Gracias, Luelir, por compartirnos tus comentarios e inquietudes en este hilo.
Cierto que la labor de los traductores es impagable, como he dicho otras veces; que vale más una traducción incorrecta o imperfecta, pero que de algún modo dé cuenta de un mínimo de valor significativo para poder apreciar mediante la sensibilidad de cada lector
eso que probablemente no trasmita la traducción, que darse con un canto en los piños. Hay traductores muy creativos y traductores más o menos -también puede variar en grado- "pedagógicos", que no escatiman -creo que esto también se ha dicho otras veces- información bien a pie de página o bien durante o tras la traducción. ¿Cómo apreciar un punto intermedio entre la traslación creativa de un poema como el haiku y otra que sea literal? That is the question.

Creo que el riesgo de una traducción literal, máxime cuando pienso de ella que debe ser la más pedagógica y humilde, es perder la forma, la cadencia propia y original. Pero... ¿es la menos literal y más literaria o creativa, mejor para apreciar la cadencia o el ritmo propio de un haiku en su idioma además del sentido? Pues
su ritmo viene dado por el orden de presentación de los elementos lingüísticos, que coincide aproximadamente con el orden de pensamiento de la mente japonesa, y con el orden en que los objetos se presentan a la intuición. Dicho orden es distinto, y en muchas ocasiones inverso al que una mentalidad occidental dispondría. (F.R.I.
El haiku japonés. Hª y traducción Hiperión.) Permitidme que dude también (es decir, añada aquí otro That is the question), aunque mi duda sea debida a ignorancia supina.
Con respecto al haiku japonés no podemos prescindir de los traductores, o no nos queda otro remedio que adentrarnos en dicha lengua (que asusta casi de decirlo sólo...). Pero no olvidemos tampoco que a los traductores profesionales se les denomina
interpretes. E
interpretar, en un sentido elemental y básico tal y como recoge el DRAE, si bien es adecuado al ámbito de la oralidad,
http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsult ... nterpretar también es cierto que las acepciones 1 y 3, son fundamentales para los escritos traducidos; la explicación es la base de la cual dispondremos como neófitos de un idioma para captar por nosotros mismos el qué, aunque no sé si tanto el cómo, de lo interpretado. Sólo aquí, en este contexto interpretativo, una explicación es una guía para el lector que desconoce una lengua base o lenguaje objeto de estudio y ha de guiarse a través del metalenguaje que resulta de toda traducción.
No estará de más releer (en el texto citado de Rodríguez-Izquierdo, pág. 228, el
Sumario de observaciones de Henderson, que además nos sirven también para resumir algunos conocimientos expuestos sobre el haiku. Del cual voy a citar sólo dos puntos que ahora considero de gran interés:
8. El haiku traducido en muy raras ocasiones puede transmitir la fuerza plena del original y
10. A veces un lector experimentado de haiku puede sentir la fuerza del original japonés a través de una mala traducción. Vale la pena intentarlo.
Y aquí lo dejo... Pero en cuanto a la segunda parte del comentario de Luelir
como el haiku occidental y, más concretamente en español, no debe, porque no puede, ser haiku japonés, haríamos bien en ponernos de acuerdo sobre lo mínimo, aceptado por “todos”, que recoja lo máximo del sentir japonés.
Esta es otra cuestión que me gustaría profundizar hasta agotarla o agotarme en beneficio del Haiku en español. Os ruego no obstante que si ya está tratada en el Foro, me digáis dónde para leer y continuar.
Gracias por vuestras opiniones, siempre valiosas.
luelir
no sabría ahora decirte dónde, pero que anda repartido por distintos foros, sitios y demás, seguro. Eso que deseamos, unos
mínimos criterios para "todos" que recojan al máximo los criterios del sentir japonés, es la tarea que debemos realizar y que creo que realizamos en mayor o menor medida, todos juntos. Y por supuesto en los Congresos y Encuentros.
Por adelantar algo, en mi opinión, es fundamental decantarse por un haiku exento del "yo" (por todo cuanto ya nuestros compañeros y amigos Mavi y Raijo expusieron en sus ponencias) o por el haiku literario y más subjetivo. Una vez decidido cada cual en qué lugar quiere permanecer, hallar qué bases, qué mínimos puedan ser esos si es que realmente pueden haberlos dada esa diferencia fundamental. Yo, personalmente, aún no me siento capaz de decidirlo, porque del dicho al hecho va un gran trecho... A duras penas me voy orientando y también desorientando...
En fin, que habrá que seguir estudiando y trabajando hasta que nos hagamos mayores... :wink:
Saludos