Indolente, casi como un niño que amasa entretenido el fango entre sus manos, como quien intenta forjar una vida plena, aunque inútilmente, su destino perecía carecer de todo sentido, trabajar en vano.
Mientras tanto, la vida, discurría a su lado como ese riachuelo interminable: tan poderoso e incansable, como indiferente...
Junto a su huerto un río;
llena un pozal
y lo vacía.
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Indiferente
Indiferente
Última edición por JL.Vicent el 15/Dic/2007 20:34, editado 2 veces en total.
Todo lo bello tiene una marca de eternidad. Simone Weil