Taiko

[Luis Carril]

Hola, gente. Ahí va un pequeño haiku dedicado -lo comprenderéis- especialmente a nuestro músico-haijin, Enrique Linares.



Tambores taiko.
El graznido casual
y al compás de un cuervo.



Se admiten sugerencias, por supuesto.

Un abrazo.

[Enrique Linares]

Gracias Luis por acordarte de mi. Ya sabes que junto a los haiku mi otra gran pasión es la música. Sobre todo lo que me gusta de tu poema es que intentas meter el ritmo de una forma natural: graznido casual. Es el poeta el que tiene en mente, o escucha en ese momento el grave sonido del enorme tambor. Y ¡zas! se armonizan. Me gusta por ese detalle. Si algún día retomo una segunda parte de lo que compuse como "Voces del Haiku", te pediré tu voz y este haiku.
Abrazotes.
Enrique.

[Luis Carril]

No hay por qué darlas, amigo. Hace unas semanas no podía dejar de escuchar un disco del grupo Kodô que me prestó un amiguete. Me volvían loco de lo buenos que eran. La música tradicional, provenga del lugar del mundo de donde provenga, tiene la capacidad de la transmisión inmediata, de la comprensión casi instantánea. Por lo menos en mí. Todos somos (o todos hemos sido hasta hace poco) pueblo.

Cuentas, por supuesto, con mi haiku y con mi voz.

Un abrazo.