Lo más macabro de todo, Vicent, fue que a priori no conseguí descubrir a qué especie pertenecía dicho cráneo.
Menos mal que las herramientas modernas sirven, y usé Google Lens; y me dijo que pertenecía a una liebre o conejo.
Si llega a ser de humano te aseguro que me desmayo en el instante.
Saludos compañero y buen fin de semana!!