El ladrido de los perros en la puerta de la cocina. Me hace recordar la casa de mi abuela […] Que diferente el fogón era el corazón de casa. Aquí en esta cocina solo hay polvo.
"Hasta la última cuchara" –dice la abuela
a la guagüita.
Mañana de invierno
Suena el timbre. En la cocina miró la olla hirviendo. En la misma ebullición saltan las papas y las verduras. Mi mirada se posa en el pollo desmenuzado, que rinde ocho piezas, convertido en cuarenta y siete elementos.
Un montoncito de pellejos.
Densa lluvia
En cuarenta y siete piezas
despierto cada mañana
Me viene muy bien sus comentarios
