haikus clásicos que preguntan
haikus clásicos que preguntan
Sigo aquí pues me parece más adecuado:
otros dos del libro "Nieve, luna, flores" de José María Bermejo
¡oh mariposa!
¿qué sueñas cuando agitas
tus finas alas?
Chiyo-ni
¿qué soñarán
las mariposas mudas
sobre las flores?
Reikan
Saludos Isabel
otros dos del libro "Nieve, luna, flores" de José María Bermejo
¡oh mariposa!
¿qué sueñas cuando agitas
tus finas alas?
Chiyo-ni
¿qué soñarán
las mariposas mudas
sobre las flores?
Reikan
Saludos Isabel
Traslado a Debates, los que dejamos en el hilo de Miraalsur: "Cielo estrellado".
Selección de JL. Vicent
¿Cuál de estas hojas
será la primera en caer?
¡Pregúntale al viento!
(Soseki, 1867-1916)
A medida que ando,
¿la lluvia invernal
moja la escena que dejo atrás?
Santoka, (1882-1940)
Ambos traducidos por Samuel Wolpin
Selección de Miraalsur
¿por qué se rinde?
dime ¿por qué se rinde
ese clavel?
Issa
entre claveles,
la mariposa blanca
¿será un alma?
Shiki
traducción de José María Bermejo de su libro "Nieve, luna, flores"
Selección de Santiago
Bien ¿ a dónde vamos?
Sopla el viento
La campana
en la espesura de la montaña
¿ se tañe a sí misma?
Estoy calado hasta los huesos
( ¿ y qué es lo que tenemos aquí?)
ah , la piedra que marca el camino
¿ De dónde han salido
todas ésas semillas
( arrastradas por el viento)?
"Saborear el Agua" Tradución de Vicente Haya & Hiroko Tsuji
* * *
Selección de JL. Vicent
¿Cuál de estas hojas
será la primera en caer?
¡Pregúntale al viento!
(Soseki, 1867-1916)
A medida que ando,
¿la lluvia invernal
moja la escena que dejo atrás?
Santoka, (1882-1940)
Ambos traducidos por Samuel Wolpin
Selección de Miraalsur
¿por qué se rinde?
dime ¿por qué se rinde
ese clavel?
Issa
entre claveles,
la mariposa blanca
¿será un alma?
Shiki
traducción de José María Bermejo de su libro "Nieve, luna, flores"
Selección de Santiago
Bien ¿ a dónde vamos?
Sopla el viento
La campana
en la espesura de la montaña
¿ se tañe a sí misma?
Estoy calado hasta los huesos
( ¿ y qué es lo que tenemos aquí?)
ah , la piedra que marca el camino
¿ De dónde han salido
todas ésas semillas
( arrastradas por el viento)?
"Saborear el Agua" Tradución de Vicente Haya & Hiroko Tsuji
* * *
Solo la mano que borra puede escribir lo verdadero. Meister Eckart
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Preguntas
Issa....(Traducción de Antº Cabezas, Haikus Inmortales)
kore ga mâ
tsui no sumika ka
yuki go-shaku
¿Es que al final
no tendré más vivienda
que cinco pies de nieve?
Moritake
rakka eda ni
kaeru to mireba
kochô kana
¿Es que la rama
vuelve la flor caída?
¡Si es mariposa!
Onitsura
tsuchi ni umete
ko no saku hana no
aru koto ta
Ya lo enterré.
¿Pero habrá alguna planta
que flore un hijo?
Rotsu
tori-domo no
neitte iru ka
yogo no umi
¿Hasta las aves
se han quedado dormidas?
Lago de Iogo.
Buson
yuku aru no
izuchi iniken
kakari-bune
La primavera
¿Adonde se habrá ido?
¿Y el barco anclado?
kore ga mâ
tsui no sumika ka
yuki go-shaku
¿Es que al final
no tendré más vivienda
que cinco pies de nieve?
Moritake
rakka eda ni
kaeru to mireba
kochô kana
¿Es que la rama
vuelve la flor caída?
¡Si es mariposa!
Onitsura
tsuchi ni umete
ko no saku hana no
aru koto ta
Ya lo enterré.
¿Pero habrá alguna planta
que flore un hijo?
Rotsu
tori-domo no
neitte iru ka
yogo no umi
¿Hasta las aves
se han quedado dormidas?
Lago de Iogo.
Buson
yuku aru no
izuchi iniken
kakari-bune
La primavera
¿Adonde se habrá ido?
¿Y el barco anclado?
Estaremos de acuerdo en que toda pregunta es parte de un "yo" que inquiere digamos racionalmente. Y ese "yo" que surge desde el haiku, se adapte o no a las premisas que se nos informa en la sección IV del citado libro El espacio interior del haiku; Shinden Ediciones, Haya Segovia, Vicente; es decir, sea o no el "yo" tolerado, correcto y apropiado, el que no incumple la intromisión descarada del poeta en su haiku, es dado a través de un preguntar.
Y yo me pregunto: cuando se utiliza (como en los ejemplos seleccionados) la interrogación, el preguntar, ¿a quién va dirigida la pregunta; a sí mismo o no sólo a él, sino también al lector del haiku, que como sabemos es parte complementaria y por tanto necesaria para que el haiku cobre sentido, exista?
Veámoslo:
¿Cuál de estas hojas
será la primera en caer?
¡Pregúntale al viento!
(Soseki)
He aquí una especie de duplicidad; y también una especie de caja china o de muñeca rusa: una pregunta dentro de otra pregunta...; el "yo" de Soseki lanzando la pregunta tanto así mismo como a todos nosotros y el imperativo final del tercer verso; sólo que al final nos viene a decir que ni él ni nosotros tenemos la respuesta, que caja tras caja, muñeca tras muñeca, siempre habrá más y más preguntas, diminutas preguntas, gigantescas preguntas, sin respuesta posible. Silencio. ¿Qué es ese "yo" que preguntaba frente a ese silencio? Nada. Pregúntale a quien quieras, a cuantos desees, a sabios o a ignorantes; nada te dirán. Ni "yo" ni "vosotros", ni "nosotros"... ¡¡Pregúntale al viento!!
Así pues, lo que parecía una pregunta emitida por un poeta, un "yo", alguien que anhelaba una respuesta, ya ni siquiera importa, ¿dónde está ahora?; pues es un "yo" que no tiene relevancia alguna salvo la de mediar entre el cielo y la tierra, la de ejercer ese lenguaje mínimo con el que trascender el lenguaje mismo, e ir más allá de nuestras fronteras; más allá del límite. El viento. El viento es la pregunta y es así mismo la respuesta; toda respuesta.
Y ahora podemos, podéis, seguir viendo el resto de haikus seleccionados, incluido el de Miraalsur, y ver o no ver si hay un "yo" que no sea las estrellas mismas, o la nieve, o la mariposa, o la planta que florece, o la primavera, o la lluvia invernal, o el clavel, o el sonido de una campana, o la lluvia, las piedras, las semillas...
Salud
Y yo me pregunto: cuando se utiliza (como en los ejemplos seleccionados) la interrogación, el preguntar, ¿a quién va dirigida la pregunta; a sí mismo o no sólo a él, sino también al lector del haiku, que como sabemos es parte complementaria y por tanto necesaria para que el haiku cobre sentido, exista?
Veámoslo:
¿Cuál de estas hojas
será la primera en caer?
¡Pregúntale al viento!
(Soseki)
He aquí una especie de duplicidad; y también una especie de caja china o de muñeca rusa: una pregunta dentro de otra pregunta...; el "yo" de Soseki lanzando la pregunta tanto así mismo como a todos nosotros y el imperativo final del tercer verso; sólo que al final nos viene a decir que ni él ni nosotros tenemos la respuesta, que caja tras caja, muñeca tras muñeca, siempre habrá más y más preguntas, diminutas preguntas, gigantescas preguntas, sin respuesta posible. Silencio. ¿Qué es ese "yo" que preguntaba frente a ese silencio? Nada. Pregúntale a quien quieras, a cuantos desees, a sabios o a ignorantes; nada te dirán. Ni "yo" ni "vosotros", ni "nosotros"... ¡¡Pregúntale al viento!!
Así pues, lo que parecía una pregunta emitida por un poeta, un "yo", alguien que anhelaba una respuesta, ya ni siquiera importa, ¿dónde está ahora?; pues es un "yo" que no tiene relevancia alguna salvo la de mediar entre el cielo y la tierra, la de ejercer ese lenguaje mínimo con el que trascender el lenguaje mismo, e ir más allá de nuestras fronteras; más allá del límite. El viento. El viento es la pregunta y es así mismo la respuesta; toda respuesta.
Y ahora podemos, podéis, seguir viendo el resto de haikus seleccionados, incluido el de Miraalsur, y ver o no ver si hay un "yo" que no sea las estrellas mismas, o la nieve, o la mariposa, o la planta que florece, o la primavera, o la lluvia invernal, o el clavel, o el sonido de una campana, o la lluvia, las piedras, las semillas...
Salud
Última edición por JL.Vicent el 20/Mar/2008 22:43, editado 1 vez en total.
Solo la mano que borra puede escribir lo verdadero. Meister Eckart
Hay una serie de explicaciones en la citada obra de Haya, que justifican la presencia del "yo"; una de las principales es esta en la que dice "que el poeta puede aparecer en su haiku con la condición de que desaparezca en él, y que su aparición haya servido para iluminar más todavía alguna realidad distinta de sí mismo."
Hay también un haiku de un niño de 7 años al comienzo del libro, que aun no formando parte de los anteriores lo emplea para ejemplificar que el haiku es inseparable de la vida; pero que perfectamente podría haber utilizado para ilustrar o justificar la aparición del "yo" igualmente, se trata de
Mientras me reñían
por haber cogido el girasol,
yo miraba la flor
(Koizumi Toshiharu)
Salud
Hay también un haiku de un niño de 7 años al comienzo del libro, que aun no formando parte de los anteriores lo emplea para ejemplificar que el haiku es inseparable de la vida; pero que perfectamente podría haber utilizado para ilustrar o justificar la aparición del "yo" igualmente, se trata de
Mientras me reñían
por haber cogido el girasol,
yo miraba la flor
(Koizumi Toshiharu)
Salud
Solo la mano que borra puede escribir lo verdadero. Meister Eckart
¿Cuántas, cuántas veces
he preguntado por
la profundidad de la nieve?
(Shiki, 1867-1902)
Traducc. de Samuel Wolpin
he preguntado por
la profundidad de la nieve?
(Shiki, 1867-1902)
Traducc. de Samuel Wolpin
Última edición por JL.Vicent el 20/Mar/2008 23:36, editado 1 vez en total.
Solo la mano que borra puede escribir lo verdadero. Meister Eckart
¿Cuál de estas hojas
será la primera en caer?
¡Pregúntale al viento!
Cuando menos curiosa la estructura del haiku. Y la inteligencia de su estructura: dos preguntas, la primera de forma explícita, con sus interrogaciones, y la última, la que acaba de conjurar el embrujo de este haiku, planteada tácitamente. El "pregúntale" se contrapone al sujeto más o menos indeterminado de la primera, proporcionando al haiku un movimiento interno más allá del recogido en el "viento". Reforzado en el imperativo, en lo que coincido con J.L. Vicent. Esto es, interpretado "literalmente", que no literariamente. Este primer planteamiento supondría la escena otoñal contemplada por el poeta, quien tal vez ensimismado por el momento, lanza su pregunta al siguiente, al que le sigue: al lector. Otra interpretación, desde mi punto de vista, sería más revolucionaria, entendiendo que es el autor el partícipe con exclusividad del haiku -al menos en un primer instante-; el cuadro de las hojas en el otoño presenta al poeta la primera pregunta -se pregunta a sí mismo- y concluye con la última, con el "pregúntale" referido a él. Esto que pudiera parecer un gesto de "avaricia" sin complejos, en realidad deja una sensación, tras leer el haiku, totalmente opuesta; el lector se funde con el poeta en sus impresiones, resultando un "yo" distinto del descrito más arriba, pero no por ello menos singular: aquí la experiencia deja de estar "compartimentada" para ser compartida por ambos, autor y lector.
Un saludo.
será la primera en caer?
¡Pregúntale al viento!
Cuando menos curiosa la estructura del haiku. Y la inteligencia de su estructura: dos preguntas, la primera de forma explícita, con sus interrogaciones, y la última, la que acaba de conjurar el embrujo de este haiku, planteada tácitamente. El "pregúntale" se contrapone al sujeto más o menos indeterminado de la primera, proporcionando al haiku un movimiento interno más allá del recogido en el "viento". Reforzado en el imperativo, en lo que coincido con J.L. Vicent. Esto es, interpretado "literalmente", que no literariamente. Este primer planteamiento supondría la escena otoñal contemplada por el poeta, quien tal vez ensimismado por el momento, lanza su pregunta al siguiente, al que le sigue: al lector. Otra interpretación, desde mi punto de vista, sería más revolucionaria, entendiendo que es el autor el partícipe con exclusividad del haiku -al menos en un primer instante-; el cuadro de las hojas en el otoño presenta al poeta la primera pregunta -se pregunta a sí mismo- y concluye con la última, con el "pregúntale" referido a él. Esto que pudiera parecer un gesto de "avaricia" sin complejos, en realidad deja una sensación, tras leer el haiku, totalmente opuesta; el lector se funde con el poeta en sus impresiones, resultando un "yo" distinto del descrito más arriba, pero no por ello menos singular: aquí la experiencia deja de estar "compartimentada" para ser compartida por ambos, autor y lector.
Un saludo.