien una experiencia, un roce o contacto momentáneo con las cosas, que consisten precisamente en derramarse y fluir… fluir. En ellas no existe ese substrato que a nosotros se nos antoja perenne y que llamamos substancia.
Hattori Doho, discípulo del poeta Basho, en un libro titulado Sanzoshi, pone en labios de su maestro la frase: “Las cosas consisten en movimiento”. “En el movimiento se ve su esencia”. Allí se nos revela su ser. Por supuesto que se exige una disposición espiritual para poder captar la verdad oriental, la única que existe aquí, una verdad experimentada con una carga bastante notable de sentimiento.
La verdad oriental no aspira a ser única para todos los hombres y a través de todas las edades, no es la verdad abstracta de la alondra, no es teoría. De ella apenas se pueden sacar conclusiones, normas de vida para dirigir a pueblos o naciones. La verdad oriental apenas si tiene valor para el que la experimenta y para aquel momento concreto en que lo abisma de luz y de alegría.
Todos sabemos que el místico vive teniendo el corazón en las yemas de sus dedos y en las pupilas de sus ojos, “con-padeciendo” en sí mismo cualquier alteración o cambio que ocurra en los seres. Lo estático no causa vibraciones. El místico oriental, al mismo tiempo que hace esfuerzos por ver las cosas tal cual son, sin comparar unas con otras, sin darle oportunidad a la mente para hacer juicios mentales que no tienen existencia real en ellas, este místico, digo, sabe que ni su mismo “ego” existe como algo continuo, eterno, privado. Sabe también, que los conceptos de valores, de justicia, de heroísmo, de belleza, etc, existen solamente en nuestra mente, no en la realidad. Sabe, además, que cuando observamos a los seres, como meros espectadores, estamos perturbando la realidad. Da, además muy poca importancia a ilusiones forjadas por el egoísmo, como el deseo y añoranza de seguridad en la vida y de eternidad e inmutabilidad. Al contrario, preferirá aceptar la inseguridad y la inconsistencia de todas las cosas para tener fe en el universo.
Tanto el poeta como el filósofo hacen esfuerzos por comprender la realidad, pero no debemos darle el mismo valor a la vida que a las teorías que formulamos sobre ella.
Para mi, la gestualidad del perro que se nos muestra en el haiku de Hikari, aun careciendo de esa forma concreta y recomendable técnicamente hablando de la métrica exacta, kigo y kire…, me está diciendo con mucha más expresividad que mediante un concepto, sobre sabor auténtico de las cosas reales y fundamentales; en este caso sobre la comunicación existente entre un animal y un ser humano. No creo que aquí lo importante sea el olfato del perro ni la cercanía de las flores, sino ese vínculo que se ha establecido entre animal y hombre; está en la naturaleza propia del perro comunicarse visualmente con sus congéneres y en este caso con su compañero, dueño, o miembro de la manada… Ese gesto es para mi, como haijin el que mueve mi sentir y me emociona, el movimiento y el fluir de esa energía que da vida a los seres y nos emparenta como seres vivientes, sean perros, sean hombres o sean vegetales. Ya dije que ese haiku pudo ser de otras formas; de formas más ajustadas a lo formal. Pero ya sabemos que el kigo japonés, pongamos por ejemplo, en nuestra lengua y cultura basta con el sentido de estación y de naturaleza pues carecemos de un equivalente cultural y así mismo simbólico como el de los japoneses con sus kigos.

Por otra parte, cuando Luelir, comentaba la dificultad de definir un concepto como el de "sabor a haiku", le comprendo perfectamente que sea poco menos que darse de cabezadas contra un muro. La filosófía oriental es más propensa a lo a-conceptual que al concepto occidental mediático; el concepto, en nuestra tradición filosófica, opera como el intermediario entre la mente y la cosa; Aristóteles decía que el conocimiento de las cosas consistía en poseer conceptos, llenar la mente de ellos, y que dichos conceeptos se ajustaran a las cosas… Y justo por salir de esta tendencia tuvo a bien el señor Descartes, ofrecer a sus contemporáneos un modo de conocimiento que no ofreciese dudas al respecto y su ofrecimiento fue el de asegurarse que entre el sujeto que conoce y lo conocido no se interpusiera nada. Pero a lo que llegó fue a definir que la única manera de establecer esa inmediatez entre el sujeto y la cosa era el pensamiento mismo. Y si bien afirmó aquel dictum de todos conocido: "Pienso, luego existo" y establecer un método para la nueva epistemología al uso; también de todos es conocido que para el pensamiento oriental primero "Existo, y luego pienso"; primero la Vida, lo que se mueve y fluye, antes que intentar anclar y llegar a la ribera, lo que no puede ser anclado, atado, definido, etc.
Por eso cuando alguien pregunte qué es un soneto, le podremos responder claramente que se trata de una "composición poética formada por catorce versos de arte mayor, generalmente endecasílabos, y rima consonante, que se distribuyen en dos cuartetos y dos tercetos". Pero si le enseñamos esto a un alumno con ello no nos hemos asegurado de que aprenda a escribir poesía; ni a ser poetas; porque la pregunta fundamental siempre sigue ahí, abierta, ¿qué es poesía…? Poesía es… :wink:

Salud y gracias, compañer@s.
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Mavi
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Mensaje por Mavi »

Tu escrito me alegra, Luis, porque se trataba de esto: de entrar a los espacios comunes a trabajar, a publicar haikus, a disentir y a asentir... Aquí todo es público: los materiales, los análisis y comentarios, el aprendizaje... nada hay secreto y nadie se guarda de las críticas. Y sería muy hermoso que los grupos y escuelas tuvieran aquí un lugar de encuentro abierto y plural, donde compartir y contrastar sus experiencias, materiales, etc. En el haiku en español no debería ocurrir eso que comentabas de que cada cual pretende "llevar el agua a su molino".

En fin, a lo que estábamos... Ni el platonismo ha salido de nuestro pensamiento ordinario ni Descartes supone ninguna novedad en cuanto al meollo de lo que quería plantear. El platonismo no sólo recorre la filosofía occidental sino que es la actitud misma de nuestra civilización (como diría Nietzsche). Decir que somos cartesianos no supone el más leve temblor en las oposiciones fundamentales mediante las que se maneja el hombre común de este lado del mundo: la oposición sujeto-objeto y la oposición sujeto-predicado. Se ha dado una vuelta de tuerca tras otra en el mismo tornillo de hierro: la conceptualización, la búsqueda de ideas claras y distintas, la exhaustividad o, como tú citas identíficándote, ese analizar hasta "alcanzar los principios últimos". Nos situamos ante las cosas tratando de meterlas en nuestra comprensión: esa oposición está al origen de nuestra dificultad para entender Oriente. Cuando nos encontramos ante ideas, sistemas o teorías diversas, la pregunta que nos hacemos es invariablemente: "entonces, ¿cuál es la verdadera?". Nuestro acercamiento es frontal y unívoco y no acepta que en la misma proposición se afirme A y no-A. Con semejantes herramientas en la caja de pensar, ¿cómo no va a parecernos un problema el "sabor a haiku"? Puede ser muy irritante no tener clavo al que aferrarse... Sin embargo, tampoco nosotros sabíamos qué era ese "sabor" y parece por nuestros haikus que vamos sabiendo, aunque no lo podamos definir (de la misma manera que sabemos el sabor de las manzanas aunque ninguna de nuestras investigaciones sobre ellas sirva para hacérselo comprender a quien no las haya probado).

Respecto a tu impresión de que estoy generalizando, Luis, la Declaración de Matsuyama es un documento con respaldo institucional, firmado por japoneses notables con nombre y apellido, que está traducido completo en el enlace que he añadido -vuestro es, precisamente- con el fin de que pueda leerse íntegramente y ver los firmantes. Para mí -que no me tomo ni a mí misma demasiado en serio- siempre será más fácil compartir que la brevedad y el sabor son los requisitos esenciales, que compartir que lo son unas características técnicas sine qua non, como planteas en el escrito anterior. Después de 26 años leyendo y 15 escribiendo y estudiando haiku, esas características me parecen tan importantes como el primer día pero, desde luego, non sine qua non.

Y, retomando el haiku de Hikari, me parece, por cierto, un excelente ejemplo de mu-kigo, con kire poco convencional pero bien marcado, métrica 5-7-5 y muy, muy similar en el planteamiento (aunque no idéntico, obviamente) al de Félix Arce. Como el pájaro que canta... y luego calla, como el que viene a posarse... y no canta, se trata de instantes que celebran los más mínimos detalles de lo natural. Si solo el perro se vuelve como si alguien más lo hace, se está penetrando en la naturaleza íntima de la realidad. Los mu-kigo captan a menudo aspectos de este tipo.

Te alabo mucho que hayas entrado a trabajar con el haiku. Tu propuesta se centra en introducir un kigo, como la misma Hikari ha intentado. Aunque a cambio del kigo, dejas el sujeto en su aspecto de "pertenencia de alguien" (¿qué es? ¿un animal de tiro, de compañía, un animal de cría y engorde?...). Las variantes para introducir un elemento estacional que he intentado -siempre hago intentos para aprender de cada haiku- no me han satisfecho tampoco, Luis. Pero veamos qué dice Hikari de todo esto _/\_

Abracicos y muchas gracias _()_
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Gorka Arellano
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Mensaje por Gorka Arellano »

Muchísimas gracias a tod@s por vuestros aportes, compañer@s. Es una delicia leer como habláis sobre temas filosóficos que a uno se le escapan :wink:

En cuanto al haiku de hikari, estoy de acuerdo con Mavi en que las propuestas de Luelir no dejan claro al lector que tipo de animal es.

Se me ocurre, después de leer las variantes de Mari Angels:


Las madreselvas -
El perro se gira
hacia su amo



Un abrazo a tod@s. Que el haiku nos encuentre sin ofrecer resistencia... Como dice Mooji: "Apártate y besaré los pies de lo que queda".

_/\_
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Hikari
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Mensaje por Hikari »

Saludos compañeros, me alegra que el haiku-no haiku, por lo menos sirva como excusa o punto de partida de este interesante debate.
Muchas gracias Luelir, J.L. Vicent, Mavi es un placer leeros y aprender en vuestra compañía.
Gracias Gorka es una variante sencilla y bonita, -con kigo y kire- me gusta mucho, aunque no recoge esa última parte en la que el perro continúa su camino después de la acción de volver la cabeza. De verdad que a estas alturas da igual, si se acaba o se cambia o queda pendiente, lo dejo en vuestras manos.
Aporto otro intento también con kigo y kire, pero tampoco acaba de convencerme. Una más....

Olor de flores -
mira el perro hacia el amo
y luego sigue

En algún momento del debate, me propuse no intervenir dado mi desconocimiento sobre si era o no era haiku y mi tendencia a debatir (que he de trabajar i/o controlar ya que prefiero sentir y hacer haikus), pero después de las intervenciones, me parece que se ha convertido en algo que va mucho más allá del haiku concreto y sí, en una reflexión importante para todos los amantes del haiku en español.
Por respeto a todos lo que han intervenido y han dedicado parte de su tiempo a intentar poner un poco de luz sobre el tema y la invitación de J.L. y Mavi, me he decidido a hacerlo.
No sin antes decir, que no tengo conocimientos ni experiencia y que por tanto lo que expreso, es unicamente mi subjetivo sentir.
Creo que las aportaciones de Luelir son valiosas para los que como yo estamos empezando y necesitamos partir de alguna base para no perdernos entre todos los haikus, traducciones, semi-haikus, senryus que pasan por haikus etc., que circulan. Te agradezco mucho esas aportaciones y procuraré tenerlas en cuenta al escribir.
También decir que no hay problema – al contrario es de agradecer- el que se aporten variantes o críticas a un haiku, yo personalmente una vez que los publico soy consciente de que está implícito y de hecho a veces los publico precisamente para recibir esa ayuda de los compañer@s, porque no acabo de encontrar la forma de transmitir ese momento.
Ignoro cómo se enseña haiku en español ni qué escuelas hay, tampoco como sé enseña en Japón. Sí he leído, que muchos de los clásicos tenian maestros de haiku y se pasaban toda su vida aprendiendo y no creo que sólo fuera técnica sino un compendio de disciplinas que estaban enlazadas con su evolución personal y aplicaban a su propia vida.
Estoy de acuerdo con Luelir y también en lo que dice Mavi y J.L., la técnica es necesaria por no decir imprescindible, pero el haiku no es solo eso y quizás eso que no es técnica “sabor a haiku” que es tan difícil de explicar sea precisamente donde está la magia que comenta Luelir y que todos los que fuimos tocados al leer un haiku hemos podido sentir alguna vez.
Soy occidental y por eso me gustaria tener certezas en mi vida, también cuando escribo haikus, pero por desgracia o quizás por suerte nos tenemos que contentar con tener o no, la certeza de que no hay certezas.
El Iching (El libro de las mutaciones o El libro del cambio) Los primeros textos se suponen escritos en el 1.200 a.C., es una de las fuentes de las que ha bebido Japón.
Por suerte lo compramos hace muchos años y es uno de los libros a los que vuelvo continuamente. Dentro de mis limitaciones alguna cosa me llega de él entre ellas que nada permanece y que vivimos en un universo cambiante.

Dejo otra cita que me parece significativa de Ludwig Wittgenstein.
”De lo místico no se puede hablar, pero una y otra vez se muestra en cada uno de los hechos que experimentamos”.
Y de que se trata el haiku sino de experimentar y sentir los hechos cambiantes del mundo.
Como dice Gorka, nos vemos en el camino.

PD. Me encantaría que más compañer@s se unieran al debate pero entiendo que a veces es mejor no debatir y como dice Mavi hacer y hacer haikus.
Aunque si alguien más se suma pediría que se dejara al margen este haiku y se dieran o comentaran otros ejemplos, casi le estoy cogiendo manía a este.

Muchas gracias a todos un lujo vuestros comentarios.
Abrazos!
"Un poema puede sugerir un instante. Y en ese instante está el universo entero."
Chantal Maillard
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