Diente de León escribió:saber que al alba
talarán esos pinos ...
el frío de la noche
Un abrazo

Yo siento este haiku como intimista. Tiene además un cierto parecido en el fondo -estructuralmente hablando- con ese otro que nos ha expuesto en Debate el amigo Gorka:
http://www.elrincondelhaiku.org/foros/v ... highlight=
En el de Toñi, es ese frío mortal y a esa misma hora en que al igual que los condenados a muerte humanos, tiene lugar toda ejecución: al alba. No en plena noche, no, ni a plena luz, sino a esa hora crepuscular en la que al parecer ofician los verdugos. Es algo que la autora conoce, que sabe de antemano y nos hace partícipes a los demás; es como cuando las autoridades anuncian a los familiares más directos del condenado y a la prensa, el día y la hora de la ejecución. Al alba. Y ese mismo frío de la muerte anunciada, se transforma, se proyecta, se iguala, en la sensación a ese otro (o el mismo) dolor que nos explicaba Vicente en el haiku de Seishi:
¿Qué ocurre cuando en un mismo instante se encuentran una rama partida y un corazón roto? Lo que ocurre es absoluta conjunción. La unión de lo de fuera y lo de dentro. Ocurre que la rama sufre como un corazón y el corazón tiene sonido de rama seca al partirse. El poeta puede oír lo que está sintiendo. El corazón ha salido al exterior; el sonido de la rama nos pertenece.
pues que igualmente se produce en el interior de la autora, en su corazón, semejante conjunción con exterior, con ese frío de la noche, fría como la muerte misma. Noche funesta en cuyo seno, en cuyo corazón, se cierne aún con mayor intensidad el helor de la muerte.
Un abrazo :wink: