Apasionante debate: tiremos por la borda el kigo, el kire, la métrica... y si algo queda, será el haiku
Luelir, así como marcas el kire intercalado, con puntuación castellana, me parece perfecto -aunque cada autor siga su inspiración momentánea-
Mencs6, ese abatimiento, esa decepción que sientes la he sentido varias veces en el largo camino del haiku. Es algo natural. Pero, aunque hagas pausa, aunque creas que te alejas del camino, una vez que has dado algunos pasos en él,
cuando menos lo pienses te encontrarás de nuevo en esa senda.
Sí, José Luis, el "to be or not to be", aquí se viste de "técnica o espontaneidad". El haiku es un dô, una forma de vida. Los compañeros que durante un tiempo frecuenté -el dojo estaba frente a la pensión-, practicaban otro camino, el karate dô (decían que tenía por finalidad la perfección del carácter), y diario hacían técnica básica, y ya para rematar ensayaban las "formas" o katas, esas formas o modelos de combate ideal o arquetípico que, a la hora del kumite o combate, pues tal parece que de nada les servían porque actuaban espontáneamente o instintivamente. En el momento del combate (una pelea en la que únicamente marcaban el golpe pero sin tocar al contrario), no tenían intención de utilizar ésta o aquélla técnica, pero alguna de ellas aparecía espontáneamente, y el instructor lo comentaba después.
Eso que decía Bashô de que había que aprender las reglas y luego olvidarlas, bueno, al momento de hacer haiku, la atención que pones a lo que percibes y escribes hace que tires por la borda las reglas. Y el instinto, cuando el asombro es fuerte, actúa maravillosamente y, tal vez, utilice espontáneamente alguna de las técnicas.
Abrazos,
Jor