Qué lástima que ya dejara el tabaco hace tiempo, pues son esos momentos los que valen más que el paquete de cigarrillos o casi...
Me ha recordado el haiku de Kerouac, ese tono...
"Tomando café tranquilamente
por la tarde,
¡Qué agradable!"
Almenos el café (sin cigarrillo, y mira que también fumaba el amigo...)
Salud