Este, que podría y de hecho lo es un haiku cruel, en mi tierra, después de purgarlos, lavarlos y "engañarlos" (conseguir que salgan de su concha) con agua y sal y rodear el borde húmedo del recipiente con más sal para que los pobres caracoles no se escapen...
Los caracoles
en el cazo con agua,
a fuego lento
así se cuecen con todo el cuerpo fuera de la cáscara y listos para preparar según los gustos y comer; en fin, qué le vamos a hacer, con lo ricos que están.
Salud