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desaparecíó:
tembló la ramita
del peral en flor
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temblor
- Konstantin Dimitrov
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- Registrado: 22/Ene/2007 16:10
- Ubicación: el Amor
Guardo uno muy afín al tuyo Konstantin
Vibra la rama,
cuando ese jilguerillo
sale volando
y si tuviera que elegir entre ambos no lo dudaria, me quedaría con
desaparecíó:
tembló la ramita
del peral en flor
Ese "...peral en flor" contiene y sostiene todo el "peso" de lo que simbolizaria lo efímero por naturaleza: el florecer y marchitar, el estar y ya no estar, y entre ese parpadeo que es el vivir, una ramita que tiembla.
Salud y gracias por tus siempre interesantes aportes a la comunidad del Rincón
José Luis Vicent
Vibra la rama,
cuando ese jilguerillo
sale volando
y si tuviera que elegir entre ambos no lo dudaria, me quedaría con
desaparecíó:
tembló la ramita
del peral en flor
Ese "...peral en flor" contiene y sostiene todo el "peso" de lo que simbolizaria lo efímero por naturaleza: el florecer y marchitar, el estar y ya no estar, y entre ese parpadeo que es el vivir, una ramita que tiembla.
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José Luis Vicent
Todo lo bello tiene una marca de eternidad. Simone Weil
- Konstantin Dimitrov
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....Gracias a ti, José Luis, por ver las cosas con el corazón abierto.
...Y precísamente por ello es por lo que las ves.
Por otro lado, intento que no haya discrepancia entre lo que afirmo en teoría y los haikus que escribo; si no fuera así, sería nada más que otro pobre moralista que intenta meter la realidad ( los demás incluidos ) en un molde a su gusto.
K.
...Y precísamente por ello es por lo que las ves.
Por otro lado, intento que no haya discrepancia entre lo que afirmo en teoría y los haikus que escribo; si no fuera así, sería nada más que otro pobre moralista que intenta meter la realidad ( los demás incluidos ) en un molde a su gusto.
K.
- Konstantin Dimitrov
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Está claro.
Lo que no está claro es si conocemos bien lo que decimos cuando decimos ¨ el corazón ¨. Si lo identificamos sólo con las emociones, mal asunto.
.....Así como tampoco tendríamos que relacionar la mente sólo a la inteligencia, sino con la consciencia, cosa mucho más profunda.
Creo que el corazón, por ser el centro dela vida espiritual, incluye lo que llamamos mente.
Para mí, decir ¨corazón abierto ¨es mucho más que decir ¨mente abierta ¨.
Todo lo anterior, para intentar un poco aclarar los términos. Hasta el nivel de claridad que se pueda, claro . Las palabras son palabras y nosotros somos lo que somos.
Me gusta el moto que ponías de que no había que identificar el haiku con la emoción.
Y aquí te cito a ti:
cielo grisáceo...
todas las hojas quietas
menos el alma
Un saludo y gracias por aquel ocaso. Con él, me imagino vívamente el lago de la Albufera. Y no sólo eso; creo que tú mismo sientes que es un haiku fuera de serie. Ese ¨volar hacia ¨el ocaso le da una profundidad incomparable¨. Etc., etc.
K.
__________________________________________________________________________
No honrar la verdad es mentir
Está claro.
Lo que no está claro es si conocemos bien lo que decimos cuando decimos ¨ el corazón ¨. Si lo identificamos sólo con las emociones, mal asunto.
.....Así como tampoco tendríamos que relacionar la mente sólo a la inteligencia, sino con la consciencia, cosa mucho más profunda.
Creo que el corazón, por ser el centro dela vida espiritual, incluye lo que llamamos mente.
Para mí, decir ¨corazón abierto ¨es mucho más que decir ¨mente abierta ¨.
Todo lo anterior, para intentar un poco aclarar los términos. Hasta el nivel de claridad que se pueda, claro . Las palabras son palabras y nosotros somos lo que somos.
Me gusta el moto que ponías de que no había que identificar el haiku con la emoción.
Y aquí te cito a ti:
cielo grisáceo...
todas las hojas quietas
menos el alma
Un saludo y gracias por aquel ocaso. Con él, me imagino vívamente el lago de la Albufera. Y no sólo eso; creo que tú mismo sientes que es un haiku fuera de serie. Ese ¨volar hacia ¨el ocaso le da una profundidad incomparable¨. Etc., etc.
K.
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No honrar la verdad es mentir
Efectívamente, las palabras son a veces muy problemáticas; así como las ideas. Mente y cerebro son dos términos distintos, en la llamada "mente" cabría incluir la Inteligencia (no los procesos meramente racionales y lógicos) y lo que intentas decir respecto al corazón (kokoro )
La incoherencia suele darse entre la dualidad mente-cerebro, cuando hablamos sólo de la racionalidad e intentamos llevar la lógica al terreno del "corazón".
La emocionalidad y el sentimentalismo (que no los sentimientos o lo sensitivo de nuestras percepciones) no son precísamente lo más apropiado para el terreno artístico. Menos aún en el campo del Haiku (por supuesto que a mi entender). En esto del arte poético siempre suelo decir lo que aprendí, que como decían los indios aimaras, no se debe cantar a la lluvia sino hacer llover. O como suele decirse en el haiku, lo que digas en tres versos ha de poderse captar como lo haría una fotografía; es decir, la tristeza no puede fotografiarse, pero sí los rasgos, el color, el tono de una realidad que evoque tristeza en el receptor del poema.
El ejemplo citado, entre el haiku y el senryuu, es la expresión momentánea de una sensación ad hoc, en un instante concreto (aunque pueda extenderse fuera de esa concretitud y abrirse a toda posible especulación).
Para el autor es la significación de que uno mismo anda inquieto, alerta y a la búsqueda de lo que en verdad le importa.
Ciertamente se trata de La Albufera
La incoherencia suele darse entre la dualidad mente-cerebro, cuando hablamos sólo de la racionalidad e intentamos llevar la lógica al terreno del "corazón".
La emocionalidad y el sentimentalismo (que no los sentimientos o lo sensitivo de nuestras percepciones) no son precísamente lo más apropiado para el terreno artístico. Menos aún en el campo del Haiku (por supuesto que a mi entender). En esto del arte poético siempre suelo decir lo que aprendí, que como decían los indios aimaras, no se debe cantar a la lluvia sino hacer llover. O como suele decirse en el haiku, lo que digas en tres versos ha de poderse captar como lo haría una fotografía; es decir, la tristeza no puede fotografiarse, pero sí los rasgos, el color, el tono de una realidad que evoque tristeza en el receptor del poema.
El ejemplo citado, entre el haiku y el senryuu, es la expresión momentánea de una sensación ad hoc, en un instante concreto (aunque pueda extenderse fuera de esa concretitud y abrirse a toda posible especulación).
Para el autor es la significación de que uno mismo anda inquieto, alerta y a la búsqueda de lo que en verdad le importa.
Ciertamente se trata de La Albufera
Todo lo bello tiene una marca de eternidad. Simone Weil
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