En su día, hace ya años, (puse al comienzo su enlace correspondiente) hubo un debate iniciado por Israel, sobre el tema "kire sí o no"; de allí copio mi parecer con respecto al uso de los signos gramaticales, si es que se emplean, ya que no todos los haijines que escriben en castellano los utilizan. Yo acabé por decidir que si escribía en nuestro idioma, era partidario de emplear la puntuación lo más correctamente posible ya que tienen su propio significado; no era otra cosa que esto que comenté en su día
¿Hace falta realmente en nuestro idioma un concepto tal y como requiere el idioma castellano y no el japonés, que sí necesita de esas partículas llamadas kireji, precisamente por no poseer nustros signos gramaticales? Porque por eso recalca (y recalco ahora yo mismo) Rodríguez que “Las palabras de cesura son necesarias en el haiku por el hecho de que no se encuentran en el haiku (japonés, claro está) signos de puntuación.” Luego según mi lectura y recogiendo uno de los puntos expuestos por Israel, esto explicaría que nuestro kire (y no al modo japonés) puede bastar y de hecho sucede en muchos haiku en castellano de haijines reconocidos, como también se verá, con sólo el empleo de nuestros signos de puntuación bien empleados o con el propio contraste del significado de los versos, es decir: con ese contraste mayor o menor (ahí reside la acción y colaboración atenta del lector de haiku) de gradación interna que hay en muchos de nuestros haiku.
Al decir nuestros signos de puntuación bien empleados, me estoy refiriendo a que ellos sí nos permiten graduar esas comparaciones internas o polos que al frotar hacen surgir la chispa; esos signos tienen en nuestro idioma una razón de ser y una utilidad dentro de nuestra escritura. “El punto”, señala la pausa que se da al final de un enunciado; el “punto y seguido” separa enunciados que integran un párrafo y el “punto y aparte”, separa dos párrafos distintos, que suelen desarrollar, dentro de la unidad del texto, contenidos diferentes; el “punto y coma”, indica una pausa superior a la marcada por la coma e inferior a la señalada por el punto y por tanto posee todavía una cierta relación con el contexto de la frase que le antecede; los “dos puntos”, pues, detienen el discurso para llamar la atención sobre lo que sigue; etc.
Todo ello me hace pensar y replantearme la cuestión de los signos de puntuación sí o no, que ya hemos (o seguimos tratando) en los debates. Gustos los hay para todo. Pero yo estoy viendo que falta explicar bien por qué la ausencia de signos (cuales quiera sean) dejan más abierto el mensaje implícito en un buen haiku que si se emplean los signos adecuadamente, ¿por qué?. Pienso que no es la forma sólo sino el contenido bien expresado (en el “vaciamiento” del poeta para dejar respirar al haiku y al lector, entre otras cuestiones de fundamento estético, etc) donde reside el “haimi”, el “sabor de haiku”.
A veces, lo fácil, es no emplear ni mayúsculas ni signos de puntuación como excusa de mayor apertura o sugerencia (cosas por cierto diferentes) o semejanza a la escritura japonesa (se refiere al romaji, claro está, porque la otra no se parece a la nuestra ni en pintura
) bla, bla, bla... Yo me he acostumbrado a no señalar gráficamente los puntos pero eso no me impide utilizar los otros y la mayúscula cuando corresponde, bien al iniciar un texto, bien después de un punto y seguido o de un punto y aparte. Pero no tendría ningún inconveniente en ponerlos.
Lo que está claro es que en castellano no existe
kireji. Y una cesura, hablando en castellano y en poesía, no significa
corte ni ruptura; significa "pausa" y esta puede tener una cierta gradación. Un corte es algo brusco, rotundo, contundente. Nosotros tenemos cesuras que pueden ser internas formando un hemistiquio; pausas versales; encabalgamientos; etc, que para nada, en mi opinión, tienen que ver con un
kire o ruptura (no kireji), usado en castellano.
También he comentado que el principio de comparación interna es sólo una modalidad entre otras que inició Bashoo; pero que seguramente no se sigue en otros haijines o corrientes; que eso estaría por comprobar en su misma historicidad. Y quién mejor que los japoneses para esclarecer esto del kire en la época moderna y contemporánea.
Y ya sabes, Toñi, cuando expongas estos temas acuérdate al menos de citarnos...
:wink: