atraviesa el sendero
una curita (*)

(*) La aceitera común (Berberomeloe majalis), es una especie de coleóptero polífago de la familia Meloidae que alcanza gran tamaño, ocasionalmente más de siete centímetros, convirtiéndolo en uno de los coleópteros más grandes de Europa.
En un estudio entomológico, los autores Percino-Daniel et al. (2013), muestran la gran diversidad de nombres vernáculos con los que hoy día se conoce a esta especie a lo largo de todo el sur y centro de España: abejo, abadejo, aceiteira, aceitera, aceitero, aceitunero, alcucilla, boticaria, boticario, carralega, carraleja, comehuevos, cura, curacurato, curandero, curato, curavache, cureso, curica, curilla, curita, currito, demonión, fraile, frailecillo, matahombres, matasiete, reventabois, reventín, reventón, sangraor, sapo, siete cueros, tabernera, tuno, vaca loira, vaca lora, vaquita, vinagrera y vinatera.
Es muy fácil de reconocer, sobre todo la hembra, por su extraordinario abdomen alargado y fusiforme de color negro con bandas transversales anaranjadas o de color rojo sangre. Carece de manchas rojas en las sienes.
Cuando se ve amenazado segrega una sustancia llamada cantaridina, parecida al aceite (ya que es hemolinfa) y muy tóxica que provoca daños en la piel (irritación, erupciones...), y vómitos, diarrea y anomalías en el aparato urinario en caso de que sea ingerida.