

Un alguacil
le arrebata las alas
a una libélula.
Mirta Gili escribió:José Antonio escribió:El haiku no vale mucho, pero lo que nos reimos no tiene precio![]()
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Un alguacil
le arrebata las alas
a una libélula.
Acabas tú con el surrealista !!!![]()
Y José Antonio, de poca cosa, nada: es un verdadero haiku a mi modo de entender, pues justamente muestras con mirada de niño, puro y simple, la designación de aquello que le produce el asombro; esa es precisamente la forma verbal de señalar con el dedo del niño..., para que me entiendas. Un buen Haiku. No un terceto. Y esa, a la vez, es la grandeza del poema haiku que tanto nos cuesta de asumir al principio.José Antonio escribió:Posa un gorrión
en lo alto de la rama,
justo en la punta.
Saludos
Marya Jesús escribió:me encanta,un abrazo :D