¡Qué difícil seleccionar haiku para el Buzón del Mes! Cada convocatoria se hace más palpable esta realidad. En la presente de octubre son tantos los haiku de calidad que el trabajo de comentarlos se hace arduo. Ya sabéis que, en muchas ocasiones, comentar un haiku es como explicar un chiste: corres el riesgo de que pierda su encanto. Por otra parte, comentar varias decenas de haiku se hace costoso para un hombre que tiene dos hijos en edad escolar, un trabajo y una casa que atender (¡perdonadme!). En esta ocasión me limitaré a mostrar los haiku que he considerado mejores. Como veis, se repiten nombres, pero es inevitable porque hay haiyines a los que ya les resulta imposible escribir un haiku mediocre. También veréis, sin embargo, que nuevos nombres avanzan con decisión. Los nuevos valores pugnan por entrar en el equipo titular y el entrenador tiene cada día más problemas (benditos problemas) para confeccionar la selección nacional.
Decir, una vez más, algunas de las claves de un buen haiku: dos imágenes de cuyo encuentro salta la chispa, la capacidad de síntesis, dejar el yo a un lado (lo más posible), la veracidad (no cabe la mentira en el haiku, no cabe la pose, no cabe la trampa), el riesgo, no temer (sin embargo) a repetir los motivos de siempre, pasear al aire libre, leer a otros haiyines.
ISRAEL
cuarto vacío -
las sombras de los clavos
en los muros
SANTIAGO
tan alta tapia
preguntadle al cuervo
qué hay más allá
JOSÉ LUIS VICENT
el tren se aleja...
aún queda la hierba
entre raíles
MARAMÍN
cartón mojado
cubriendo a la mendiga,
toma su forma.
lluvia otoñal,
la mariposa oculta
bajo una hoja.
............(el mejor haiku del certamen para mí)
PINTURA
Madrugada:
una flor se marchita
en el florero.
En el horizonte
una calle estrecha
casi perdida.
PI
Ese silencio
que estos tres versos
están matando.
ORZAS
Trueno lejano,
pasan a ras de suelo
las golondrinas.
Noche de viento,
en la alcoba se agitan
sombras de ramas.
Desde la cima
el resplandor del río,
vuelo de garzas.
M.ASUNCIÓN
Tras la lluvia
la luna nos persigue
de charco en charco
Calle tras calle
la estrella solitaria
a nuestro encuentro
Clac clac clac clac
los pedos de la abuela
cual castañuelas
La abuela duerme
debajo de la almohada
la dentadura
LUIS CARRIL
algas en la orilla
fieles a la forma
de la última ola
gazapo muerto
algunos coches
ya no lo esquivan
barca en los juncos
el río le va dando
color de limo
por la ventana
de un hotel de una estrella
constelaciones
según me alejo
se van volviendo azules:
grandes montañas
SALINARO
cae la bruma
entreabren sus alas
dos mariposas
RAFAEL COSTA
sol tras la lluvia,
chirrian las garruchas
del tendedero.
Mujer sin pecho,
en su mano un sostén
con su relleno.
Al pie del árbol,
a pesar de los perros
crece la hierba.
calle empedrada,
el son de los tacones
es diferente.
alboreando,
el ramo de la novia
algo marchito
PALMIRA
Balsa de riego.
En la calma, el zumbido
de las libélulas.
Parece quieta
mientras va desdoblándose
la hoja nueva.
JORGE MORENO BULBARELA
cielo de octubre -
la estela de un avión
junto a la luna
hasta la caca
del perro tiene sombra -
luna llenísima
plenilunio -
ese perro amarillo
con manchas blancas
luna plena -
algunos nísperos
ya están maduros
GUSTAVO SCARONE
un suave rumor
recorre la plaza.
las hojas secas
zapatos rotos,
en la oscuridad
descubren charcos
JORDI CLIMENT
amanecer -
el cartel luminoso
pierde esplendor
noche de otoño -
ilumina la luna
el vuelo del búho
SERGIO ABADÍA
atardecer-
en la tela de araña
cuerpos huecos
MARIA
Mientras camino,
el ruido luminoso
de un avión.
CARLOS
Amanece
en la calle vacía
olor a pan.
Octubre 2007
Octubre 2007
"¡Gitanos, gitanos!" (Marcello Mastroianni en "Ojos negros")