Bien, Isabel, me gusta lo que trasmites; has logrado introducir una clara comparación interna relativa al color… :wink:
Piensa que eso de la comparación interna (Bashô fue el inventor de dicha técnica) está muy bien; pero el haiku es verdadero asombro más que el buscar efectos. Hay gran belleza en determinadas y sutiles comparaciones internas, a veces incluso involuntarias, pero el haiku siempre va más allá de esos juegos y técnicas. Lo único que está prohibido en haiku es la artificiosidad, es decir, la intención voluntaria de querer embellecer nuestros asombros.
Un abrazo :wink:
un arrebol
- Gorka Arellano
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