oculta hasta casa
la flor del algarrobo
trajo mi alma
cualquiera (oculta)
corrección verbal
oculta hasta casa
la flor del algarrobo
llevó mi alma
creo que el verbo es más apropiado.
llevó mi alma
la flor del algarrobo
oculta hasta casa
y este cambio en el orden... ¿qué opináis?
Un placer.
la flor del algarrobo
llevó mi alma
creo que el verbo es más apropiado.
llevó mi alma
la flor del algarrobo
oculta hasta casa
y este cambio en el orden... ¿qué opináis?
Un placer.
Viento, ¿es la "esencia" o el "aroma" de esa flor lo que se oculta en el alma? ¿Es la imagen o el recuerdo de esa flor? La palabra "oculta" despista, aun siendo el eje de tu haiku.
De todos modos esta noche apenas sí he dormido...
De lo que compartes me inclino de momento por
"llevó mi alma
la flor del algarrobo
oculta hasta casa"
porque su lectura me resulta más fluida.
Salud
De todos modos esta noche apenas sí he dormido...
De lo que compartes me inclino de momento por
"llevó mi alma
la flor del algarrobo
oculta hasta casa"
porque su lectura me resulta más fluida.
Salud
Solo la mano que borra puede escribir lo verdadero. Meister Eckart
disculpa
siento haber tardado tanto en responderte, Gran Jefe, pero había otras "obligaciones" por medio menos atractivas.... Como siempre suelo hacer dado que soy incapaz de explicar algunas, por no decir todas, mis sensaciones -y soy consciente de que algunas hay.... no sé ni cómo denominarlas, jeje-, comparto contigo y el resto de poetas mi escenario e impresiones.
Un placer.
aquella noche nos apetecía caminar, volver a necesitar sólo de nosotros mismos para llegar a dónde fuera, sin coches ni atascos ni semáforos que nos obligaran a pararnos o a seguir. Queríamos sentirnos un poco más libres. Una vez concluida la cena, deambulamos por las calles solitarias y los jardines, sintiendo el mismo frío que las plantas y quejándonos. De entre una hilera de árboles, a causa de mi ignorancia, pude reconocer sólo a un algarrobo, ya que mi padre me ofrecía sus frutos cuando me llevaba al campo en mi niñez. Bajo la luz de una farola, vimos sus flores y decidimos detenernos. Invertimos algunos minutos en contemplarlas y en decir lo hermosas que nos parecían. Ignoro porqué no las tocamos.
Cuando mi mujer y yo entramos en la cama para dormir y cerré los ojos, las flores del algarrobo estaban de nuevo ante mí: quizás tuvieran el árbol y la luz de la farola y la noche y la ciudad y la brisa..., no estoy seguro de ello. Pero me di cuenta de que, durante muchos minutos, mis ideas me habían mareado de un lugar a otro, y que, bajo todas ellas y durante todo aquel tiempo, algo había permanecido inmóvil, bello y oculto en mi interior. Mi alma, incapaz de contenerse, se había traido las flores del algarrobo a casa.
llevó mi alma
las flores del algarrobo
ocultas hasta casa
PD: Gracias por comentar.
Un placer.
aquella noche nos apetecía caminar, volver a necesitar sólo de nosotros mismos para llegar a dónde fuera, sin coches ni atascos ni semáforos que nos obligaran a pararnos o a seguir. Queríamos sentirnos un poco más libres. Una vez concluida la cena, deambulamos por las calles solitarias y los jardines, sintiendo el mismo frío que las plantas y quejándonos. De entre una hilera de árboles, a causa de mi ignorancia, pude reconocer sólo a un algarrobo, ya que mi padre me ofrecía sus frutos cuando me llevaba al campo en mi niñez. Bajo la luz de una farola, vimos sus flores y decidimos detenernos. Invertimos algunos minutos en contemplarlas y en decir lo hermosas que nos parecían. Ignoro porqué no las tocamos.
Cuando mi mujer y yo entramos en la cama para dormir y cerré los ojos, las flores del algarrobo estaban de nuevo ante mí: quizás tuvieran el árbol y la luz de la farola y la noche y la ciudad y la brisa..., no estoy seguro de ello. Pero me di cuenta de que, durante muchos minutos, mis ideas me habían mareado de un lugar a otro, y que, bajo todas ellas y durante todo aquel tiempo, algo había permanecido inmóvil, bello y oculto en mi interior. Mi alma, incapaz de contenerse, se había traido las flores del algarrobo a casa.
llevó mi alma
las flores del algarrobo
ocultas hasta casa
PD: Gracias por comentar.
Hola Viento me parece que vamos a tener que pedirte que expliques los haikus para así poder disfrutar también de esa forma poética en que los explicas. Me ha gustado el haiku y la explicación. Creo que ya otra vez te comenté que me parecía (otra explicación) un buen haibum, pues ahora se repite.
Buen fin de semana Isabel
Buen fin de semana Isabel
Pues entonces sólo tengo que pedirte, como ya habrás adivinado, que lleves el
Si Miaraalsur quiere llevar el tema del haiku que emplea la interrogación y que por tanto, obviamente, aparece el pronombre personal "de marras", ese "yo" que nos tiene mareaos a t'os un poco..., a la sección de Debates, pues adelante con ello y se agradecerá cuantos más aportes mejor.
Pero hay que advertir que este haiku de Viento, sin inquirir, hace así mismo un uso del pronombre pesonal "mi" y no sólo eso, sino que también se podría decir que gramaticalmente se hace uso de un tiempo pasado. Creo que al señalar todo eso aquí, efectivamente seria como rizar el rizo.
Una cosa es el empleo gramatical del lenguaje (yo, mi , me, paseo, ando, miro, contemplo, etc) y otra muy distinta apreciar y discernir cuándo el haijin no es lo relevante (cuándo no está mirando directamente a su interior en vez de al exterior) dentro de ese haiku que no existiría sin su presencia; como bien dice Antonio Cabrera, "Con mi dedo señalo la realidad. Mi dedo es real. Nadie escapa del yo y nadie escapa del mundo."
En este sentido, hay más presencia de un ego en una palabra rebuscada y preciosista o recargada dentro de un haiku (digamos mejor dentro de un zappai o un terceto o poetrix, etc), que el simple uso gramatical de nuestro lenguaje que hace gala del pronombre y sus personas; así, a decir verdad, no por suprimir la primera persona por la tercera del singular hemos "resuelto" el problema de ese "yo" incómodo; nada de eso creo que es relevante.
Para estudiar esto del cuándo emplear el "yo" en un haiku sin que por ello pequemos de egocéntricos empedernidos ni de herejes, tenemos unos cuantos ejemplos bien ilustrados en el librito de Vicente Haya, El espacio inteior del haiku, Shinden Ediciones, que creo aclara todo bastante bien si se lee con suma atención. Y como apunta el autor del libro, es mejor que ese "yo" no aparezca nunca, pero si lo hace, hay que saber cuándo es legítimo su empleo, cuándo es irrelevante o no para la integridad y pureza del haiku.
Y añadiría yo
que precisamente para eso leemos dichos textos y nos enzarzamos aquí, en el buen sentido, con todos estos debates.
Saludos
a donde ya sabes, pues comparto así mismo la opinión de Miraalsur (quien no solamente mira hacia el sur sino que últimamente también y mucho hacia lo alto :wink: ).aquella noche nos apetecía caminar, volver a necesitar sólo de nosotros mismos para llegar a dónde fuera, sin coches ni atascos ni semáforos que nos obligaran a pararnos o a seguir. Queríamos sentirnos un poco más libres. Una vez concluida la cena, deambulamos por las calles solitarias y los jardines, sintiendo el mismo frío que las plantas y quejándonos. De entre una hilera de árboles, a causa de mi ignorancia, pude reconocer sólo a un algarrobo, ya que mi padre me ofrecía sus frutos cuando me llevaba al campo en mi niñez. Bajo la luz de una farola, vimos sus flores y decidimos detenernos. Invertimos algunos minutos en contemplarlas y en decir lo hermosas que nos parecían. Ignoro porqué no las tocamos.
Cuando mi mujer y yo entramos en la cama para dormir y cerré los ojos, las flores del algarrobo estaban de nuevo ante mí: quizás tuvieran el árbol y la luz de la farola y la noche y la ciudad y la brisa..., no estoy seguro de ello. Pero me di cuenta de que, durante muchos minutos, mis ideas me habían mareado de un lugar a otro, y que, bajo todas ellas y durante todo aquel tiempo, algo había permanecido inmóvil, bello y oculto en mi interior. Mi alma, incapaz de contenerse, se había traido las flores del algarrobo a casa.
llevó mi alma
las flores del algarrobo
ocultas hasta casa
Si Miaraalsur quiere llevar el tema del haiku que emplea la interrogación y que por tanto, obviamente, aparece el pronombre personal "de marras", ese "yo" que nos tiene mareaos a t'os un poco..., a la sección de Debates, pues adelante con ello y se agradecerá cuantos más aportes mejor.
Pero hay que advertir que este haiku de Viento, sin inquirir, hace así mismo un uso del pronombre pesonal "mi" y no sólo eso, sino que también se podría decir que gramaticalmente se hace uso de un tiempo pasado. Creo que al señalar todo eso aquí, efectivamente seria como rizar el rizo.
Una cosa es el empleo gramatical del lenguaje (yo, mi , me, paseo, ando, miro, contemplo, etc) y otra muy distinta apreciar y discernir cuándo el haijin no es lo relevante (cuándo no está mirando directamente a su interior en vez de al exterior) dentro de ese haiku que no existiría sin su presencia; como bien dice Antonio Cabrera, "Con mi dedo señalo la realidad. Mi dedo es real. Nadie escapa del yo y nadie escapa del mundo."
En este sentido, hay más presencia de un ego en una palabra rebuscada y preciosista o recargada dentro de un haiku (digamos mejor dentro de un zappai o un terceto o poetrix, etc), que el simple uso gramatical de nuestro lenguaje que hace gala del pronombre y sus personas; así, a decir verdad, no por suprimir la primera persona por la tercera del singular hemos "resuelto" el problema de ese "yo" incómodo; nada de eso creo que es relevante.
Para estudiar esto del cuándo emplear el "yo" en un haiku sin que por ello pequemos de egocéntricos empedernidos ni de herejes, tenemos unos cuantos ejemplos bien ilustrados en el librito de Vicente Haya, El espacio inteior del haiku, Shinden Ediciones, que creo aclara todo bastante bien si se lee con suma atención. Y como apunta el autor del libro, es mejor que ese "yo" no aparezca nunca, pero si lo hace, hay que saber cuándo es legítimo su empleo, cuándo es irrelevante o no para la integridad y pureza del haiku.
Y añadiría yo

Saludos
Solo la mano que borra puede escribir lo verdadero. Meister Eckart