Ya me gustaría haber podido contar otra cosa. Me gustaría haber disfrutado con todos y todas de la celebración del nacimiento y bautismo de un libro de haiku excepcional en todos los aspectos. Pero la cosa se torció simplemente por cuestiones de cortesía y educación. No era el momento para debates y mucho menos para ataques infundados. Porque una cosa es que se pueda opinar si un poema es haiku o no, el eterno y nada nuevo debate, y otra es sentenciar allí, aprovechando el micro y cuando lo único que había que hacer era leer los haikus publicados en la antología, que los que hacen haiku siguiendo las raíces japonesas no hacen sino fotocopias. Repito, no era el momento adecuado para el debate por lo que estas infortunadas palabras se convirtieron en una especie de imposición, un discurso fuera de lugar, un monólogo en el que no hubo lugar a la respuesta adecuada por muchos motivos, entre ellos, la educación y el respeto hacia los organizadores del evento y hacia los invitados que sólo queríamos disfrutar del encuentro de poetas, poetisas y haijines.
Afortunadamente también hubo intervenciones lindas y elegantes que entibiaron el ambiente tras el jarro de agua fría que cayó sobre nosotros. Las referencias de otras presentaciones de libros de haikus eran para mí tan estupendas, tan cordiales y corteses (¡qué mal acostumbrados nos tienen las buenas gentes de Albacete!) que era imposible no comparar.
No pasaron 24 horas y decidí quitar lo publicado porque, tras hablar con algunos amigos, comprendí que probablemente era inútil y parafraseando a Orzas, “no hay caso... es en vano”
No sé si queda claro que no entro al debate de si algo es haiku o poema, simplemente hablo de oportunidad, de cortesía y educación. Creo que de Japón no sólo deberíamos aprender lo que significa el haiku en toda su profundidad si no también cortesía para saber estar y que conste que me incluyo, que a mí también me falta muchísimo por aprender, entre otras cosas a no enfadarme y así conectar con algo más “wa-y” Wink
Voy a subir por aquí lo que escribí para que quede abierto a vuestra opinión. Aunque no sea exacto a lo que puse, ya que lo terminé de editar en el blog y lo he borrado, se parece bastante.
Espero no ofender a nadie. Como bien dice Susana Benet, estas cosas deberían esfumarse como el humo y quedarnos con lo bonito.
PRESENTACIÓN EN LA LIBRERÍA ALBERTI DE MADRID “UN VIEJO ESTANQUE” ANTOLOGÍA DE HAIKU CONTEMPORÁNEO EN CASTELLANO
Hacía mucho que no llovía en Madrid. El aire en la capital era ya irrespirable y por eso, a pesar de los serios inconvenientes para el tráfico, se agradecía esta lluvia fría limpiando a su paso la mugre acumulada, pegada en todos lados. ¡Buen día para el haiku!- pensé.
Tenía ganas de volver a ver a mis compañeros. Imaginé que acudirían Isabel Pose, Javier Sancho, Manuel Orzas, Verónica Aranda, María Jesús Pérez y por supuesto Susana Benet y Frutos Soriano. ¡Qué alegría abrazarles!
No he asistido a muchas presentaciones de libros ajenos al haiku, así que puedo juzgar tan sólo en base a mi experiencia que hasta el momento había sido fantástica por el buen ambiente, la cordialidad y la humildad.
El editor Andrés Trapiello, habló de cómo se había gestado la idea, del tiempo transcurrido, de la paciencia, de cómo se había realizado el diseño, de la estética al colocar los haikus en las páginas, de cómo se le ocurrió seguir un patrón biológico, vivo en la colocación de los haikus de forma que recordaran la disposición de las hojas en la rama de un árbol. Habló también de la controvertida portada, cuyo origen es una postal antigua del faro de Gibraltar que compró en el Rastro y de la que se mostró particularmente orgulloso.
Susana Benet y Frutos Soriano nos contaron brevemente como fue la selección y su trabajo en conjunto y agradecieron como es lógico la buena disposición del editor al apostar por algo tan peculiar como es el haiku. Y hay que reconocer que si no llega a ser porque en la antología hay poetas de renombre, ésta no hubiera visto la luz. ¡Felicitaciones a ambos por el trabajo que habéis realizado!
No se olvidaron de mencionar a Luis Carril por ser el primer impulso de esta antología y a los talleres de El Rincón del haiku y de Paseos.net, de donde han salido la mayoría de los haijines presentes en la antología.
A continuación se leyeron haikus de los poetas y haijines allí presentes.
Voy a dejar de lado la mala onda que generó en algunos José Cereijo, que con una arrogancia y una falta de cortesía solo pensable en alguien con un ego tamaño camión, se retrató en un discurso que nadie le pidió como el adalid del haiku en castellano y aprovechó el mismo para -citando mal a Bhasô que a todos nos puede pasar- hablar de autenticidad del haiku y tachar de fotocopias los haikus de los que escriben siguiendo la tradición japonesa. ¡Qué mal Cereijo, qué mal! No era el momento, ni la ocasión para este debate. No tuviste en cuenta que eras un invitado más y te aprovechaste de la buena educación de los demás, que no quisieron entrar a debatir en tu mismo tono, para soltar un speech que te auto justifica como escritor de haiku y dar a entender que gracias a ti y a tu forma de concebirlo, éste tendrá éxito y no desaparecerá como ya ocurriera con Quevedo y los sonetos fechos al itálico modo. El mundo del haiku te deberá gratitud eterna por su supervivencia, como el mundo de la poesía se la debe a Quevedo por escribir sonetos al modo español y perpetuarlos para gozo de la humanidad. En fin, menos mal que la lluvia pudo también con esta mugre.
Afortunadamente hay gente con clase y con ánimo conciliador como Verónica Aranda que sin necesidad de herir a nadie habló con elegancia de una característica que tiene esta Antología y es que aúna en sus páginas haijines puros, es decir, que sólo escriben haiku con poetas que de vez en cuando se acercan al haiku. Gracias Verónica.
Gracias Javier Sancho por posicionarte y por leer haikus (con "h")

Gracias Manuel Orzas por esas lágrimas de pesar por el haiku. Comprendo cómo te sentiste.
Gracias Isabel Pose, María Jesús Pérez por vuestra sencillez y cercanía.
En definitiva gracias a todos y todas poetas, poetisas y haijines allí presentes porque a pesar de las diferencias evidentes, el haiku se acercará un poco más al público a través de este Viejo Estanque.
Mercedes Pérez