Marzo 2007

Haikus destacados por los participantes del foro
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Luis Carril
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Marzo 2007

Mensaje por Luis Carril »

Queridos amigos, hola a todos. Ahí van los haiku que más me han gustado del mes de marzo:

Israel López Balán ha tenido, en mi opinión, un mes realmente fructífero en cuanto al cultivo del haiku. Este mes el autor del que más haiku he seleccionado. He aquí dos afortunados ejemplos que, si no me equivoco, contendrían todo un kigo clásico japonés, la luna otoñal. Esta observación de las normas clásicas adquiere una especial relevancia cuando se trata del haijin más intrépido de la ciudad :o

puente de ciudad -
si cruzo el río
la luna también

paisaje urbano -
de una chimenea
sale la luna


A continuación un haiku típico de Israel. Encuentra un motivo en lo eminentemente urbano: un avance tecnológico. Y de algo a priori tan frío extrae un genuino sabor a haiku:

webcam -
mi edificio favorito
bajo la lluvia


Quisiera seguir con un ejemplo de enorme plasticidad. Un haiku de color rojo. Permitidme comentaros que en mi fuero interno me recuerda una serie sobre "Crónicas Marcianas" de Bradbury, que vi de pequeñito en la tele. ¿Os imaginais habitantes del planeta rojo componiendo haiku? Creedme, después de leer tan maravilloso libro, nada más fácil.

sol de la tarde -
un niño pelirrojo
con su globo rojo


y por último, un haiku impresionante por duro, pero que relata un hecho ante el cual, un verdadero haijin no puede hacer más que dejar constancia:

desilusión -
una mosca salió
del nido de colibrí


Nanook firma dos excelentes cantos al Reino Vegetal. En el primero de ellos la contraposición salta a la vista, enormemente sugerente y sensitiva, los elementos -hierro y árbol- se enfrentan con sus colores, con sus tactos, incluso con su origen y con su sentido. Delicioso. El segundo es un haiku de lo que no pasa.

volcándose
sobre la verja herrumbrada
almendro en flor

las yemas del cerezo
se contienen
un día más


De los muchos haiku que he disfrutado de Orzas -a quien particularmente, no sé si por su avatar, imagino como un incansable caminante sin solución, por lo que gustosamente me identifico sin remedio con él-, escojo el siguiente, por su animación, cruda y sin mayores miramientos. Uno, quiera o no quiera, ve al animalillo retorciéndose.

En el anzuelo
suspendida en el aire,
una lombriz.


Igualmente me han hecho disfrutar enormemente los envíos de Jordi Climent, de los que mostraré mis tres favoritos:

tierra mojada -
presas en la alambrada
gotas de lluvia


¡Qué meritorio decir que la alambrada apresa incluso gotas de lluvia! Me atrevería a decir que este alcanza la categoría de "haiku de compasión". Al menos ha conseguido que yo sienta un poco de una especie de compasión por las gotas de lluvia. Increible, ¿no os parece?

día de sol -
se deshace sin prisa
la última nube


Para mí, un haiku de gran profundidad narrativa. No porque lo que cuente sea profundo, o complejo, sino porque dura mucho tiempo. Lo que pasa, pasa lentamente, sin prisa, una nube (la última) deshaciéndose. Como ciertos haiku muy buenos no admite muchas explicaciones. Haiku para paladear.

día de sol -
busca la sombra el ciego
con su bastón


Y este me gusta por motivos totalmente distintos. Si el otro era un haiku para contemplar, este es eminentemente participativo, obliga a imaginar la escena y resolverla con un ingrediente incluso intelectual. Con ingenio nos revela que con un bastón se puede buscar algo no táctil, nada más que sombra.

Uno de Viento

pasta el caballo
el alba en el rocío
de la hierba


que me gusta por la refrescante idea de que se pueda pastar el alba, que parece que delega la susceptibilidad de ser pastada en la hierba.

Tres de José Luis Vicent. El primero de ellos lo señalo no porque estrictamente me guste, sino porque me inquieta y desasosiega. Parece sacado de una peli de terror.

sobre su rostro
la sombra de una llama;
arde el muñeco


El segundo porque me parece que sí, que la sinestesia es enormemente afortunada en esta ocasión:

Oscuro cielo:
y el eco de una luz
entre las nubes


Y el tercero, porque oscila divertidamente entre el linde del haiku y el senryu:

pisando charcos...
mi perra trae la lluvia
hasta el sofá


A continuación me gustaría señalar dos inquietantes (estoy empezando a darme cuenta de que la inquietud me resulta un criterio demasiado habitual, a ver si consigo pasarme a la quietud :wink: ) haiku de Konstantin Dimitrov. Especialmente el primero de ellos -el que más me gusta-, no consigo explicarme el porqué de la sensación que suscita, pero lo hace...

lluvia de marzo
los hierros salientes
del pedestal

antes de caer
sobrevoló el juncal...
patito muerto


Y ya acercándome al final de mi selección de marzo, habiendo hecho un severo examen de conciencia, persiguiendo la más estricta objetividad... y fracasando estrepitosamente en el intento (o tal vez no, o tal vez no tanto), quisiera destacar

Entre las nubes,
mientras dura el eclipse,
buscar la luna.


por la valiosa precisión ingenieril con la que quedó captado el instante. En Galicia, el eclipse fue dificil de seguir por eso, por las nubes. Nada más. El haiku lo dice todo.

Por último, os dejo con un haiku que creo que no olvidaré nunca. Me parece particularmente meritorio por su proceso de creación, pues el autor, amistosamente, por supuesto, se zafó de un golpe de sus "acreedores", dejándolos boquiabiertos. Os invito a que repaséis la historia de este haiku en el foro, pues le añade un sentido y un valor especial al buen hacer de su autor. Sus dos primeros versos por si solos me parecen magníficos, en ellos, tan pequeñitos, encuentra cobijo algo de dimensiones colosales, cósmicas. Pero es que en el tercer verso, Maramín da muestras de una entereza que no encuentro palabras para describir, sobria, elegante, alejada de todo patetismo y -si se me permite- próxima incluso al espíritu del mismo Bushido. Que lo disfrutéis y hasta la próxima.

Crece la sombra
de la tierra en la luna,
¡mi último eclipse!
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