La camioneta sigue

[Jorge Moreno Bulbarela]

La camioneta sigue subiendo por la carretera. "Casi llegamos al altiplano", dice el conductor, y da vuelta en una desviación que va a Teziutlán. En trechos, la niebla avanza y deja ver restos de escarcha. Falta poco para el mediodía y me subo la bufanda hasta la nariz. El sobrino, robusto mocetón de estos parajes, me mira con extrañeza. Yo, sabedor de su afición al juego de los escaques, trato de justificarme: "Soy tan friolento como el genial Capablanca". Sus ojos parecen decir: "A mi héroe no lo toques"; por eso añado: "Sí, pero él me daba jaque mate en dos movimientos". El del volante me mira por el retrovisor, y los demás voltean hacia mí. Para romper la tensión, cambio el tono: "Eso no es nada; mi amigo, el flaco de Avellaneda, siempre me daba mate sin siquiera darme jaque".
Después de contemplar las gracias de la onda fría, descendemos. Aquí no hay escarcha ni neblina, sólo llovizna fría, de larga duración. La humedad de la casa nos recibe con su olor helado que empapa hasta la médula, a pesar del chocolate caliente. Entrecierro los ojos y sueño con el puerto del Pacífico y sus iguanas:

Arenas
de la Roqueta
Ocaso

Jor

[Gorka Arellano]

Ahhh, qué viaje compañero...

[Jorge Moreno Bulbarela]

Gracias, compañero Gorka por tu comentario.

Jor

[JL.Vicent]

Bien por ese recorrido por el "casi altiplano.." Veo que más que un Mozart del ajedrez estás hecho todo un cantautor del haiku. Y que sigas así por mucho tiempo...

Salud y gracias por compartirlo.

[Jorge Moreno Bulbarela]

José Luis, gracias por tus comentarios que me levantan el ánimo casi hasta el altiplano

Un apretón de manos

Jor

[Hikari]

Saludos, Jorge.
Qué bueno el haibun con el que vuelves. Me ha encantado, sobre todo el chocolate caliente (que me gusta mucho ) en contraste con el olor helado con que os recibe la casa.

Muchas gracias. Espero que te quedes mucho tiempo por aquí.

Un abrazo!

[Jorge Moreno Bulbarela]

Muchas gracias, Hikari, por tus comentarios y sobre todo por tus buenos deseos.

Jor