Sol de agosto -
El macho* amarrado al pino
patea el suelo
(*) macho1
2. m. mulo (‖ animal). RAE
Todo irrumpe con indocilidad en la primera mirada: el fulgor de la piel de las cosas. Luego, el látigo restalla y marca el trote del sentido aparente, girando en un círculo sin fin. Aun así, la emoción se desboca y relincha en la paz del establo. Los objetos, al borde de encabritarse. Las coces de la rabia no dicen nada, pero nos advierten: el lenguaje arde, vibra, se tensa en su fibra nerviosa, aunque insuficiente. Y entonces, el derrumbe. Una insistencia verbal que pierde el equilibrio sobre el suelo de la realidad desnuda.
Todo irrumpe
Todo irrumpe
Solo la mano que borra puede escribir lo verdadero. Meister Eckart