cualquiera (viento)

Exposición, intercambios y comentarios de poemas haiku
Viento
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cualquiera (viento)

Mensaje por Viento »

ha llegado un viento de estío
que puede inclinar el cañaveral
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Mavi
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Mensaje por Mavi »

Ese minúsculo "puede"... Un abrazo, Viento.
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Mavi
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Mensaje por Mavi »

Me ronda aún este haiku y me va a rondar, por lo visto, un rato largo. Parece que me encontrara cómoda permaneciendo expuesta a la incertidumbre, a la intemperie de lo posible. Porque en este haiku realmente ¿ocurre algo? El viento y el cañaveral no interactúan como sería lo propio con solo nombrarlos. El haijin los mantiene milagrosamente separados por "la posibilidad" . De hecho, estoy segura de que no es el viento sino ese minúsculo "puede" lo que finalmente inclinará o no el cañaveral.

Un abrazo desde Murcia, amigos.
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mencs6
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Mensaje por mencs6 »

Que bueno el haiku... y tu comentario Mavi. Parece qu ees justamente así

Un abrazo
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Gorka Arellano
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Mensaje por Gorka Arellano »

Gracias Viento, gracias Mavi.

Ese "puede" está en nuestras mentes... ¿Será suficiente para moverlo?

Abrazos.
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JL.Vicent
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Re: cualquiera (viento)

Mensaje por JL.Vicent »

Viento escribió:ha llegado un viento de estío
que puede inclinar el cañaveral
A mi personalmente -y es un haiku arriesgado- me plantea la siguiente duda: ¿ese "puede" significa contingencia o posibilidad (puede que sí o puede que no) o es un "puede" intransitivo que tiene la fuerza de mover, que lo está inclinando ya…?

Pero como comenta Mavi, es más un término que deja pensativo y que adquiere más relevancia que el mismo viento, que en verdad es el agente, y no la palabra.

Saludos :)
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Mavi
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Mensaje por Mavi »

Qué bueno, José Luis. Ahora puedo ver interactuando viento y cañas y, efectivamente, tenemos las mismas: ese "puede" sigue sosteniendo todo el "aware" del haiku. Seguramente porque más allá del poder del viento en acción sigue imponiéndose la incertidumbre, la posibilidad. ¿Por qué es un haiku arriesgado? El haijin lo ha escrito de una manera fluida, con una naturalidad que arroba. Si lo "encajo" en el molde...

Viento de estío:
El cañaveral a punto
de ceder


... no siento que gane nada. Nos lo pondría más fácil para decir que respeta las normas, pero nada más.

Un abrazo vespertino.

Mavi
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JL.Vicent
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Mensaje por JL.Vicent »

Bueno, por "arriesgado" quiero decir que el "puede" me parece más mental -digámoslo así- que la mera imagen visual, efectiva, del viento doblando las cañas... Y esa era mi duda. Un haiku que se anticipa al hecho -si es que ese "puede" es contingente- me parece más intelectivo o predictivo.

ha llegado un viento de estío
que inclina el cañaveral


A eso me refiero, Mavi, con mmi duda. No a encajarlo en el molde. Pero la duda está solo en mi, no en el haiku.

Un abrazo caluroso :)
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Mensaje por Mavi »

Cuánto me gusta tu claridad, José Luis. Ahora te sigo mejor aún :D . Quizá me equivoco pero creo que el haiku no tiene nada de mental. Diría que trata de introducir una inminencia, no una predicción. Entiendo la variante que propones pero me parece que el haijin no quiere decir que el viento inclina el cañaveral sino que el viento está a punto de dejar permanentemente inclinado el cañaveral.

Un abrazo con una chispica de brisa que se acaba de mover :lol:.

Mavi
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JL.Vicent
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Mensaje por JL.Vicent »

Esa es mi duda también: si se trata de una inminencia o de una predicción. El haijin tiene la respuesta. Pero yo, como lector, y a pesar de tu extraordinario comentario que otorga todo peso del aware a ese "poder", me da que pensar porque es como si el haijin no solo expusiera la incertidumbre -bendita incertidumbre- sino la intromisión del agente tiempo, y por ello dejando más expuesto al yo del haijin...


Ya te dije que no permanecería callado así se me duerman las ovejas :lol:

Un besazo :)
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Mensaje por Mavi »

Pues, a falta de lo que opinen los compañer@s, queda saber si Viento nos saca de dudas o no vuelve a dirigirnos la palabra :lol: :lol: :lol: .

Otro beso, José Luis :wink:.
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Gorka Arellano
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Mensaje por Gorka Arellano »

Ahora que lo leo con más detalle, creo que sería una duda (puede que si, puede que no) si el segundo verso fuera:
"que puede que incline el cañaveral"
Si es una inminencia, el haijin (su mente que razona) también queda al descubierto, porque sabe que el viento tiene la suficiente fuerza para inclinar el cañaveral, pero no lo ha presenciado...

Abrazos.
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Mensaje por Mavi »

Completamente de acuerdo, Gorka... Solo que, duda o inminencia, yo sigo percibiendo una especie de paradoja de fondo porque no puedo separar las dos opciones: Si en ese "puede", el haijin reconoce al viento la fuerza suficiente para inclinar el cañaveral, al mismo tiempo suspende la relación causal: No dice que el viento inclina, ni predice que inclinará el cañaveral (porque está en su poder hacerlo) sino que se queda justo "al borde de" donde aún no vemos el resultado aunque ya es casi un punto de no-retorno (y aquí surgen los dos desenlaces pero ya NO están dentro del haiku sino en nuestra interpretación :roll: ). Quizá se produce una especie de koan, no lo sé, porque de reconocer al viento su poder de tumbar un cañaveral, se seguiría también que no.

En fin, Gorka, un abrazo. Qué bien nos lo pasamos, amigos :wink:.

P.D.: Y Viento sin venir.
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Mensaje por Mavi »

Recapitulo y acabo:

Lo que yo sentí fue un "estamos a punto de que ocurra algo". Por tanto, en un primer momento solo encuentro inminencia e incertidumbre. Si me pongo a analizar por qué este haiku me ha dejado grogui, encuentro que hay un montón de energía concentrada en el "puede": entiendo que el viento es capaz (tiene la capacidad) de tumbar el cañaveral y que está a punto de tumbarlo (ocurra o no) y que puede que no haya retorno a la verticalidad y que puede que sí lo haya. Pero debo, asimismo, reconocer que todas esa lecturas suceden FUERA de mi primera impresión, que son hijas de la mente: no de la del haijin sino de la mía. Así que, hecho ya el examen de conciencia, voy a expulsarlas a todas: Fuera, fuera, fuera....

Hala, calladica quedo :lol: :lol: :lol: .

Mavi
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Mensaje por Viento »

(Disculpad por la longitud del mensaje)

Hola a todos de nuevo, amigos,

En primer lugar, quisiera disculparme por la tardanza y por haberos hecho esperar: no es por gusto, desde luego, sino por nuestra inventada cárcel (el tiempo). Si os dais cuenta, voy leyendo y comentando por bloques, cuando puedo y en orden, lo que significa que, si todavía no le toca al mío, no le toca. Como decía Borges, disfruto leyendo, que uno siempre lee lo que quiere, pero no siempre escribe lo que quiere.

Permitidme, por favor, dadle un fortísimo abrazo y un buen beso a Mavi...., ¡Dios mío, cuánto tiempo, desde aquellos primeros días en que escribía y luego ese memorable primer congreso en Albacete! Es verdad eso de que la esencia nunca muere: eras certera y amable y lo sigues siendo. Como cuantificar la alegría es imposible, sólo puedo decir que me alegra infinitamente volver a leerte.

Disculpadme. Voy a la cuestión.

De todos los haiku, senryus, tercetos y barbaridades que he escrito desde que le mandé mis primeros versos a Luis Carril, estos dos que estamos comentando aquí se han convertido en una de las tres emociones más profundas que he sentido al presenciar un haiku. Por esta misma razón, le tengo un singular aprecio y un grandísimo respeto a lo que hay expresado entre líneas y que tantos quebraderos de cabeza parece estar dando. Por una parte, espero haber sido fiel a aquello que me embargó, pero, por otra, no sé si el impacto me lo permitió. De cualquier manera: la emoción, la experiencia, la sugerencia, la fuerza y lo sagrado son los elementos que quise transmitiros. No hay yo ni hay pensamiento, aspectos que segarían el camino del haiku. Matsuo Takano hizo hincapié en la importancia de la sugerencia, como vía para invitar al lector a entrar en el haiku y creo que, gracias a vuestra tenacidad y constancia, es lo que aquí ha ocurrido. Os doy las gracias a todos, porque aprendo con cada comentario que hacéis.

Procedo a la explicación, desglosando sus elementos:

ha llegado un viento de estío
que puede inclinar el cañaveral

La primera impresión que quería plasmar procedía de la forma del poema: dos versos, para mí, una estructura muy relacionada con Santoka y vinculado con la libertad y el impacto profundo, la innecesidad de aportar más esencia de la que aparece. Tres versos me hubieran parecido demasiado y, como dijo Mavi, tampoco hubieran aportado nada.

El primer verso se abre con un movimiento, un viaje, algo que no estaba y que irrumpe en la escena: es ese "ha venido". No puedo especificar la procedencia de ESO que se ha hecho presente, pero ya está ante mí. Al desvelar que el elemento que protagoniza este verso es el viento, quise así darle coherencia al comienzo: no sé de dónde ha venido el viento, desconozco su procedencia y quizás nadie podría decírmela, ese misterio es su esencia, ese vagar a su antojo por el mundo, apareciendo y desapareciendo, es su comportamiento..., y ahora está aquí, ante mí. Estoy ante algo pasajero, pero intenso. El kigo lo aportan las últimas palabras calificativas, "de estío", por respeto al mundo y a la naturaleza en la que toda existencia se encuentra. Además, en Málaga, el verano promueve unas brisas muy agradables y gratas de disfrutar, pero, como se comprueba en el siguiente verso, este viento no responde a esa dinámica. Más que una extrañeza o misterio, sencillamente es otro reflejo del elemento "viento": "soy viento y hoy soy así, me da igual que estés en Málaga, en verano, en la costa, y que estés acostumbrado a sentir mi brisa. No soy como tú piensas, recuerdas ni esperas".

En el segundo verso, como bien comentó Mavi y todos seguisteis apostando, se encuentra el eje del aware, aunque aquí fue nuestro amigo Barlo quien dio primero en la diana. Este viento "puede" hacer algo..., si lo constaté es porque lo viví, de cualquier otra forma, no hubiera sido un haiku, sino una conjetura, una hipótesis basada en mi experiencia o una suposición y el poema se hubiera desmoronado, porque hubiera hablado de mí, cuando, en realidad, lo que sentí fue, precisamente lo contrario: me sentí desaparecer, anularme, difuminar mi ego y mis prioridades e ideas ante ese viento que se había presenciado. He aquí el motivo: me encontraba al resguardo de ese viento, sentado, sin hacer nada, con los pelos alborotados y sintiendo sus vaivenes, cuando comencé a escuchar el choque cada vez más contundente entre las cañas del cañaveral. La intensidad del viento crecía. Entonces comenzó a inclinarlo con tal fuerza que casi dio con ellas en el suelo..., y no paraba: continuo e intenso, continuo e intenso, soplando sin permitir que todo aquel cañaveral se volviera a incorporar... La imagen me sobrecogió y seguidamente sentí que, si salía de mi resguardo en aquel momento, me sentiría totalmente desvalido, sin ningún poder, sin ninguna opción de poder modificar nada, sin que mi ego puediera transformar aquello que estaba sucediendo. Y entonces, ese ego cedió y me sentí tan sobrepasado como el cañaveral, tan inclinado ante su energía como cada una de sus cañas, porque me había dado cuenta de que ningún hombre, ni siquiera un buen grupo de hombres puestos manos a la obra, hubiera podido hacer lo que aquel viento estaba haciendo: aquella realidad estaba por encima de la humana. Me encontraba en presencia de lo sagrado. Ese viento sagrado (que siempre lo es, aunque no siempre lo pueda percibir tan profundamente) se estaba manifestando con tanta fuerza que era imposible no sentirlo, que era imposible no inclinarse ante su acción: ese viento podía inclinar todo aquel cañaveral y lo estaba haciendo, por encima de cualquier cosa.

He aquí y espero que de una forma clara y adecuada, el aware que me llevo a concebir estos dos versos. Sentí intensamente y escribí lo más fielmente posible que me fue posible, tratando de respetar lo que presencié, de no empañar aquel "momento sagrado" por el que estoy agradecido, tanto como a vosotros....

Un fuerte abrazo, amigos, y, por favor, si tardo en contestar, no desesperéis, que ya me tuve que desenganchar de El Rincón una vez y, a no ser por causas mayores, trataré que no me vuelva a pasar.

Un placer.
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