Sentado en el banco de hierro y madera, junto al corre-corre, junto al jardín, junto a las abejas. Delante está el sol. Por todas partes está el viento. Algún coche de cuando en cuando pasa por la calle. Es la eternidad. Es la eternidad que se acaba y empieza de nuevo. Brotes de rosas, el aguacate empujando hacia arriba, el tiempo sobre una ola. Espuma.
Que no acabe
esto que no empezó nunca.
Sólo sentarse.
saludos!