Selección de NOVIEMBRE 2021 por Jaspe Uriel Martínez "Ajenjo"

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Selección de NOVIEMBRE 2021 por Jaspe Uriel Martínez "Ajenjo"

Mensaje por Equipo de administración »

Selección de Ajenjo. Gracias, compañero "Rogando"


En primera instancia, agradecer a la administración de nuestra comunidad por permitirme presentar a ustedes los haikus publicados en noviembre que más me gustaron. También, agradezco a los compañeros por compartirnos pedacitos de su vida a través de los haikus que nos dejan en el foro. Fue una alegría volverlos a leer y darme cuenta de que en cada uno de ellos se transmiten los pequeños milagros cotidianos de nuestra existencia. De antemano pido una disculpa si mi criterio para escogerlos no fue el mejor, o si los comentarios que los acompañan no hacen justicia a los asombros compartidos.
Les deseo felices fiestas y un año nuevo en el que podamos regresar a la normalidad, y, por supuesto, un año pleno de sensaciones. Sin más, aquí dejo mi selección.



Selección mensual de noviembre de 2021


La casa en ruinas —
quedan en la maleza
las luciérnagas


Vanni Fucci

Lo único que perdura en el tiempo son los ciclos de la naturaleza. Así dan cuenta de ello unas ruinas que rebosan de vida con ese verdor renovado. Más aún, es bello notar que al anochecer los nuevos inquilinos encienden su luz para mostrar a los curiosos que son visitantes en una casa ya ocupada. Un haiku en el que se saborea el desprendimiento en los tercetos de Santôka.



Mosquitas blancas...
Al removerse hacen
que suene el álamo


Mavi

Estos seres pasan desapercibidos a la distancia dado su minúsculo tamaño, y más aún si consideramos que en este haiku están situados en el envés plateado de los álamos. Pero, cuando todos ellos actúan coordinadamente el milagro sucede. No sólo se manifiesta su presencia a través del sonido, sino que llega a percibirse cierto rimo en este movimiento colectivo. No queda para nosotros más que disfrutar del momento y hacer a otros partícipes del mismo asombro.


Algo de líquido
en la granada hueca.
Arrecia el mistral


Mavi

El nombre de ese viento es fundamental para entender el haiku, porque no es lo mismo el viento que viene de tierra adentro, frío y seco, que el viento que viene del mar, cálido y salino. La autora nos sugiere que esa granada no está del todo marchita, que hay algo de vida en ella y concentra nuestra atención en ese único punto; mientras, afuera, bufa el vendaval que entra al mediterráneo.


Altar...
junto al tlatonile
un chicale rajado


Jorge Moreno Bulbarela

Este haiku de día de muertos no sólo tiene un buen aware, sino que tiene un ritmo de lectura precioso, lo podría leer mil veces y no me hartaría de ello. En lo que respecta al momento, alguien le ha dejado al ánima visitante su comida favorita, y para que sepa que está en la casa correcta, se le ha dejado el chicale de costumbre, que muestra las consecuencias de tantos años de servicio. Wabi-sabi que se funde con una tradición ancestral.



Huye una mantis.
El sol en las cenizas
de los rastrojos


Hikari

Después de la cosecha, la autora ve a un sobreviviente que quizá levanta la pancita en actitud de combate, levanta el hara diría Santôka. ¿A dónde irá si lo que ha sido su mundo ha quedado reducido a la nada? Allá va, entre rayos de sol que se transparentan a través del humo de las cenizas, que habrán de nutrir al próximo ciclo de las cosechas.




Llega el abuelo
se esparce el olor a monte
por toda la casa


Idalberto Tamayo

Una imagen enternecedora que puede complementarse con lo que uno se quiera imaginar: lodo, flores, hierbas o incluso algún animal que haya traído para la cena. No es difícil imaginar a los nietos más pequeños preguntando al abuelo qué vio allá en el monte. Si los nietos no van al monte, entonces el abuelo trae parte del monte a ellos.



Casa de adobe
Con el niño enjorquetado
*
atiza el fuego

Idalberto Tamayo
*En este caso sobre la cadera ...

Una imagen que me resulta evocadora, recordar a las mujeres de mi familia, en aquellas tardes lejanas, preparando el fuego para la comida, y eso sin dejar de atender otros quehaceres. Simplemente magnífica esa habilidad de repartir el tiempo para hacerlo rendir. Aquí, el poeta comparte otro momento enternecedor que nos sitúa en el previo a un festín de sensaciones: tacto, vista, olfato y, para terminar, el gusto.



rierol sec
en la boira del bosc
sonen les pinyes


arroyo seco
en la niebla del bosque
suenan las piñas


mencs6

Dentro del bosque, rodeados de sus sonidos, vemos cómo el agua va fluyendo sobre el arroyo, no dentro de este, de una extrañeza sutil, pero que no pasa desapercibida para el ojo entrenado. Un polo bien tensado con el elemento del segundo polo, oculto, sugerido a través del sonido entre la niebla. Maravilloso.



lejos un eucaliptus.
sombras de nubes
por el trigal


ariel.b

Imagen de postal. Una sombra de fino aroma a la que uno se arrimaría para pensar qué rumbo toma nuestra vida, que a veces pareciera que va a la deriva. Ayuda a ese ejercicio de concentración el rítmico ondeo del trigal. El efecto de esta dinámica delicada es tranquilizador. Es, en definitiva, un hábitat propicio para la reflexión.



Anochecer.
Va buscando el camino
un perro ciego


Rodolfo Langer

Desciende la temperatura, los sonidos cambian; la indicación para este perro ciego de que es hora de emprender el camino. Dado que el sentido de la vista es el menos desarrollado en los cánidos bien podría ser que aun gozando de buenos ojos el perro se valiera del olfato, y del oído, para ir a donde le plazca; pero el autor ha decidido no omitir ese detalle, y se lo agradecemos, porque a través de él se transmite una simpatía como la que Issa tenía por los desvalidos del mundo, y ello sigue reverberando en nuestros corazones.



El pequeño...
pregunta a las margaritas:
¿tenés bichos?


Mary Vidal

Ah, pero qué maravilla los haikus sobre los niños. Siempre con sus emociones transparentes como el agua, a través de las que podemos ver la belleza de vivir cada momento. Este haiku es toda ternura, que me provoca acercarme a ver con ese niño si esas margaritas tienen bichitos.



El techador …
Volando en círculos
tres golondrinas


Mary Vidal

Me gusta este haiku por la emoción que sugiere, claro, la imagen es bonita, pero creo que habla de algo más; aquel hombre sólo hace su trabajo, pero las golondrinas nada saben de ello, sólo esperan y esperan, van y vienen volando en círculos hasta que el invasor se vaya de su territorio.



En el cerezo
un grajo que no duerme.
Luna de otoño


Piluca C.P.

Un haiku que por pura reminiscencia empieza activando el sentido de la vista y del olfato, como preparando al lector para la imagen que embelesa a la autora: la contemplativa luz de la luna sobre las ramas sin follaje del cerezo, y ahí, también, el escandaloso pequeñín que ha permitido a la autora compartirnos tan bella estampa.



Las nubes ahora blancas -
Sigue una grulla joven
a la bandada


Gorka Arellano

Otro momento para apreciar el ciclo de la vida, esta vez se trata de un ave. Quizá su escasa práctica en el vuelo la distinga de entre las demás y nos revele el detalle que el autor ha incluido en el haiku. Este asombro ocurre en un cambio de clima, no sabemos si está amaneciendo o si las nubes de lluvia han dado paso a nubes blancas, sólo se nos sugiere que la luz del sol llega a la bandada, y no necesitamos más, el resto nos lo podemos imaginar como queramos.


Aún aletea
entre las hojas caídas:
una libélula


JL.Vicent

Maravilloso cómo el poeta ha podido distinguir un detalle tan fino, y cómo se ha visto en la obligación de comunicarlo; claro, lo mínimo que sucede tiene importancia capital, dice Vicente Haya; y aquí lo podemos comprobar una vez más. Si el aleteo mortecino de una libélula entre la hojarasca no tuviera importancia, entonces nuestra realidad misma se desplomaría.



Pasa de grullas.
Erguida sobre el río
una garza


Benrû

Hace no mucho, tuve la oportunidad de ver cómo surcaban los cielos esos bellos animales, precioso, de verdad. En este haiku, me llama la atención cómo se activa el sentido del tacto, es de esas imágenes que se pueden sentir, con esa agua fría en las patas delgadas de la garza. Bien conectados ambos polos, el cielo y la tierra. Y bueno, no sé cómo les parezca, pero a mí me ha deslumbrado tanta blancura en el haiku.



Un gavilán
se pierde entre los saúcos.
Lluvia fría


estebansa.iearm

En la ciudad de la eterna primavera debe ser digno de asombro una lluvia fría, anecdóticamente fría. Este predador sobrevuela la arboleda, una bella estampa bien complementada con el rumor del agua sobre el follaje de esto árboles bajos, ¿será que lleva una presa en sus garras o simplemente que busca un refugio adecuado?, no lo sabemos, y no lo necesitamos porque el asombro ya ha calado en nuestro interior.



Sube cojeando
el perro de la esquina.
Halo de luna.


Roxana Dávila Peña

A paso rengo, ahí va ese animal al que algo le habrá pasado, la autora manifiesta bien su sentir, y hace que el lector se pregunte ¿qué le ha pasado a ese pequeño al que la autora conoce bien? Todos los elementos están bien tensados en este escena de sombras cargada de un yûgen que no pierde su sabor sin importar cuánto se le paladee.




Chupa el becerro
mientras la vaca muge,
la niebla otoñal.


José Luis

Ya en varias ocasiones se ha apuntado a esa misteriosa conexión entre las vacas y la niebla, y aquí vuele a ser patente esa relación y por partida doble, celebrando el ciclo de la vida. Sencillo, armonioso, bello.

*

Esta selección ha sido parcialmente publicada en el perfil de la comunidad ERDH en facebook: https://www.facebook.com/ERDH.haiku/pho ... 565314409/
Un cordial saludo a todos los usuari@s y visitantes de ERDH.
joseluisol
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Re: Selección de NOVIEMBRE 2021 por Jaspe Uriel Martínez "Ajenjo"

Mensaje por joseluisol »

Equipo de administración escribió: 07/Dic/2021 12:13 Selección de Ajenjo. Gracias, compañero "Rogando"


En primera instancia, agradecer a la administración de nuestra comunidad por permitirme presentar a ustedes los haikus publicados en noviembre que más me gustaron. También, agradezco a los compañeros por compartirnos pedacitos de su vida a través de los haikus que nos dejan en el foro. Fue una alegría volverlos a leer y darme cuenta de que en cada uno de ellos se transmiten los pequeños milagros cotidianos de nuestra existencia. De antemano pido una disculpa si mi criterio para escogerlos no fue el mejor, o si los comentarios que los acompañan no hacen justicia a los asombros compartidos.
Les deseo felices fiestas y un año nuevo en el que podamos regresar a la normalidad, y, por supuesto, un año pleno de sensaciones. Sin más, aquí dejo mi selección.



Selección mensual de noviembre de 2021


La casa en ruinas —
quedan en la maleza
las luciérnagas


Vanni Fucci

Lo único que perdura en el tiempo son los ciclos de la naturaleza. Así dan cuenta de ello unas ruinas que rebosan de vida con ese verdor renovado. Más aún, es bello notar que al anochecer los nuevos inquilinos encienden su luz para mostrar a los curiosos que son visitantes en una casa ya ocupada. Un haiku en el que se saborea el desprendimiento en los tercetos de Santôka.



Mosquitas blancas...
Al removerse hacen
que suene el álamo


Mavi

Estos seres pasan desapercibidos a la distancia dado su minúsculo tamaño, y más aún si consideramos que en este haiku están situados en el envés plateado de los álamos. Pero, cuando todos ellos actúan coordinadamente el milagro sucede. No sólo se manifiesta su presencia a través del sonido, sino que llega a percibirse cierto rimo en este movimiento colectivo. No queda para nosotros más que disfrutar del momento y hacer a otros partícipes del mismo asombro.


Algo de líquido
en la granada hueca.
Arrecia el mistral


Mavi

El nombre de ese viento es fundamental para entender el haiku, porque no es lo mismo el viento que viene de tierra adentro, frío y seco, que el viento que viene del mar, cálido y salino. La autora nos sugiere que esa granada no está del todo marchita, que hay algo de vida en ella y concentra nuestra atención en ese único punto; mientras, afuera, bufa el vendaval que entra al mediterráneo.


Altar...
junto al tlatonile
un chicale rajado


Jorge Moreno Bulbarela

Este haiku de día de muertos no sólo tiene un buen aware, sino que tiene un ritmo de lectura precioso, lo podría leer mil veces y no me hartaría de ello. En lo que respecta al momento, alguien le ha dejado al ánima visitante su comida favorita, y para que sepa que está en la casa correcta, se le ha dejado el chicale de costumbre, que muestra las consecuencias de tantos años de servicio. Wabi-sabi que se funde con una tradición ancestral.



Huye una mantis.
El sol en las cenizas
de los rastrojos


Hikari

Después de la cosecha, la autora ve a un sobreviviente que quizá levanta la pancita en actitud de combate, levanta el hara diría Santôka. ¿A dónde irá si lo que ha sido su mundo ha quedado reducido a la nada? Allá va, entre rayos de sol que se transparentan a través del humo de las cenizas, que habrán de nutrir al próximo ciclo de las cosechas.




Llega el abuelo
se esparce el olor a monte
por toda la casa


Idalberto Tamayo

Una imagen enternecedora que puede complementarse con lo que uno se quiera imaginar: lodo, flores, hierbas o incluso algún animal que haya traído para la cena. No es difícil imaginar a los nietos más pequeños preguntando al abuelo qué vio allá en el monte. Si los nietos no van al monte, entonces el abuelo trae parte del monte a ellos.



Casa de adobe
Con el niño enjorquetado
*
atiza el fuego

Idalberto Tamayo
*En este caso sobre la cadera ...

Una imagen que me resulta evocadora, recordar a las mujeres de mi familia, en aquellas tardes lejanas, preparando el fuego para la comida, y eso sin dejar de atender otros quehaceres. Simplemente magnífica esa habilidad de repartir el tiempo para hacerlo rendir. Aquí, el poeta comparte otro momento enternecedor que nos sitúa en el previo a un festín de sensaciones: tacto, vista, olfato y, para terminar, el gusto.



rierol sec
en la boira del bosc
sonen les pinyes


arroyo seco
en la niebla del bosque
suenan las piñas


mencs6

Dentro del bosque, rodeados de sus sonidos, vemos cómo el agua va fluyendo sobre el arroyo, no dentro de este, de una extrañeza sutil, pero que no pasa desapercibida para el ojo entrenado. Un polo bien tensado con el elemento del segundo polo, oculto, sugerido a través del sonido entre la niebla. Maravilloso.



lejos un eucaliptus.
sombras de nubes
por el trigal


ariel.b

Imagen de postal. Una sombra de fino aroma a la que uno se arrimaría para pensar qué rumbo toma nuestra vida, que a veces pareciera que va a la deriva. Ayuda a ese ejercicio de concentración el rítmico ondeo del trigal. El efecto de esta dinámica delicada es tranquilizador. Es, en definitiva, un hábitat propicio para la reflexión.



Anochecer.
Va buscando el camino
un perro ciego


Rodolfo Langer

Desciende la temperatura, los sonidos cambian; la indicación para este perro ciego de que es hora de emprender el camino. Dado que el sentido de la vista es el menos desarrollado en los cánidos bien podría ser que aun gozando de buenos ojos el perro se valiera del olfato, y del oído, para ir a donde le plazca; pero el autor ha decidido no omitir ese detalle, y se lo agradecemos, porque a través de él se transmite una simpatía como la que Issa tenía por los desvalidos del mundo, y ello sigue reverberando en nuestros corazones.



El pequeño...
pregunta a las margaritas:
¿tenés bichos?


Mary Vidal

Ah, pero qué maravilla los haikus sobre los niños. Siempre con sus emociones transparentes como el agua, a través de las que podemos ver la belleza de vivir cada momento. Este haiku es toda ternura, que me provoca acercarme a ver con ese niño si esas margaritas tienen bichitos.



El techador …
Volando en círculos
tres golondrinas


Mary Vidal

Me gusta este haiku por la emoción que sugiere, claro, la imagen es bonita, pero creo que habla de algo más; aquel hombre sólo hace su trabajo, pero las golondrinas nada saben de ello, sólo esperan y esperan, van y vienen volando en círculos hasta que el invasor se vaya de su territorio.



En el cerezo
un grajo que no duerme.
Luna de otoño


Piluca C.P.

Un haiku que por pura reminiscencia empieza activando el sentido de la vista y del olfato, como preparando al lector para la imagen que embelesa a la autora: la contemplativa luz de la luna sobre las ramas sin follaje del cerezo, y ahí, también, el escandaloso pequeñín que ha permitido a la autora compartirnos tan bella estampa.



Las nubes ahora blancas -
Sigue una grulla joven
a la bandada


Gorka Arellano

Otro momento para apreciar el ciclo de la vida, esta vez se trata de un ave. Quizá su escasa práctica en el vuelo la distinga de entre las demás y nos revele el detalle que el autor ha incluido en el haiku. Este asombro ocurre en un cambio de clima, no sabemos si está amaneciendo o si las nubes de lluvia han dado paso a nubes blancas, sólo se nos sugiere que la luz del sol llega a la bandada, y no necesitamos más, el resto nos lo podemos imaginar como queramos.


Aún aletea
entre las hojas caídas:
una libélula


JL.Vicent

Maravilloso cómo el poeta ha podido distinguir un detalle tan fino, y cómo se ha visto en la obligación de comunicarlo; claro, lo mínimo que sucede tiene importancia capital, dice Vicente Haya; y aquí lo podemos comprobar una vez más. Si el aleteo mortecino de una libélula entre la hojarasca no tuviera importancia, entonces nuestra realidad misma se desplomaría.



Pasa de grullas.
Erguida sobre el río
una garza


Benrû

Hace no mucho, tuve la oportunidad de ver cómo surcaban los cielos esos bellos animales, precioso, de verdad. En este haiku, me llama la atención cómo se activa el sentido del tacto, es de esas imágenes que se pueden sentir, con esa agua fría en las patas delgadas de la garza. Bien conectados ambos polos, el cielo y la tierra. Y bueno, no sé cómo les parezca, pero a mí me ha deslumbrado tanta blancura en el haiku.



Un gavilán
se pierde entre los saúcos.
Lluvia fría


estebansa.iearm

En la ciudad de la eterna primavera debe ser digno de asombro una lluvia fría, anecdóticamente fría. Este predador sobrevuela la arboleda, una bella estampa bien complementada con el rumor del agua sobre el follaje de esto árboles bajos, ¿será que lleva una presa en sus garras o simplemente que busca un refugio adecuado?, no lo sabemos, y no lo necesitamos porque el asombro ya ha calado en nuestro interior.



Sube cojeando
el perro de la esquina.
Halo de luna.


Roxana Dávila Peña

A paso rengo, ahí va ese animal al que algo le habrá pasado, la autora manifiesta bien su sentir, y hace que el lector se pregunte ¿qué le ha pasado a ese pequeño al que la autora conoce bien? Todos los elementos están bien tensados en este escena de sombras cargada de un yûgen que no pierde su sabor sin importar cuánto se le paladee.




Chupa el becerro
mientras la vaca muge,
la niebla otoñal.


José Luis

Ya en varias ocasiones se ha apuntado a esa misteriosa conexión entre las vacas y la niebla, y aquí vuele a ser patente esa relación y por partida doble, celebrando el ciclo de la vida. Sencillo, armonioso, bello.

Ajenjo, muy agradecido por incluirme en la selección de Noviembre, y mucho más por tu comentario. Dios bendiga tus awares. Feliz navidad

*

Esta selección ha sido parcialmente publicada en el perfil de la comunidad ERDH en facebook: https://www.facebook.com/ERDH.haiku/pho ... 565314409/
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