flores rojas brillantes:
¡un tulípero!
(bueno, en realidad el último verso tendría que ser así:
¡la hostia, qué árbol más chulo!

porque en ese momento no sabía su nombre, cuando ví por primera vez en mi vida el tulípero del Gabón en una excursión a un pueblo del norte de La Palma en esta imagen que os muestro, que fue la que me conmocionó:

¿Alguna sugerencia para mejorar el tercer verso?

Un beso