Durante largos años el jardín fue cuidado con manos amorosas por los dueños de casa. Ellos partieron. la casa se conserva en pie como una historia por contar. Las plantas se adueñaron del mismo ocupando todos los huecos que pueden. Entre ellas habitan todo tipo de insectos; en el verano las monarcas disfrutan del espacio custodiándolo. Quizás los dueños aún están.
Jardín de paz
mariposas monarca
revoloteando.