Eco

[Lentisco]

Eco de ladridos.
La huella de la lluvia
en los cristales.

[Rodolfo Langer]

Hola. Buen momento. Solo me resuenan tantas ll juntas. Quizá rastros en vez de huellas.
Abrazo surero.

[Lentisco]

Pues sí. Podría valer perfectamente.

Eco de ladridos.
El rastro de la lluvia
en los cristales.

Gracias, Rodolfo.

[Mavi]

Hace años que ando intentando aprender sobre los elementos esenciales de un asombro, querido Lentisco Entonces, a menudo me pregunto: ¿No era más emocionante la dirección del viento? ¿No era más significativo el momento del día, si era de noche, si hacía frío, etc.? ¿No había allí nada más que hiciera el momento único e irrepetible, inolvidable? Y te aseguro que siempre lo hay, compañero Vuelve al momento vivo

Un "al tuntún":

Ladridos a lo lejos.
Ni una sola estrella
al escampar


Abracicos y feliz día

[Lentisco]

Gracias, Mavi. Para mí era lo importante en ese ínfimo instante: la réplica de la ausencia en el eco, la lluvia que cesó y deja su huella en el barro… Lo que tú me propones ya es otro haiku. Éste, desde luego, solo ha resonado en mí. No transmite. Lo guardaré en el cajón del olvido. Gracias por despertarme.

[Mavi]

Lo que yo te propongo no es "ese" haiku hecho al tuntún, compañero. Es volver al momento, revivirlo, buscar allí los elementos esenciales Porque lo que suele pasar es que el ojo es muy tirano, nos hace creer que vale lo primero que él encuentra. Vuelve al momento, compañero, y descarta el cristal de la ventana. Párate y escucha: lo que sucede en un haiku no es la ventana por la que tú miras

Otro al tuntún:

Eco de ladridos.
En los álamos sin hojas
se seca la lluvia

[Mavi]

Tú mismo en la respuesta estás apuntando al haiku:

(...) la réplica de la ausencia en el eco, la lluvia que cesó y deja su huella en el barro…

Otro con tu relato:

Eco de ladridos.
La huella que dejó
la lluvia en el barro

Abracicos