la sangre

[Elías]

balde de zinc.
removiendo la sangre
sube la espuma


de la serie "el mataero"

[Mavi]

Nos has puesto ante un haiku extraordinario, Elías. No tengo palabras.


Un abrazo desde Murcia.

Mavi

[Elías]

Muchísimas gracias Mavi, valoro mucho tu comentario.
Y sobre lo de no tener palabras, tranquila que demasiado dices ya,
y además así luego te quedan más para escribir esos haiku
Un abrazote desde La cercana Mancha

[Elías]

perdón por la repetición

[Bibisan]

Cuando uno puede vivenciar algo tan fuerte y tan logrado
como es tu haiku, en mi caso: he vuelto a leerlo muchísimas veces
hasta que un tanto más relajada puedo expresarme
GRACIAS POR COMPARTIR ELÍAS, GRACIAS!

cariños

[Mercedes Pérez]

balde de zinc.
removiendo la sangre
sube la espuma


de la serie "el mataero"

¡y cómo huele!.... muy especial y muy de verdad Elías... doy fé.

Saludos, Mercedes

[Radoslav Ivelic]

Impresionante, Elías. Se hiela la sangre. Un requeteabrazo.

[JL.Vicent]

Fijémonos en algo que es a tener en cuenta en este haiku: y es que conocida o no, hay detrás una historia, una tradición que da "sentido" a esa crueldad; en ese sentido habrá sus detractores y sus defensores como ya sucede con la tauromaquia; pues aquí aún se añade al tema de lo cultural y lo cruel el de si es o no además un Arte (el de la Tauromaquia): ahí es nada el asunto de marras. Como otras veces no vamos a entrar en esos temas, pues se podrían decir muchas cosas que creo que no proceden aquí. Pero regresando a tu haiku, Elías, sí diré una cosa, y es que al margen de lo que el haiku no diga explícitamente pero sí implícitamente, está ya ahí mismo sin salirnos del haiku, pues has enfocado lo que resulta más asombroso y misterioso a la vez: ese constante remover la sangre en el balde (como si extracorpóreamente el corazón siguiese bombeando) para que no se coagule, no se detenga aún, lo que hasta hace unos instantes era signo de vida. No hay que dejar de remover, es necesario que ese ritual confirme, nos haga saber que el animal sacrificado seguirá aportándonos alimento, dándonos a nosotros la posibilidad de seguir con vida, energía renovada, transmutada; esto es de nuevo un hecho "ejemplar"; y entiendo por ejemplar como momento único, como fundación de un mito que perdura en nuestra manera de ser como humanos; como lo que de algún modo en algún remoto momento de nuestra historia tuvo que ser. El asombro es ver cómo asciende esa espuma de la sangre derramada. ¡¡Impresionante!!

Salud

[Elías]

Bibi, Mercedes, Radoslav y José Luis. muchas gracias por los comentarios, todos muy interesantes.
Gracias, un abrazote