Un momento contemplativo y que se siente en la piel, en definitiva; aunque, quizá sea buena idea evitar la redundancia en el primer y segundo verso y así ganar espacio para algún detalle que realce el sabor del haiku, me permito:
Un viento frío
Tras las ramas del nogal/chopo
sólo la luna
Saludos fraternos
Profundamente emocionado por seguir vivo, hora de remendar mis ropas. Santôka
-"Es curiosa la vida. Cuando eres niño el tiempo no acaba de pasar, y luego sin darte cuenta tienes 50 años, y de la infancia lo unico que te queda cabe en una cajita oxidada". Amélie Poulain