Hermoso, Paul, como acostumbras. Espero algún día acompañarte yo también con versiones en japonés. Siguiendo con mi costumbre de confraternizar haijin, el haiku me recuerda a uno excepcional de Félix Arce:
también el perro
siguiendo su camino
volvió la vista
El mérito en este caso es de ella. Yo sólo lo he traducido, permitiéndome quitar la palabra "haru no" (de primavera) y cambiándola por el adejtivo "claro" para ajustar la métrica.